El productor, guionista y director William Castle, quien usualmente es recordado como “el Rey del Gimmick”, tuvo una carrera que se caracterizĆ³ mĆ”s por su peculiar inclinaciĆ³n por los trucos publicitarios o gimmicks, que por la calidad o la trascendencia de sus obras que usualmente deambularon por los terrenos del cine de terror. Aun cuando sus ingeniosas maniobras supieron despertar el interĆ©s de la audiencia de la Ć©poca por sus cintas de bajo presupuesto, estas tambiĆ©n provocaron que eventualmente ni el pĆŗblico ni la crĆ­tica pudiese tomar en serio sus creaciones, lo que a su vez causĆ³ en Ć©l una gran amargura que muy pocas veces exteriorizĆ³. Pese a lo revolucionario del mĆ©todo utilizado por Castle para otorgarle cierta notoriedad a sus producciones, Ć©l no serĆ­a el primero en utilizar artimaƱas que bĆ”sicamente buscaban convertir la experiencia cinematogrĆ”fica en algo absolutamente interactivo. Por ejemplo, en 1960 el director Hans Laube estrenĆ³ la cinta “Scent of Mystery” bajo la promesa que esta contarĆ­a con un gimmick bautizado con el nombre Smell-O-Vision, el cual buscaba estimular el olfato de la audiencia mediante la emanaciĆ³n de aromas en determinados puntos de la pelĆ­cula. Lo mĆ”s curioso de todo el asunto, es que al parecer Laube se habrĆ­a inspirado en lo realizado varias dĆ©cadas antes por Samuel Roxy Rothafel, quien en 1906 durante la proyecciĆ³n de un corto informativo acerca del Desfile del Torneo de las Rosas que se celebra en California, utilizĆ³ un algodĆ³n humedecido con aceite de rosas y un ventilador para que la experiencia fuese un verdadero golpe a los sentidos.

William Castle, cuyo verdadero nombre es William Schloss Jr., naciĆ³ el 24 de Abril de 1914 en la ciudad de Nueva York. Hijo de padres judĆ­os, Castle quedarĆ­a huĆ©rfano a temprana edad. Tras la muerte de su madre cuando Ć©l tenĆ­a nueve aƱos, algunos meses mĆ”s tarde tuvo que experimentar la muerte de su padre, quedando entonces a cargo de su hermana mayor. Si bien su pasiĆ³n por el cine se encenderĆ­a tras asistir a una proyecciĆ³n de la cinta “The Hunchback of Notre Dame” (1923), lo que lo llevarĆ­a a pasar incontables horas frente a un espejo intentando recrear el maquillaje utilizado por Lon Chaney en dicho film, fue a los 13 aƱos de edad que realmente descubriĆ³ cuĆ”l serĆ­a su vocaciĆ³n. Fue tal la fascinaciĆ³n que le provocĆ³ la obra teatral “Dracula” protagonizada por Bela Lugosi, que asistiĆ³ en numerosas oportunidades a verla hasta que consiguiĆ³ conocer personalmente al actor. SegĆŗn comentarĆ­a el propio Castle en su autobiografĆ­a, “Step Right Up! I´m Gonna Scare the Pants of America”: “Fue entonces que yo supe que querĆ­a hacer con mi vida – querĆ­a horrorizar al pĆŗblico.” Tras su encuentro con Lugosi, el actor lo ayudĆ³ a conseguir un puesto como asistente del director de escena durante la gira de la obra por todo el paĆ­s. Fue asĆ­ como a los 15 aƱos de edad Castle decidiĆ³ abandonar la escuela para dedicarse por completo a trabajar en Broadway, donde no solo construyĆ³ varios escenarios para el productor David Belasco, sino que ademĆ”s pudo incursionar como actor tras hacerse pasar por el sobrino del empresario Samuel Goldwyn. Como era de esperar, su trabajo en el teatro no generaba demasiados ingresos, por lo que se vio obligado a aceptar diversos empleos para sobrevivir, como por ejemplo lavar platos para la compaƱƭa Horn & Hardart Automat y oficiar como maniquĆ­ viviente en una de las vitrinas de la tienda Bloomingdale´s. Afortunadamente todo su sacrificio serĆ­a recompensando, ya que la experiencia obtenida durante su adolescencia en el mundo del teatro eventualmente probarĆ­a ser bastante Ćŗtil cuando Castle decidiĆ³ probar suerte como director.  

