Durante al menos las
últimas tres décadas han sido numerosos los trabajos, entre ellos libros
biográficos, ensayos críticos y disertaciones doctorales, que se le han
dedicado a la figura del director norteamericano Preston Sturges, eso sin
contar los cientos de artículos sobre su trabajo que han sido publicados por
diversas revistas especializadas alrededor del mundo. Esto es resultado de la
fascinación que ha despertado en muchos estudiosos la vida y obra de Sturges,
quien se caracterizaría por tener un pasado interesante, una carrera
cinematográfica basada en el talento y el esfuerzo personal, y una vida privada
tan peculiar como sus películas. Con respecto a esto, el biógrafo James Curtis
señalaría: “El hecho que fuese un personaje colorido con una oficina
interesante y un restaurante popular, sirvió para fortalecer la asociación
entre Preston Sturges y las películas de Preston Sturges, de la misma forma que
Alfred Hitchcock capitalizó la exposición que ganó gracias a su participación
en un programa de televisión semanal.” Sin embargo, el hecho que Sturges fuese
considerado como un “autor” por el sistema hollywoodense, y como un cineasta
demasiado comercial por la crítica especializada, provocó que su obra no fuese del
todo apreciada en su momento. Esto explica por qué su carrera en Hollywood fue
espectacular pero increíblemente breve. Su popularidad como escritor, director
y productor no duró más de seis años (comprendidos entre 1940 y 1946), y fue
seguida por un abrupto declive que lo obligó a migrar a Francia para evitarse
problemas con el Servicio de Impuestos Internos de Estados Unidos. Parte de la
crítica de aquel entonces tampoco fue demasiado amable con el director. Para
muchos críticos no era lo suficientemente provocador para “engendrar el
entusiasmo y la controversia que generó Orson Welles,” pero su obra tampoco era
lo suficientemente estereotipada como para cumplir con la tradición estética
que predominaba en aquella época.
Preston Sturges,
cuyo verdadero nombre era Edmund Preston Biden, nació el 29 de Agosto de 1898
en Chicago, Illinois. Cuando él tenía tres años de edad su excéntrica madre,
Mary Estelle Dempsey, dejó los Estados Unidos para perseguir una carrera como
cantante en París, para posteriormente anular su matrimonio con el padre de
Preston, un vendedor llamado Edmund C. Biden. Cuando eventualmente regresó a
Norteamérica, ella contrajo matrimonio con un acaudalado corredor de bolsa
llamado Solomon Sturges, quien adoptó a Preston en 1902. De acuerdo a varios
biógrafos, Solomon Sturges era “diametralmente opuesto a Mary y a su afición
por la bohemia”. Entre las amistades de quien era conocida como Mary Desti,
estaba la bailarina Isadora Duncan, junto a quien un joven Sturges tuvo la
oportunidad de viajar por varios países mientras ella realizaba presentaciones
con su compañía de baile. Mary también tuvo una relación sentimental con el
ocultista Aleister Crowley, con quien colaboró en la escritura de su libro más
importante, “Magick”. Durante su infancia y su adolescencia, Sturges estudiaría
en Chicago y París, a raíz de lo cual terminaría hablando un francés fluido y
describiéndose a sí mismo como un francófilo que siempre consideró a Francia
como su “segundo hogar”. En 1916, él trabajaría como corredor de bolsa en Nueva
York gracias a los contactos de Solomon Sturges, y al año siguiente se
enlistaría en la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, donde alcanzaría el grado
de Teniente sin jamás ver acción. Durante el periodo que estuvo designado al
Campamento Dick en Texas, Sturges escribiría un ensayo titulado “Three Hundred
Words of Humor”, el cual se convertiría en su primer trabajo publicado tras
aparecer en el periódico que se editaba al interior del Campamento. En 1919,
dejaría el ejército para trabajar como administrador del Desti Emporium en
Nueva York, una tienda cuyo propietario era el cuarto esposo de su madre. Sturges
pasaría ocho años en ese lugar antes de conocer a la primera de sus cuatro esposas,
Estelle De Wolfe.
