En 1925, Agatha
Christie publicĆ³ una historia corta titulada “Traitor´s Hand” en la publicaciĆ³n
semanal Flynn´s sin demasiada fanfarria. Ocho aƱos mĆ”s tarde, dicha historia volverĆa
a ser publicada bajo el tĆtulo de “Witness for the Prosecution” en una
recopilaciĆ³n de relatos cortos de la autora britĆ”nica titulada “Hound of Death
and Other Stories”. A fines de los aƱos cuarenta, cuando la historia fue
publicada en los Estados Unidos, Christie se dio cuenta que su final distaba de
ser satisfactorio. Esto la molestĆ³ tanto, que decidiĆ³ reescribir todo como una
obra de teatro agregando en el proceso una conclusiĆ³n mucho mĆ”s ingeniosa que
la original. En 1953 la obra serĆa estrenada en Londres con gran Ć©xito, cosa
que se repetirĆa cuando esta llegĆ³ a Broadway a fines de 1954. Fue entonces
cuando llamĆ³ la atenciĆ³n de varios productores cinematogrĆ”ficos, entre los que
se encontraba el productor de cine independiente Edward Small, quien por una
suma de $435.000 dĆ³lares logrĆ³ adquirir sus derechos. Small eventualmente contactarĆa
a su colega, Arthur Hornblow Jr., quien habĆa trabajado varios aƱos al interior
de los estudios mƔs importantes de Hollywood, para ofrecerle participar en el
proyecto. La ventaja de los dramas judiciales segĆŗn Hornblow, era que le
otorgaban al espectador la oportunidad de involucrarse directamente en la
acciĆ³n, y de asumir momentĆ”neamente los roles de juez y jurado. Sin embargo,
tambiĆ©n era consciente que en algunas ocasiones estos perdĆan su encanto debido
al exceso de diĆ”logo. Es por este motivo que una vez que Billy Wilder aceptĆ³
dirigir la adaptaciĆ³n, se asegurĆ³ de contar con un guion que evitara cualquier
tipo de exceso de verborrea. Para llevar a cabo dicha tarea el hombre escogido
por la dupla de productores y el director serĆa Harry Kurnitz, un experimentado
autor de relatos de misterio. Por otro lado, Wilder sabĆa que para asegurar la
participaciĆ³n de Marlene Dietrich en la producciĆ³n, iba a ser necesario incluir
al menos un nĆŗmero musical que llamase la atenciĆ³n de la actriz. A raĆz de
esto, Wilder y compaƱĆa se vieron en la obligaciĆ³n de incluir un vistoso
flashback que relata la vida del personaje interpretado por Dietrich en Alemania
tras el tƩrmino de la Segunda Guerra Mundial, momento en el cual ella conoce a
quien eventualmente se convierte en su flamante marido.
En “Witness for the
Prosecution” (1957), tras sufrir un infarto cardiaco un prestigioso abogado
criminalista llamado Sir Wilfrid Robarts (Charles Laughton) es “puesto en
libertad condicional, no dado de alta” del hospital donde estaba internado
(como a Ć©l le gusta explicarlo), bajo las Ć³rdenes de mantener estricto reposo,
un estilo de vida saludable y evitar toda clase de estrƩs, lo que incluye no
involucrarse en casos judiciales demasiado complejos. Pese a la estricta
vigilancia de su enfermera, la SeƱorita Plimsoll (Elsa Lanchester), cuando un
abogado amigo de Sir Wilfrid aparece en su oficina con un potencial cliente
llamado Leonard Vole (Tyrone Power), eventualmente accede a escucharlo bajo la
condiciĆ³n que le dĆ© uno de los puros que tiene escondidos en su bolsillo. Es
entonces cuando se entera que mƔs allƔ de su afable apariencia, Vole estƔ
siendo acusado del asesinato de la Sra. Emily French (Norman Varden), una rica
y anciana viuda con la que supuestamente habĆa desarrollado una inocente
amistad, la cual segĆŗn Ć©l sorpresivamente lo nombrĆ³ como el Ćŗnico beneficiario
de todos sus bienes. Aun cuando existe una gran cantidad de evidencia
circunstancial que sugiere que Vole es el asesino, incluido el hecho que fue la
Ćŗltima persona en haber sido vista con la vĆctima, luego de entrevistarlo Sir
Wilfrid se convence que el hombre es inocente por lo que acepta defenderlo en
el juicio en su contra.
SerĆan muchos los
cambios que Wilder y Kurnitz le realizarĆan a la obra de Christie, incluyendo
entre otras cosas varias subtramas y algunos personajes que nunca estuvieron en
la historia original. Wilder tambiĆ©n aprovecharĆa esta oportunidad para hacer
gala de su habilidad a la hora de escribir diƔlogos graciosos e inteligentes. Todo
esto se debiĆ³ a que aun cuando el director admiraba la estructura y lo
ingenioso de la obra original, sentĆa que los personajes carecĆan de
profundidad, lo que dificultarĆa que el pĆŗblico pudiese involucrarse
emocionalmente con ellos. El primer personaje en ser intervenido serĆa Sir
Wilfrid Robarts, cuyo frƔgil estado de salud de inmediato lo convierte en
alguien mƔs cercano a la audiencia, lo que se contrasta con su carƔcter
irascible. SerĆ” precisamente esto Ćŗltimo lo que provoca que constantemente estĆ©
discutiendo con la Srta. Plimsoll, su sobreprotectora enfermera, quien fue
creada por Wilder especialmente para el film. La relaciĆ³n amor/odio que se
establece entre ambos personajes, la cual estĆ” marcada por las numerosas
artimaƱas del maƱoso abogado y la silenciosa admiraciĆ³n que siente la enfermera
por Ʃl, es en gran medida uno de los elementos mƔs importantes del film, ya que
le otorga algunas dosis de comedia a la historia y al mismo tiempo ayuda a
humanizar a Sir Wilfrid. Indudablemente la dinƔmica entre ambos funciona a la
perfecciĆ³n no solo porque los personajes estĆ”n muy bien escritos, sino porque
ademĆ”s Laughton y Lanchester realizan una labor estupenda. Mucho ayudĆ³ que
ellos estuviesen casados desde 1929 (aunque en aquella Ć©poca se encontraban
separados), y que Wilder supiera capitalizar su compleja relaciĆ³n pre-existente
marcada por los rumores de bisexualidad de Laughton. De esta forma, las interacciones
entre ambos son similares a las que tendrĆa un matrimonio de muchos aƱos, donde
mĆ”s allĆ” de la presencia de un cierto grado de antipatĆa mutua existe un cariƱo
tangible del uno por el otro.