Macabre (1958)
House on Haunted Hill (1959)
El Gimmick "Emergo" en AcciĆ³n

En una clara demostraciĆ³n que Castle era un hombre ingenioso y perseverante, en 1941 se consiguiĆ³ el nĆŗmero telefĆ³nico de Orson Welles y lo convenciĆ³ de arrendarle el Teatro Stony Creek ubicado en Connecticut, tras presentarse a sĆ­ mismo como un productor experimentado. Fue en aquel entonces que Castle pondrĆ­a en prĆ”ctica su primer truco publicitario, el cual con el correr de los aƱos adquiriĆ³ las caracterĆ­sticas de un verdadero mito urbano. Poco despuĆ©s de arrendar el teatro Castle contratĆ³ a la actriz alemana Ellen Schwanneke, sin saber que bajo las regulaciones reinantes del gremio teatral, los actores alemanes solo podĆ­an participar en obras que originalmente hubiesen sido estrenadas en Alemania. A raĆ­z de esto, Ć©l asegurĆ³ que la habĆ­a contratado para protagonizar una obra supuestamente titulada “Das ist nicht fĆ¼r Kinder (Not for Children)”, la cual terminarĆ­a escribiendo durante un fin de semana para luego pedir la tradujeran rĆ”pidamente al alemĆ”n. Cuando el Tercer Reich invitĆ³ a la estrella de “MƤdchen in Uniform” (1931) a regresar a Alemania, Castle aprovechĆ³ la situaciĆ³n para poner en marcha un arriesgado y extravagante truco publicitario. No contento con enviarle a la prensa lo que segĆŗn Ć©l era un telegrama que expresaba el rechazo por parte de Schwanneke a la invitaciĆ³n de Hitler, Castle comenzĆ³ a referirse a la actriz como “la muchacha que le dijo no a Hitler”. Para agregarle aĆŗn mĆ”s sensacionalismo a todo el asunto, Ć©l secretamente destrozĆ³ el teatro y pintĆ³ varias esvĆ”sticas en el exterior. Su maniobra resultĆ³ mejor de lo esperado y asegurĆ³ el Ć©xito de la obra, lo que le valiĆ³ una invitaciĆ³n para conocer al presidente de los Estudios Columbia Pictures, Harry Cohn. Castle se reunirĆ­a solo una vez con el “Rey” Cohn antes de comenzar a absorber las mecĆ”nicas de trabajo de los profesionales del estudio. Tras conocer al director Joseph Santley, Castle consiguirĆ­a su primer trabajo en Hollywood como director de diĆ”logos de la cinta “Music In My Heart” (1940). Durante un lapso de aproximadamente tres aƱos, Castle desarrollĆ³ las labores de director de diĆ”logos, asistente del editor y extra en docenas de producciones de la Columbia.

De acuerdo a lo mencionado por su hija en el documental “Spine Tingler! The William Castle Story” (2007), la personalidad extrovertida y entusiasta de Castle provocaba que la gente rĆ”pidamente le tomara afecto. Esto explicarĆ­a por quĆ© se convirtiĆ³ en el protegido y en una de las pocas personas que le simpatizaban a Cohn. Tras varios aƱos de esfuerzo por fin llegarĆ­a el debut de Castle como director con la cinta de misterio “The Chance of a Lifetime” (1943), la cual estarĆ­a protagonizada por Chester Morris. Lamentablemente, Castle odiarĆ­a el guion de dicho film y la crĆ­tica odiarĆ­a a Castle, al punto que The Hollywood Reporter lo describirĆ­a como alguien “incapaz de manejar una pelĆ­cula.” Haciendo caso omiso a los comentarios, Castle dirigirĆ­a alrededor de cuarenta pelĆ­culas – entre ellas cuatro de las ocho adaptaciones de la serie de radioteatro “The Whistler” – antes de lanzar su primer proyecto independiente. Durante este periodo que se prolongĆ³ por casi quince aƱos, Castle no solo adquiriĆ³ la reputaciĆ³n de ser un cineasta veloz que era capaz de ahorrar parte de los presupuestos que le eran asignados, sino que tambiĆ©n superĆ³ una amebiasis y una pĆ©rdida de peso de aproximadamente 35 libras cuando asumiĆ³ el rol de productor asociado y director de la segunda unidad a cargo del rodaje en MĆ©xico de la cinta “The Lady from Shanghai” (1947) de Orson Welles. Por otro lado, a mediados de la dĆ©cada del cincuenta, Castle trabajarĆ­a brevemente en la televisiĆ³n como director y productor antes de dar el gran paso que cambiarĆ­a por completo su carrera.  