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Edward Arnold, Jean Arthur y Ray Milland en "Easy Living" (1937) / Dirección de Mitchell Leisen y Guion de Preston Sturges |
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"Remember the Night" (1940) / Dirección de Mitchell Leisen y Guion de Preston Sturges |
En 1928, poco
después de participar como actor en la obra de Broadway “Hothed”, la cual fue
escrita por Paul Osborn, Sturges ofició como productor de la obra “The Guinea
Pig”, cuyo éxito en Massachusetts motivó que esta fuese estrenada en Broadway
al año siguiente, marcando un hito en su carrera. Ese mismo año se estrenaría
la segunda obra de Sturges titulada “Stricly Dishonorable”, la cual pese a
haber sido escrita en tan solo seis días estuvo más de seis meses en cartelera,
lo que no solo le generó a Sturges ganancias cercanas a los 300.000 dólares,
sino que además llamó la atención de algunos ejecutivos hollywoodenses quienes
le ofrecerían un contrato como guionista en los Estudios Paramount a fines de
1929. De forma paralela a su trabajo en la Paramount, donde contribuiría con
algunos de los diálogos de las cintas “The Big Pond” (1930) y “Fast and Loose”
(1930), entre 1930 y 1932 Sturges produciría otras tres obras teatrales, de las
cuales una era un musical, que no gozarían de demasiado éxito. Para fines de
1932, él optó por concentrarse más en su carrera en Hollywood, firmando
contratos por cortos periodos de tiempo con los Estudios Universal, MGM y
Columbia Pictures, entre otros. Por ejemplo, al interior de la Universal contribuyó
con la confección de parte de los guiones de películas como “The Invisible Man”
(1933), “Imitation of Life” (1934) y “Next Time We Love” (1936), y escribió la
comedia romántica “The Good Fairy” (1935) y la cinta biográfica “Diamond Jim” (1935).
Para los Estudios Paramount en cambio, Sturges escribió los guiones del drama
biográfico “If I Were King” (1938), y de las comedias “Easy Living” (1937) y
“Remember the Night” (1940). Durante este periodo, Sturges también le vendió a
los estudios 20th Century Fox el guion del drama “The Power and the Glory”
(1933), el cual se dice que influenció a Orson Welles y Herman J. Mankiewicz a
la hora de escribir el guion de “Citizen Kane” (1941). Según el productor Jesse
Lasky, “Era el guion más perfecto que me tocó leer… Imagina a un productor
aceptando el guion de un autor y que no pueda realizarle ningún cambio.” A raíz
de esto, Lasky aceptó pagarle a Sturges una suma de 17.500 dólares más el 7% de
las ganancias del film, el cual recaudó más de un millón de dólares. El acuerdo
económico sin precedentes conseguido por Sturges, de inmediato elevó su
reputación en Hollywood y de paso irritó a mucha gente. De hecho, algunos años
más tarde él declararía, “Esa película me generó muchos enemigos. En aquel
entonces los escritores trabajaban en equipos, como la gente que movía pianos.
Por lo que mi guion fue considerado como una amenaza para la profesión.”
Durante el tiempo
que estuvo trabajando como guionista bajo el sistema de los estudios, pese a
que Sturges recibía un sueldo cercano a los 2.500 dólares a la semana, no podía
ocultar la insatisfacción que le generaba la manera en como los directores
manejaban sus guiones. A raíz de esto, se juramentó que algún día conseguiría
tener el control creativo de sus proyectos. En 1939 cumpliría su objetivo
cuando le ofreció el guion de “The Great McGinty” (el cual había escrito seis
años antes) a los Estudios Paramount por un dólar, a cambio de una oportunidad
para dirigirlo. Tras aceptar la inusual propuesta de Sturges (a quien en verdad
le pagaron 10 dólares por un tema legal), los ejecutivos de la Paramount integrarían
el trato a la campaña publicitaria del film, generando de esta forma un mayor interés
de la audiencia. El curioso enfoque de Sturges eventualmente pavimentaría el
camino para otros escritores/guionistas, como por ejemplo Billy Wilder y John
Huston. Consciente de lo que había logrado, Sturges se apresuró a asegurar: “Me
tomó ocho años lograr lo que quería. Pero ahora, si no me quedo sin ideas –
cosa que no haré – voy a divertirme. Hay algunas películas maravillosas que
podrían realizarse, y si Dios quiere, yo haré algunas de ellas.” “The Great
McGinty” (1940), película por la cual Sturges ganaría un Oscar al Mejor Guion
Original, es una sátira política la cual está protagonizada por un barman
llamado Dan McGinty (Brian Donlevy), quien vive en una república bananera y que
cierto día decide contarle la historia de su auge y caída a una bailarina y a
un cliente norteamericano del local en el cual trabaja. Tan seguro estaba de su
debut como director, que durante el rodaje de “The Great McGinty” Sturges
comenzó a trabajar en el que sería su próximo proyecto, la adaptación de la
obra teatral “A Cup of Coffee”, que él mismo había escrito en 1931.