Por otro lado Wilder
siempre considerĆ³ que las leyes norteamericanas que pretendĆan resguardar la
decencia pĆŗblica, ademĆ”s de ser pasadas de moda y reaccionarias, habĆan arruinado
su adaptaciĆ³n de “The Seven Year Itch” (1955). A raĆz de esto, con “Witness for
the Prosecution” tuvo que ser mucho mĆ”s hĆ”bil para burlar las restricciones
temĆ”ticas impuestas por el CĆ³digo de ProducciĆ³n CinematogrĆ”fico, mĆ”s conocido
como el CĆ³digo Hays. Si bien Alfred Hitchcock habĆa desafiado en mayor o menor
medida a los censores en diversas oportunidades, el film de Wilder fue el primero
en desafiar abiertamente los primeros tres principios del CĆ³digo. El primero de
estos seƱala: “Nunca se conducirĆ” al espectador a tomar partido por el crimen,
el mal o el pecado.” Sin entrar en demasiados detalles que puedan revelar parte
importante de la trama, la simpatĆa de la audiencia hacia determinados
personajes va cambiando durante el transcurso de la historia a medida que van
aconteciendo algunos giros dramƔticos que arrojan cierta luz con respecto a su
accionar. Esto provoca que poco antes de la apariciĆ³n de los crĆ©ditos finales, el
espectador efectivamente haya simpatizado con alguien que sin lugar a dudas ha
quebrantado la ley de manera importante. El segundo principio del CĆ³digo por su
parte, seƱala que “La ley, natural o humana, no serĆ” ridiculizada y la simpatĆa
del pĆŗblico no irĆ” hacia aquellos que la violentan,” cosa que eventualmente si
sucede en este inteligente relato de misterio. Por Ćŗltimo, el tercer principio
del CĆ³digo que Wilder se las arreglĆ³ para quebrantar seƱala que “Los estĆ”ndares
correctos de vida serƔn presentados, teniendo en cuenta la exigencias
particulares del drama y del espectĆ”culo.” Como suele suceder en todo drama
criminal, “Witness for the Prosecution” inevitablemente explora un Ć”rea gris que
es indispensable para comprender las motivaciones del verdadero responsable del
crimen de la Sra. French. ¿CĆ³mo es que Wilder pudo salirse con la suya? BĆ”sicamente
como gran parte de la acciĆ³n ocurre al interior de un juzgado, existe una discusiĆ³n
integral de todas las aristas morales del caso, lo que en cierta medida refuerza
los valores que el CĆ³digo tanto se esmeraba por preservar.
Tyrone Power en el
que serĆa el Ćŗltimo rol de su carrera, ya que fallecerĆa poco antes de terminar
de filmar “Solomon and Sheba” (1959) teniendo que ser reemplazado por Yul
Brynner, en esta oportunidad realiza un trabajo correcto interpretando al
vilipendiado Leonard Vole. Marlene Dietrich por su parte, hace un gran trabajo
interpretando a la frĆa y distante esposa del acusado, a quien parece detestar
lo que se refleja durante el transcurso del juicio. Por otro lado, el que ha
sido seƱalado durante aƱos como un “final tramposo”, en su momento fue utilizado
por uno de los productores del film y por el propio Wilder como una artimaƱa
publicitaria. Si bien los miembros del elenco y del equipo de filmaciĆ³n
tuvieron que firmar un contrato que les prohibĆa contar detalles del desenlace
de la historia, Wilder lanzĆ³ el rumor que los integrantes del elenco habĆan
recibido un guion incompleto con el Ćŗnico objetivo que estos no pudiesen conocer
el final por adelantado, incentivando el interĆ©s del pĆŗblico por conocer aquello
que requerĆa ese nivel de secretismo. “Witness for the Prosecution” no solo
gozarĆa de un gran Ć©xito comercial al momento de su estreno, sino que ademĆ”s serĆa
nominada a seis premios Oscar, en las categorĆas mejor pelĆcula, mejor
director, mejor actor (Laughton) mejor actriz secundaria (Lanchester), mejor
ediciĆ³n y mejor ediciĆ³n de sonido. Por su enorme cantidad de virtudes es justo
seƱalar que probablemente se trata de una de las mejores pelĆculas de Wilder y
una de las mejores adaptaciones de la obra de Agatha Christie, la cual mƔs allƔ
de las dosis de comedia que presenta es una cinta con un trasfondo realmente sombrĆo.
Tanto es asĆ, que Alfred Hitchcock declarĆ³ en una ocasiĆ³n: “En varias
oportunidades, la gente me ha dicho lo mucho que disfrutaron Witness for the
Prosecution. Estaban seguros que era mi pelĆcula.”
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