The Tingler (1959)
13 Ghosts (1960)
Homicidal (1961) y su "Descanso del Horror"

El Ć©xito que tuvo en NorteamĆ©rica el thriller psicolĆ³gico francĆ©s “Les Diaboliques” (1955) del director Henry-Georges Clouzot, cinta que Castle vio en compaƱƭa de su esposa Ellen Falck, despertĆ³ en Ć©l su viejo deseo de producir pelĆ­culas de terror. Convencido que en Hollywood hace al menos una dĆ©cada que no se realizaba una buena cinta de suspenso, Castle hipotecĆ³ su casa y retirĆ³ todos sus ahorros del banco para asĆ­ poder llevar a cabo su proyecto. En compaƱƭa del guionista Robb White, Castle adaptĆ³ la novela “The Marble Forest” del escritor Theo Durrant (que en verdad era el seudĆ³nimo utilizado por un colectivo compuesto por 12 escritores) bajo el tĆ­tulo de “Macabre” (1958). Tras ver el producto terminado (el cual fue filmado en tan solo seis dĆ­as con un presupuesto de $86.000 dĆ³lares), Castle se dio cuenta que Ć©l no era precisamente Henry-Georges Clouzot por lo que comenzĆ³ a pensar en una artimaƱa publicitaria que lo ayudara a vender la pelĆ­cula. Fue entonces cuando se le ocurriĆ³ una genial idea: Por $5.000 dĆ³lares contratĆ³ una pĆ³liza en la compaƱƭa Lloyd`s of London que aseguraba el pago de $1.000 dĆ³lares si alguna persona fallecĆ­a de miedo durante la exhibiciones de “Macabre”. “Por supuesto que serĆ­a espantoso que alguien realmente falleciera en el teatro,” le dirĆ­a Castle a White para luego aƱadir con algo de vergĆ¼enza, “Pero la publicidad serĆ­a espectacular.” Pese a que una buena cantidad de estudios rechazarĆ­a distribuir la producciĆ³n, eventualmente Steve Brody, quien trabajaba en la compaƱƭa Allied Artists, accediĆ³ a pagarle a Castle aproximadamente $150.000 dĆ³lares y otorgarle un 7% de las potenciales ganancias de su film. Para sorpresa de todo el mundo, “Macabre” recaudĆ³ mĆ”s de un millĆ³n de dĆ³lares, lo que de paso sirviĆ³ para que Castle siguiera desarrollando su veta de publicista/charlatĆ”n. 