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The Great McGinty (1940) |
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Preston Sturges y su particular sentido de la moda. |
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Christmas in July (1940) |
Curiosamente, en
1934 Sturges había sido contratado por los Estudios Universal para dirigir una
adaptación de la obra, pero el proyecto finalmente terminó siendo desechado
cuando los ejecutivos del estudio le asignaron otros trabajos. Para cuando
completó lo que le pidieron que hiciera, su mentor, el productor Henry Henigson,
había dejado la Universal por lo que no quedó nadie que apoyara la idea que
Sturges probara suerte como director. Una vez que él se trasladó a la
Paramount, los ejecutivos del estudio se encargarían de recuperar los derechos
de su obra por una suma de 6.000 dólares. La adaptación de “A Cup of Coffee”
finalmente llevaría por título “Christmas in July” (1940), y se centraría en la
figura de Jimmy MacDonald (Dick Powell), un empleado de la Compañía de Café
Baxter, quien tiene la costumbre de participar en cuanto concurso le sea
posible con la esperanza de cambiar su suerte. Inesperadamente, cierto día le
informan que un jingle que compuso ha ganado un premio de 25.000 dólares
otorgado por una compañía de café rival. Lo que él no sabe, es que todo se
trata de una elaborada broma llevada a cabo por tres de sus compañeros de
trabajo. Antes de enterarse de la verdad, Jimmy gastará un montón de dinero en
obsequios para sus vecinos, sin jamás imaginar los problemas financieros que
está a punto de enfrentar. Según Donald Spoto, autor de la biografía “Madcap:
The Life of Preston Sturges”, durante el rodaje de “Christmas in July” Sturges
haría gala de su particular sentido de la moda, ya que habitualmente usaría un
sombrero de paja y un bastón de bambú como parte de su vestuario. También
señalaría que el director acostumbraría a recibir visitantes en el set, todo
esto con el fin de observar sus reacciones y así poder desarrollar algunas
ideas que posteriormente incluiría en sus películas.
La tercera cinta de
Sturges como director sería la comedia screwball (subgénero de la comedia
romántica que se caracterizaría por satirizar los relatos de amor
tradicionales) “The Lady Eve” (1941), la cual estaría protagonizada por Henry
Fonda y Barbara Stanwyck. Tal y como había sucedido con “Christmas in July”,
los orígenes de este proyecto se remontaban a la época en la que Sturges
trabajaba como guionista para la Paramount, específicamente al año 1938, cuando
le asignaron la tarea de escribir un guion basado en una historia de 19 páginas
de Monckton Hoffe titulada “Two Bad Hats”, con el fin de realizar una película
que pudiese ser protagonizada por Claudette Colbert. Sin embargo, cuando
Sturges se vio envuelto en una serie de discusiones con el productor Albert
Lewin con respecto al contenido del guion, decidió archivar el proyecto hasta
que pudiese tener una mayor libertad creativa. En “The Lady Eve”, una artista
del engaño llamada Jean Harrington (Barbara Stanwyck) en compañía de su padre,
el “Coronel” Harrington (Charles Corburn), hacen todo lo posible por engatusar
al tímido e ingenuo Charles Pike (Henry Fonda), heredero de la fortuna de la
familia Pike. Sin embargo, lo que comienza como una estafa eventualmente se
convierte en una relación amorosa, que le complicará la existencia a todos los involucrados
en ella. De acuerdo a una serie de estudiosos, la trama de la cinta estaría
fuertemente inspirada en la madre de Sturges, quien se caracterizaría por ser
una mujer que siempre se las arreglaba para encontrar a un esposo adinerado
cuando sus finanzas comenzaban a flaquear, y en el relato bíblico de Adán y
Eva, específicamente en el tema de la tentación, lo que explica por qué el
protagonista se desempeña como ofidiólogo (científico que se dedica al estudio
de las serpientes). Durante el rodaje del film, Sturges nuevamente se
destacaría por su peculiar vestuario (que le valdría ser reconocido como el
hombre peor vestido de Hollywood), el cual en esta oportunidad consistiría en
una colorida boina o en un sombrero de fieltro adornado con una prominente
pluma, una bufanda de cachemira blanca, y una serie de camisas estampadas con
colores fuertes. De acuerdo a Donald Spoto, en una oportunidad el director le
explicó a un grupo de visitantes que se vestía de manera excéntrica para que
así los miembros de su equipo pudiesen encontrarlo con mayor facilidad entre
las decenas de personas que deambulaban por el set de filmación.
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The Lady Eve (1941) |
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Sullivan´s Travels (1941) |
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The Palm Beach Story (1942) |
Al igual que sus dos
cintas previas, “The Lady Eve” resultaría ser todo un éxito comercial que sería
bien recibido por la crítica. Lamentablemente, su próxima película no correría
la misma suerte. El guion de “Sullivan´s Travels” (1941) sería escrito por
Sturges a modo de respuesta a los “sermones” presentes en otras comedias, que
según él “parecían haber abandonado la diversión en favor del mensaje.” En
dicho film, el protagonista es un director de comedias livianas llamado John L.
Sullivan (Joel McCrea), quien sueña con realizar un drama con un fuerte mensaje
social. Tras convencer a los ejecutivos del estudio que lo dejen llevar a cabo
su ansiado proyecto, Sullivan decide viajar por el país vestido como un
vagabundo para así experimentar las miserias de la gente pobre. Cuando
eventualmente regresa a Hollywood, y tras conocer a una bella pero fracasada
actriz conocida como “La Chica” (Veronica Lake), Sullivan se ve envuelto en una
serie de confusos incidentes que lo llevan a descubrir su verdadera vocación. Si
bien el protagonista de “Sullivan´s Travels” tenía una serie de semejanzas con
el propio Sturges, el director se encargaría de aclarar que no se trataba de
una obra autobiográfica. De hecho, se tomaría la molestia de señalar que él no
compartía la conclusión a la que llegaba Sullivan, quien básicamente aseguraba
que hacer reír a la gente cuando está experimentando dificultades era el mejor
camino que podía tomar un artista. “No creo que este sea el mejor momento (los
días finales de la Gran Depresión y el comienzo de la Segunda Guerra Mundial)
para realizar comedias o tragedias o películas de espionaje o películas sin
espías o dramas históricos o musicales o películas sin música,” explicaría el
director. “Creo que ahora es momento de disfrutar todo tipo de formas de arte,
y eso es algo que debería considerarse siempre.”
Aun cuando
“Sullivan´s Travels” dividió al público y la crítica, lo que provocó que su
desempeño comercial no fuese el esperado, Sturges no le dio mayor importancia y
comenzó a trabajar en su próximo proyecto. Inicialmente Sturges jugueteó con la
idea de realizar otra película junto a Veronica Lake titulada “The Passionate
Witch”. Sin embargo, dicho proyecto finalmente le sería entregado al cineasta
francés René Clair (todo esto con la bendición de Sturges, quien oficiaría como
productor del film), y sería estrenado bajo el título “I Married a Witch”
(1942) con bastante éxito. A raíz de esto, Sturges escribió un guion cuyo
título tentativo era “Is That Bad?”, el cual se burlaba de la clase acomodada,
la que el director conocía de bastante cerca. Y es que su segunda esposa,
Eleanor Hutton, con quien contrajo matrimonio en 1930, era una acaudalada
aristócrata que en algún momento de su vida fue cortejada por el Príncipe
Jerome Rospigliosi-Gioeni. Esto sumado a sus constantes viajes a Europa durante
su adolescencia, le dio suficiente material al director para escribir un guion
en el que entre otras cosas, incluiría un incidente que le ocurrió mientras
viajaba con su madre en un tren a Paris, donde el vagón en el que estaba su
compartimiento se separó del resto del tren mientras ellos estaban cenando dos
vagones más adelante. Este nuevo proyecto finalmente sería titulado “The Palm
Beach Story” (1942), y sería la producción más costosa de Sturges hasta la
fecha. Si bien una buena parte de su elevado presupuesto fue destinado a la
construcción de los sets, una cantidad importante del dinero correspondía al
salario de sus actores: mientras que Claudette Colbert cobró 150.000 dólares,
Joel McCrea recibió 60.000 dólares por su participación. En su autobiografía,
Sturges escribiría que “The Palm Beach Story” fue “concebida como una
ilustración de mi teoría de la aristocracia de la belleza, o, como Claudette
Colbert le expresa a Joel McCrea, ´Tú no tienes idea de lo que una chica con
las piernas largas puede hacer sin hacer nada…´ El escenario escogido sería el
Palm Beach que conocí durante los años que visité a Paris Singer ahí. Las pocas
semanas que pasé en la casa de invitados de Eleanor en Mar-a-Lago también
fueron útiles para la historia. Los millonarios son divertidos.”