Para su siguiente proyecto, “House on Haunted Hill” (1959), el cual estarĆ­a protagonizado por Vincent Price, Castle nuevamente se asociĆ³ con Robb White quien oficiĆ³ como productor y guionista. SegĆŗn el propio Castle, su nueva pelĆ­cula “era un esfuerzo serio por contar una historia terrorĆ­fica ambientada en una casa embrujada.” En la lĆ­nea del truco publicitario ocupado por Castle en “Macabre”, el protagonista de “House on Haunted Hill” es un millonario que ofrece una recompensa de $10.000 dĆ³lares a cualquiera que sea capaz de sobrevivir una noche en una macabra mansiĆ³n que supuestamente estĆ” embrujada. En esta oportunidad, Castle asegurĆ³ que habĆ­a fotografiado la pelĆ­cula utilizando un nuevo proceso llamado Emergo, el cual permitĆ­a que la “emociĆ³n volara directamente hacia a la audiencia”. Sin embargo, la emociĆ³n a la cual se referĆ­a Castle no era mĆ”s que un esqueleto luminoso que estaba escondido dentro de una caja ubicada sobre la pantalla, el cual era liberado en direcciĆ³n hacia la audiencia en los momentos finales del film. Entre otras cosas, “House on Haunted Hill” marcarĆ­a la primera apariciĆ³n del cineasta en una de sus pelĆ­culas, todo esto con la finalidad de presentar la historia y explicar la supuesta funciĆ³n del gimmick de turno. Gracias a su ingenio “House on Haunted Hill” tambiĆ©n resultĆ³ ser un Ć©xito, lo que motivĆ³ a los Estudios Columbia a involucrarse en el prĆ³ximo proyecto del director. Con Vincent Price nuevamente como protagonista, “The Tingler” (1959) relata los esfuerzos de un doctor por capturar a un extraƱo organismo que se alberga al interior de todas las personas, el cual supuestamente crece en la base de la mĆ©dula espinal cada vez que alguien siente miedo y que solo puede ser destruido gritando. AdemĆ”s de la novedad de utilizar color en las secuencias que involucraban sangre, Castle inventĆ³ un truco publicitario que bautizarĆ­a como Percepto, el cual prometĆ­a la liberaciĆ³n de los “tinglers” en las salas de cine durante las exhibiciones de la pelĆ­cula. Para lograr dicho efecto, Castle comprĆ³ unos pequeƱos motores que eran instalados bajo las butacas de cada una de las salas donde era exhibido el film, para simular las vibraciones producidas por las criaturas, todo esto al mismo tiempo que el personaje de Vincent Price le imploraba a la audiencia, “¡Griten… griten por sus vidas!” 
 
Ticket entregado en "La Esquina de los Cobardes"
Mr. Sardonicus (1961)
Tarjeta de VotaciĆ³n para Decidir el Destino del protagonista de "Mr. Sardonicus"

Para su prĆ³xima pelĆ­cula, “13 Ghosts” (1960), en la cual una familia heredaba una casa habitada por 13 fantasmas, Castle utilizĆ³ un proceso llamado Illusion-O, el cual supuestamente solo era perceptible con la ayuda de unos anteojos bautizados como “Visores de Fantasmas”, los cuales les eran entregados a la audiencia. Durante ciertos segmentos de la cinta, los espectadores podĆ­an escoger ver a los fantasmas con la ayuda de un pedazo de celofĆ”n rojo, o esconderse de ellos mediante el uso de un trozo de celofĆ”n azul. MĆ”s allĆ” de lo prometedor del efecto promocionado por el director, la verdad es que los fantasmas eran distinguibles sin la necesidad de utilizar el visor. Aun cuando sus pelĆ­culas tenĆ­an un cierto encanto y por lo menos resultaban ser entretenidas, claramente carecĆ­an de las virtudes necesarias para ser consideradas como obras trascendentales del gĆ©nero del horror. Buscando la inspiraciĆ³n necesaria para mejorar la calidad de sus producciones, en su prĆ³ximo proyecto Castle intentarĆ­a emular lo realizado por Alfred Hitchcock en el film “Psycho” (1960). De esta forma nacerĆ­a el thriller psicolĆ³gico “Homicidal” (1961), el cual marcarĆ­a el fin de la sociedad entre el director y Robb White. En esta oportunidad Castle ofrecerĆ­a un “Descanso del Horror” cerca del clĆ­max del film, durante el cual los espectadores tenĆ­an 45 segundos para decidir si querĆ­an terminar de ver la pelĆ­cula, o preferĆ­an abandonar la sala y obtener un reembolso de su entrada. Con respecto a este gimmick, el director John Waters, quien ha declarado que es un ferviente admirador de la obra de Castle, mencionarĆ­a en una oportunidad: “William Castle sencillamente se volviĆ³ loco. Ɖl saliĆ³ con algo llamado ´La Esquina de los Cobardes,´ la cual era una cabina de cartĆ³n amarillo ubicada en la entrada que era controlada por uno de los empleados del teatro. Cuando era anunciado el descanso, y tĆŗ te dabas cuenta que ya no podĆ­as soportarlo mĆ”s, tenĆ­as que abandonar tu asiento y, en frente de toda la audiencia, seguir unas huellas amarillas ubicadas en el pasillo, las cuales eran iluminadas por una luz amarilla. Antes de llegar a la Esquina de los Cobardes, debĆ­as cruzar unas lĆ­neas amarillas que contenĆ­an el mensaje: `Cobardes sigan caminando`. AhĆ­ pasabas al lado de una enfermera, quien te media la presiĆ³n. Como si esto fuera poco, habĆ­a una grabaciĆ³n que sonaba a todo volumen y que repetĆ­a: ´¡Miren a las gallinas! ¡Miren como tiemblan en la Esquina de los Cobardes!´ Mientras el pĆŗblico aullaba, tenĆ­as que enfrentar una Ćŗltima indignidad – en la Esquina de los Cobardes te forzaban a firmar un cartel amarillo que decĆ­a: `Soy un cobarde certificado.`” 