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Foto del elenco durante el rodaje "The Palm Beach Story" / De izquierda a derecha: Joel McCrea, Mary Astor, Preston Sturges, Claudette Colbert y Rudy Vallée |
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The Miracle of Morgan´s Creek (1944) |
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Hail The Conquering Hero (1944) |
El protagonista de “The
Palm Beach Story” es Tom Jeffers (Joel McCrea), un inventor cuya carencia de
financiamiento no le permite involucrarse en proyectos importantes. Cansada de
su precaria situación económica, su esposa Geraldine (Claudette Colbert)
encuentra una particular solución a su dilema – se divorciará de Tom, se casará
con un millonario, y luego utilizará sus fondos para financiar el proyecto
soñado de su ex esposo. Naturalmente, Tom se opone de plano a esta idea, pero
antes de poder persuadirla, Geraldine toma un tren con dirección a Palm Beach
con la intención de encontrar a un soltero millonario, lo que obligará a Tom a
perseguirla para detenerla antes de que sea demasiado tarde. Afortunadamente
para Sturges, “The Palm Beach Story” sería bien recibida por el público y la
crítica, especialmente porque en aquel momento la gente necesitaba un respiro
de los dramas y las cintas bélicas que aludían a la Segunda Guerra Mundial. Por
otro lado, los orígenes del próximo proyecto de Sturges se remontarían a 1939, cuando
el director en compañía de Irwin Shaw, Les River, Charles Brackett y Waldo
Twitchell, escribió un guión acerca de la vida de W. T. G. Morton, dentista
responsable de utilizar por primera vez el éter inhalado como un anestésico
quirúrgico, para que fuese dirigido por Henry Hathaway. Debido a diversos
motivos, entre los que se encontraban ciertas opiniones divididas con respecto
al rol de Morton en el uso de la anestesia, los ejecutivos de la Paramount
decidieron archivar el proyecto de manera indefinida. Debido a que Sturges
estaba convencido que la historia de Morton era la oportunidad perfecta para
hablar de temas como el sacrificio, el triunfo y la tragedia, y combinarlos con
elementos propios de la sátira, le hizo algunos cambios al guion original y
utilizó sus recientes éxitos de taquilla para convencer a los ejecutivos de la
Paramount que el proyecto podía funcionar a nivel comercial. Fue así como en
Abril de 1942 comenzó con el rodaje de “The Great Moment” (1944), cinta que
nuevamente contaría con Joel McCrea como protagonista.
Debido a que la vida
de William Thomas Green Morton más allá de su descubrimiento fue bastante
aburrida, Sturges pensó que sería una buena idea relatar la historia a través
de dos flashbacks desordenados cronológicamente (el primer flashback se centra
en algunos eventos ocurridos después del descubrimiento de Morton, mientras que
el segundo, el cual es mucho más extenso, cuenta como era su vida previa a su
gran triunfo). Sin embargo, cuando los ejecutivos de la Paramount pudieron ver
la cinta terminada, se mostraron sumamente insatisfechos con la configuración
del relato, con el tono de algunas de las actuaciones, y con el prólogo de la
historia, razón por la cual no solo editaron el film al punto de convertirlo en
una obra casi incomprensible, sino que además decidieron estrenarla dos años
después de terminado su rodaje, con resultados francamente desastrosos que
dañaron irremediablemente la carrera de Sturges. Antes de que aquello
sucediera, el director filmó otras dos películas para la Paramount. La primera
de estas sería “The Miracle of Morgan´s Creek” (1944), la cual al igual que
“The Great Moment” también fue rodada en 1942. Su protagonista es una joven
pueblerina llamada Trudy Kockenlocker (Betty Hutton), quien tras una noche de
fiesta se da cuenta que se ha casado con un soldado cuyo nombre no recuerda, y
lo que es aún peor, es que tiempo después descubre que esa misma noche también
ha quedado embarazada. Para evitar la vergüenza que todo esto puede provocarle
a ella y su familia, Trudy le pide a Norval Jones (Eddie Bracken), un soldado
que ha estado enamorado de ella durante años, que la ayude a ocultar lo
sucedido sin jamás imaginar que todo se complicará a niveles insospechados.