En “Mr. Sardonicus” (1961), cinta la cual contaba la historia de Krull (Oskar Homolka), un hombre cuyo rostro queda desfigurado con una horrenda expresiĆ³n luego de profanar la tumba de su padre en busca de un boleto de loterĆ­a, Castle utilizarĆ­a una estrategia publicitaria similar a la de su film anterior. Durante el clĆ­max de la historia, la audiencia era sometida a una encuesta para decidir el destino del villano. Para llevarla a cabo, a todos los asistentes se les entregaba una tarjeta negra que tenĆ­a el dibujo de un pulgar levantado que brillaba en la oscuridad, el cual debĆ­an alzar con el dedo apuntando hacia abajo o hacia arriba dependiendo si querĆ­an que el protagonista fuese asesinado o curado de su peculiar condiciĆ³n. Supuestamente nadie nunca tuvo misericordia con el protagonista, por lo que el final alternativo jamĆ”s fue proyectado. Aun cuando Castle asegurĆ³ en su autobiografĆ­a que el final misericordioso efectivamente fue filmado, no hay pruebas de que aquello sea cierto. Ya durante la dĆ©cada del sesenta, tanto sus gimmicks como sus pelĆ­culas perderĆ­an gran parte de su encanto. La comedia “Zotz!” (1962) por ejemplo, marcarĆ­a un pequeƱo quiebre en la seguidilla de pelĆ­culas de terror que venĆ­a realizando Castle. La historia de un hombre que adquiere poderes mĆ”gicos de parte de un dios de una civilizaciĆ³n antigua, la cual estaba basada en la novela del mismo nombre del escritor Walter Karig, estarĆ­a acompaƱada de un truco publicitario consistente en la entrega de una moneda “mĆ”gica” que brillaba en la oscuridad. “13 Frightened Girls” (1963) en cambio, era una cinta de espionaje cuya protagonista es una adolescente llamada Candace Hull (Kathy Dunn), la cual accidentalmente se ve involucrada en un complot para atacar a los Estados Unidos. Al momento de realizar esta pelĆ­cula, Castle llevĆ³ a cabo un casting internacional con el fin de encontrar a quince (no trece como especifica el tĆ­tulo del film) hermosas jĆ³venes de distintos paĆ­ses. Posteriormente filmĆ³ varias versiones ligeramente diferentes de la cinta, donde en cada una de ellas se resaltaba a la muchacha del paĆ­s en el que se iba a estrenar la producciĆ³n. 

Zotz! (1962)
 
13 Frightened Girls (1963)
Strait-Jacket (1964)

Tras filmar la comedia de horror “The Old Dark House” (1963), la cual era un remake de la pelĆ­cula del mismo nombre que James Whale dirigiĆ³ para los Estudios Universal en 1932, inspirado en el Ć©xito obtenido por el film “What Ever Happened to Baby Jane?” (1962) de Robert Aldrich, el cual serĆ­a responsable de la creciente popularidad de las pelĆ­culas de terror protagonizadas por mujeres de edad avanzada con algĆŗn grado de inestabilidad mental, Castle se asociĆ³ con el escritor Robert Bloch a la hora de producir el thriller de misterio “Strait-Jacket” (1964). En dicha cinta, Joan Crawford interpreta a una mujer que tras permanecer encerrada durante veinte aƱos en una instituciĆ³n psiquiĆ”trica debido a que decapitĆ³ a su esposo con un hacha, intenta reencontrarse con su hija Carol (Diane Baker). Aun cuando los inversionistas le pidieron que no utilizara trucos para promocionar la pelĆ­cula, Castle no contento con pedirle a Joan Crawford que hiciera una gira promocional por algunas de las salas de cine donde iba a ser exhibida la producciĆ³n, a Ćŗltimo minuto se le ocurriĆ³ entregarle hachas de cartĆ³n a cada uno de los miembros de la audiencia. Su segunda colaboraciĆ³n con Bloch tambiĆ©n serĆ­a un thriller psicolĆ³gico titulado “The Night Walker” (1964), el cual estarĆ­a protagonizado por Robert Taylor y Barbara Stanwyck. La que serĆ­a una de las Ćŗltimas pelĆ­culas de los Estudios Universal en ser filmada en blanco y negro, y el Ćŗltimo largometraje en el que participĆ³ Stanwyck, estaba protagonizada por una mujer atormentada por pesadillas recurrentes, las que al parecer estĆ”n siendo instigadas por su difunto esposo quien supuestamente falleciĆ³ en un incendio. Pese a los esfuerzos realizados por Castle, quien en esta oportunidad no recurrirĆ­a a ningĆŗn truco debido a la confianza que tenĆ­a en el trabajo y la fama de Bloch, la cinta recibiĆ³ crĆ­ticas poco favorables y obtuvo pobres resultados de taquilla.

“I Saw What You Did” (1965) nuevamente reunirĆ­a a Castle con Joan Crawford. La trama de dicho film se centra en dos adolescentes cuyas vidas estĆ”n en riesgo luego de realizarle una broma telefĆ³nica a un hombre que recientemente ha asesinado a su esposa. Si bien la producciĆ³n inicialmente fue promocionada con la ayuda de unos telĆ©fonos plĆ”sticos gigantes, tras una seguidilla de bromas telefĆ³nicas y las quejas de algunos clientes, la CompaƱƭa TelefĆ³nica Bell le prohibiĆ³ a Castle siquiera mencionar la palabra telĆ©fono. Algo molesto con la situaciĆ³n, el director decidiĆ³ convertir las Ćŗltimas filas de las salas de cine en “Zonas de Shock”. Si bien se preocupĆ³ de promocionar que en los Ćŗltimos asientos de los teatros instalarĆ­a cinturones de seguridad para evitar que la gente “saliera disparada de sus asientos por el miedo experimentado,” la verdad es que dicho gimmick jamĆ”s se llevĆ³ a cabo. “Let´s Kill Uncle” (1966) por su parte, serĆ­a la tercera y Ćŗltima pelĆ­cula que Castle filmarĆ­a para los Estudios Universal. Basada en la novela del mismo nombre de la escritora canadiense June Margaret O´Grady Skinner, quien solĆ­a firmar sus trabajos con el seudĆ³nimo Rohan O´Grady, la pelĆ­cula se centraba en un adolescente llamado Barnaby Harrison (Pat Cardi), el cual se ve atrapado en una isla junto a su tĆ­o Kevin (Nigel Green), quien desea asesinarlo para asĆ­ quedarse con la millonaria herencia que le dejĆ³ su padre. SegĆŗn Cardi, Castle habĆ­a filmado varios finales para la pelĆ­cula pero “la Universal escogiĆ³ el peor de todos. HabĆ­a mucha polĆ­tica involucrada en la realizaciĆ³n del film.” Tras dirigir y producir tres pelĆ­culas absolutamente irrelevantes, la comedia “The Busy Body” (1967), el film de horror “The Spirit is Willing” (1967), y el relato de ciencia ficciĆ³n “Project X” (1968), Castle se topĆ³ con un proyecto que estaba seguro que se convertirĆ­a en el mayor Ć©xito de su carrera. 