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The Great Moment (1944) |
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The Sin of Harold Diddlebock (1947) |
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Vendetta (1950) |
Si bien la trama de
“The Miracle of Morgan´s Creek” puede parecer algo inocente para los estándares
actuales, en su momento fue percibida como una obra prácticamente ofensiva. Consciente
que en aquel entonces a causa del estallido de la Segunda Guerra Mundial,
Hollywood estaba realizando películas que exaltaran el patriotismo reinante,
las virtudes de los nobles soldados, la fidelidad de las esposas que esperaban
su regreso, y los valores tradicionales norteamericanos, Sturges escribió un
guion que satirizaba todo aquello, lo que lo puso en aprietos con los
organismos censores. Fueron tantos los cambios que tuvo que realizarle al guion
original, que cuando comenzó el proceso de rodaje Sturges solo había logrado
completar diez páginas del mismo, por lo que no tenía muy claro cómo se iba a
desarrollar la historia. Esto lo obligó a escribir nuevas páginas del guion por
las noches, con la esperanza de cumplir con los tiempos estipulados
originalmente para el rodaje. Debido a que en 1942 los Estudios Paramount
tenían un exceso de producciones en su poder que podían estrenar, incluyendo
“The Great Moment” del propio Sturges, decidieron retrasar el lanzamiento de “The
Miracle of Morgan´s Creek” hasta Enero de 1944. Para sorpresa de todos, la
cinta no solo se convirtió en un éxito de taquilla, sino que además le agradó a
los críticos, quienes destacaron como su audacia e irreverencia desafiaban
directamente al rígido Código Hays. La última película que Sturges filmaría
para los Estudios Paramount, aun cuando esta fue estrenada antes que “The Great
Moment”, sería “Hail the Conquering Hero” (1944). En dicha película el protagonista es Woodrow
Lafayette Pershing Truesmith (Eddie Bracken), un joven residente de un pequeño
pueblo cuyo padre, “Hinky Dinky” Truesmith, fue un marine que falleció como un
héroe durante la Primera Guerra Mundial. Cuando Woodrow es dado de baja del
Cuerpo de Marines por padecer rinitis alérgica, con el fin de no decepcionar a
su madre (Georgia Caine), le hace creer que está participando de la Segunda
Guerra Mundial en Europa, cuando en verdad está trabajando en un embarcadero en
San Diego. Eventualmente debido a una serie de malentendidos, los habitantes de
su pueblo originario se convencen que Woodrow es un héroe de guerra, por lo que
lo persuaden para que se presente como candidato opositor al pomposo alcalde
del lugar, el señor Everett D. Noble (Raymond Walburn).
La que según el
propio Sturges fue su cinta con “menos cosas malas”, es una sátira de la
adoración sin sentido a los héroes, de los políticos de los pueblos pequeños, y
de la reverencia excesiva que los norteamericanos tenían por la institución de
la maternidad. Aun cuando el Departamento de Guerra le solicitó a Sturges que
le realizara algunos cambios al guion, el director de todas formas se las
arregló para divertirse a expensas de la facilidad con la que emergían héroes
de guerra. Tras ser sometida a una fallida exhibición de prueba en Nueva York,
el productor Buddy G. DeSylva decidió eliminar algunas escenas de la cinta
(todo esto una vez que Sturges dejó la Paramount). Después de otra fallida
exhibición de prueba, DeSylvia aceptó que Sturges regresara sin goce de sueldo
a reescribir el guion. Con el fin de asegurar que su visión fuese respetada, él
mismo dirigiría el rodaje de las escenas nuevas, lo que permitiría que la cinta
finalmente fuese estrenada en Abril de 1944 con una buena recepción por parte
de la crítica, al punto que Sturges obtuvo una nominación al Oscar al Mejor
Guion Original. Pese a los éxitos obtenidos con sus películas, la relación
entre Sturges y los ejecutivos de los Estudios Paramount, en especial con el ya
mencionado Buddy G. DeSylva, sería bastante conflictiva ya que se dice que el
productor envidiaba la libertad creativa que ostentaba el director al interior
del estudio. Otros trascendidos con respecto a la salida de Sturges de la
Paramount, parecen tener relación con la tendencia por parte del cineasta de
reutilizar a un grupo de actores en sus producciones, lo que según los
ejecutivos del estudio podía provocar que la audiencia se cansara de ver
siempre los mismos rostros. Con respecto a esto el director declararía, “Estos
actores contribuyeron en la obtención de mis primeros éxitos por lo que gozaron
del derecho a participar en mis películas subsecuentes.”