The Night Walker (1964)

I Saw What You Did (1965)
William Castle, Mia Farrow y John Cassavetes durante el rodaje de "Rosemary´s Baby" (1968)

Apenas pudo leer la novela “Rosemary´s Baby” del escritor Ira Levin, Castle se apresurĆ³ a hipotecar su casa con el objetivo de comprar los derechos antes de que esta fuese publicada, ya que estaba convencido que dicha historia le darĆ­a la oportunidad de dirigir una cinta de horror prestigiosa. Cuando Levin rechazĆ³ los $100.000 dĆ³lares que Castle le ofreciĆ³ por los derechos de su obra, debido a que no querĆ­a que esta cayera en manos de un director conocido por sus pelĆ­culas mediocres y sus carnavalescos trucos publicitarios, Castle se vio en la obligaciĆ³n de crear una corporaciĆ³n falsa que le permitiĆ³ concretar su objetivo. Sin embargo, cuando le ofreciĆ³ el proyecto a los Estudios Paramount Pictures, los cuales en ese entonces eran administrados por Robert Evans, este lo forzĆ³ a contratar al director Roman Polanski relegĆ”ndolo con esto solo a su rol de productor. Adicionalmente Castle tendrĆ­a un pequeƱo cameo en la pelĆ­cula, en una escena en la que el personaje de Mia Farrow estĆ” intentando ponerse en contacto con su ginecĆ³logo desde una cabina telefĆ³nica. Pese a que “Rosemary´s Baby” (1968) serĆ­a por lejos la cinta mĆ”s exitosa en la que estuvo involucrado Castle, tanto a nivel de crĆ­ticas como en lo econĆ³mico, este fue incapaz de gozar su anhelado triunfo artĆ­stico. Al fallecimiento del compositor Krzysztof Komeda ocurrido poco despuĆ©s del estreno del film, se sumĆ³ el asesinato de la actriz Sharon Tate, quien estaba casada con Polanski, a manos de la secta dirigida por Charles Manson. Para colmo, durante ese mismo periodo Castle sufriĆ³ una falla renal que lo enviĆ³ al hospital. Convencido que la producciĆ³n estaba maldita, durante un buen tiempo expresĆ³ temor incluso de caminar por la calle. Por este mismo motivo, eventualmente rechazĆ³ hacerse cargo de una posible secuela y varios aƱos mĆ”s tarde, no quiso verse involucrado en la realizaciĆ³n de “The Exorcist” (1973) porque le incomodaban algunos de los temas que trataba el guion. Para cuando logrĆ³ recuperarse, Castle nuevamente se vio confinado a las producciones de bajo presupuesto en las cuales seguirĆ­a trabajando hasta el final de su carrera, siendo la mĆ”s relevante de estas “Bug” (1975) del director Jeannot Szwarc, en la cual Castle desde su rol de productor publicitĆ³ la compra de un seguro de vida de un millĆ³n de dĆ³lares para la estrella de la cinta, la cucaracha HĆ©rcules.

Durante sus Ćŗltimos aƱos de vida, Castle tambiĆ©n se dio el tiempo para producir una serie de televisiĆ³n de antologĆ­as titulada “Ghost Story” (1972-1973), y para participar como actor con un pequeƱo papel en el drama “The Day of the Locust” (1975) del director John Schlesinger. William Castle fallecerĆ­a el 31 de Mayo de 1977 en Los Ɓngeles, debido a un infarto cardĆ­aco. Aun cuando es evidente que Castle jamĆ”s fue un buen cineasta, se las arreglĆ³ para sobresalir como un showman en toda su regla, como un verdadero maestro de la publicidad cinematogrĆ”fica, pero por sobre todo como un visionario que supo entender como pocos la relaciĆ³n que se establece entre el espectador y aquello que estĆ” sucediendo en la pantalla. Fue precisamente gracias a eso que logrĆ³ conformar un club de fans que llegĆ³ a congregar a cerca de doscientos cincuenta mil miembros, o que directores como Robert Zemeckis y Joe Dante se declararan fervientes admiradores de su obra. De hecho, Dante decidiĆ³ homenajear a Castle a travĆ©s de su cinta “Matinee” (1993), donde el protagonista interpretado por John Goodman es precisamente un director que intenta capitalizar la histeria creada por la Crisis de los Misiles Cubanos mientras estrena una pelĆ­cula de horror de escaso presupuesto. Finalmente, cuando en 1991 se reeditĆ³ la autobiografĆ­a de Castle, “Step Right Up! I´m Gonna Scare the Pants of America”, John Waters escribiĆ³ un prefacio que describe perfectamente al director y el sentir de quienes disfrutaron de sus pelĆ­culas y de sus extravagantes gimmicks: “Fue un famoso showman al cual se le extraƱa en el actualmente mediocre mundo del espectĆ”culo.”

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