Durante el periodo
que trabajó al interior de la Paramount y se caracterizó por ser el tercer
hombre mejor pagado de Hollywood, Sturges invirtió su dinero en diversos
proyectos, como por ejemplo una compañía de ingeniería, un restaurante y un
club nocturno, los que lamentablemente le provocaron más pérdidas que
ganancias. Debido a esto, tras el estrepitoso fracaso de “The Great Moment”, el
temperamental director experimentó varios problemas económicos que entre otras
cosas, lo obligaron a pedirle dinero prestado a Solomon Sturges y a otros de
sus conocidos. Entre las personas que se ofrecieron a financiar sus próximos
proyectos como director independiente se encontraría el millonario Howard
Hughes, quien algunos años antes había entablado una amistad con Sturges. Fue
así como ambos hombres formaron una sociedad en 1944 llamada California
Pictures, con la promesa que el cineasta gozaría de una absoluta libertad
creativa, provocando la envidia de muchos de sus pares. Sin embargo, desde la
creación y estructuración de California Pictures, pasarían tres años antes de que
Sturges pudiese filmar una película. Para colmo, cuando rodó “The Sin of Harold
Diddlebock” (1947) junto a la estrella del cine mudo Harold Lloyd, a quien
Sturges convenció de salir de su retiro, el director se pasó del presupuesto y
del tiempo designado originalmente para la producción del film. Lo que empeoró
aún más la situación, fue que la película obtuvo pésimos resultados de
taquilla, lo que enfadó a Hughes quien pese a haber prometido que no
interferiría en la producción de la cinta, de todas formas la retiró de las
salas de cine de manera prematura para realizarle algunos cambios, proceso que
le tomaría cuatro años a Sturges. Cuando finalmente fue reestrenada bajo el
título “Mad Wednesday”, la cinta no pudo revertir su fracaso comercial
original.
Por otro lado, en
1946 la California Pictures comenzaría a producir una cinta titulada “Vendetta”
(1950). A pedido de Hughes, Sturges escribió un borrador de la adaptación de la
novela “Colomba” de Prosper Mérimée, todo esto con la intención que fuese
protagonizada por la protegida del millonario, Faith Domergue. Acto seguido,
Sturges contrató al director alemán Max Ophüls, para así poder concentrarse en
el rodaje de “The Sin of Harold Diddlebock”. Sin embargo, tras una semana de
rodaje, Hughes, quien se estaba recuperando de un accidente que sufrió a bordo
de un avión experimental de reconocimiento, se quejó con Sturges por la
lentitud de Ophüls y por la manera en como él había manejado la participación
de Domergue. Luego de señalar que no quería que extranjeros trabajaran para la
California Pictures, forzó a Sturges a despedir a Ophüls y a hacerse cargo de
la dirección de la cinta, lo que provocó un alza indeseada del presupuesto
original de la producción. Siete semanas más tarde, una vez que Sturges ya había
terminado con la fotografía principal de la cinta, Hughes seguía insatisfecho
con el resultado, por lo que despidió al director (aunque él aseguraría que
renunció) y disolvió su sociedad, quedándose con dos películas que solo le
generarían pérdidas. Varios años más tarde, Sturges declararía, “Cuando el
señor Hughes realizaba ciertas sugerencias con las que yo no estaba de acuerdo,
usualmente las rechazaba. La última vez que rechacé una de sus propuestas, él
me recordó que podía tomar el control de la compañía, cosa que finalmente hizo.
Así que me fui.” Al verse desempleado y totalmente desprovisto del estatus de “niño
dorado” que alguna vez ostentó, Sturges aceptó una oferta de Darryl F. Zanuck
para trabajar en los estudios 20th Century Fox, donde escribiría, produciría y
dirigiría dos películas.
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Unfaithfully Yours (1948) |
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Les Carnets du Major Thompson (1955) |
La primera de ellas
sería “Unfaithfully Yours” (1948), una comedia screwball protagonizada por Rex
Harrison, Linda Darnell y Barbara Lawrence, que no obtuvo buenos resultados de
taquilla y cuyo guion nació a partir de una historia que el propio Sturges
había escrito en 1932. La segunda sería el western/comedia romántica “The
Beautiful Blonde from Bashful Bend” (1949), la cual se convertiría en el primer
gran fracaso comercial de la actriz Betty Grable, lo que se tradujo en el
despido de Sturges. Durante los años venideros, Sturges continuó escribiendo
guiones, de los cuales la mayoría jamás logró el financiamiento necesario o
sencillamente terminaron siendo desechados. En 1951 probaría suerte con un
musical en Broadway titulado “Make a Wish”, el cual tuvo que ser reescrito por
Abe Burrows, lo que no impidió que fuese retirado de taquilla a un par de meses
de su estreno. Su siguiente proyecto teatral, “Carnival in Flanders”, otro
musical que Sturges escribió y dirigió, fue retirado de cartelera tras su sexta
presentación. En 1952, la actriz Katharine Hepburn lo convenció de adaptar y
dirigir la obra teatral “The Millionairess”, la cual ella había protagonizado
con bastante éxito ese mismo año. Sin embargo, la actriz no logró que ningún
estudio financiara el proyecto. Las cosas empeorarían de manera drástica para
el director cuando en 1953 el Servicio de Impuestos Internos le embargó una
buena parte de sus propiedades, lo que obligó a Sturges a asumir sus problemas
de forma pública y a declarar lo siguiente: “He tenido mucho por bastante
tiempo, es natural que el péndulo oscile hacia el otro lado por un tiempo, y la
verdad es que no voy ni puedo quejarme.” Durante dicho periodo, comenzaría a
beber alcohol con frecuencia lo que deterioró su matrimonio con Anne Margaret
Nagle (su cuarta esposa, con quien tuvo dos hijos) y su relación con muchos de
sus conocidos.
Sus problemas
tributarios lo llevarían a pasar gran parte de su tiempo en Europa, donde
filmaría su última película, “Les Carnets du Major Thompson” (1955), la cual
era una adaptación de la novela del mismo nombre del escritor Pierre Daninos. Tal
y como había sucedido con sus trabajos previos, la cinta no logró convencer ni
al público ni a la crítica, pasando sin pena ni gloria por Francia y los
Estados Unidos. Poco antes de fallecer el 6 de Agosto de 1959, debido a un
infarto cardíaco mientras escribía su autobiografía, Sturges resumiría su
carrera de manera bastante particular: “En medio de los fracasos, es verdad, he
tenido algún éxito ocasional, pero comparado con la carrera de un buen
boxeador, por ejemplo, mi porcentaje ha sido lamentable. Conseguí un empate en
mi primera pelea, aturdí a todo el mundo al ganar el campeonato en la segunda,
obtuve un par de victorias gracias a buenas películas, y luego fui noqueado
tres veces consecutivas. Mientras arrastraba mi cansado cadáver por Hollywood, de
inmediato fui noqueado nuevamente, gané una pelea importante seis meses más
tarde, y luego marqué el paso durante seis años como alguien común y corriente
tomando todo aquello que podía. De pronto se asomó una oportunidad y me
ofrecieron pelear por el campeonato mundial por un dólar. Para sorpresa de
todos, gané el campeonato y lo defendí exitosamente por una cantidad de años, ganando
nueve veces por knock-out, logrando tres empates, perdiendo dos veces y recibiendo
un sin decisión en Europa. Cuando regresé a América para una pelea, esta fue
cancelada a último momento, ya que uno de los promotores se volvió loco y tuvieron
que cerrar todo. Por qué no estoy caminando sobre mis talones después de todo
esto, no lo sé. Quizás estoy caminando sobre mis talones. Sería sorprendente si
no fuese así.”
Si se analiza su
carrera, Preston Sturges bien podría ser identificado como el polo opuesto a
Frank Capra, ya que se trataba de un director más cínico que sentimental, más
satírico que apologista, y un mayor defensor de la lengua y del cerebro afilado
que del corazón cálido y suave. Pero la verdad es que Sturges no estaba tan
alejado de Capra como su obra parece señalar. Aun cuando Sturges se sentía
mejor con las escenas cómicas que con la ideología expresa, al igual que Capra
experimentaba muchas dificultades cuando tenía que combinar incidentes
divertidos con asuntos mucho más serios. Al mismo tiempo, a pesar de
privilegiar la inteligencia, los personajes más simpáticos de Sturges se
caracterizan por tener corazones sinceros ocultos bajo un duro exterior. Probablemente
el motivo principal por el cual el director logró llevar la comedia screwball a
un nivel mucho más elevado, fue porque tenía una gran habilidad a la hora de
escribir los diálogos de sus películas. De hecho, es uno de esos cineastas cuyos
golpes de una sola línea son frecuentemente tan memorables como sus filmes. Más
allá de sus altibajos, es indudable que Preston Sturges era poseedor de un
talento abrumador, lo que explica por qué gran parte de sus obras son prodigios
de imaginación y ritmo cómico, que han sabido mantener su vigencia pese al paso
del tiempo. Si tan solo su agitada existencia no hubiese sido un reflejo del
caos absurdo al que sometió a gran parte de sus personajes, probablemente
Sturges hubiese sido capaz de producir otro puñado de verdaderas joyas
cinematográficas como aquellas que llevó a cabo en el mejor momento de su
carrera.
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