Cuando
los productores Harry Saltzman y Albert R. Broccoli se acercaron a Sean Connery
en 1966 con el objetivo de conversar acerca de la próxima película de James
Bond, se encontraron con una enorme sorpresa. La insatisfacción del actor
crecía con cada nueva entrega del agente británico, ya que Connery no solo estaba
cansado de todo el compromiso que requería la promoción de cada una de estas
películas, sino que además consideraba que su sueldo era demasiado bajo para
las ganancias que obtenían estas producciones, y por último le preocupaba
quedar encasillado en el papel. Si bien eventualmente los productores lograron asegurar
la participación de Connery en la producción a cambio de un pequeño aumento de
sueldo, el actor no tardó en comunicarle a la prensa que esta sería la última
vez que encarnaría al famoso agente secreto británico. Originalmente Broccoli y
Saltzman habían pensado adaptar la novela “On Her Majesty´s Secret Service”, pero
la historia requería de locaciones montañosas y nevadas que no serían sencillas
de asegurar, por lo que la dupla de productores prefirió adaptar “You Only Live
Twice”, la onceava novela de la saga de James Bond creada por Ian Fleming. Por
otro lado, el reciente éxito de la cinta “Alfie” (1966) llevaría a los
productores a contactar al director Lewis Gilbert, quien no miraría con buenos
ojos el proyecto ya que consideraba que las aventuras de Bond no dejaban mucho
espacio para la creatividad o la experimentación, más aun considerando que esta
sería la quinta película de 007. Con el fin de convencerlo, Broccoli y Saltzman
no solo le aseguraron una completa libertad artística, sino que además le
otorgaron un presupuesto de seis millones de dólares a la producción, oferta
que Gilbert fue incapaz de rechazar.
En un
principio Broccoli y Saltzman le habían pedido a Harold Jack Bloom que los
acompañara a Japón para escribir el guion. Sin embargo, el trabajo de Bloom
eventualmente sería rechazado. Pese a esto, se utilizarían algunas de sus ideas
en el guion definitivo, como por ejemplo la escena introductoria que involucra
la falsa muerte de Bond y el ataque del ejército de ninjas que ocurre durante
el clímax del film. Ya que Richard Maibaum, quien había estado a cargo de los
guiones de las otras cintas de Bond no estaba disponible en ese momento, los
productores terminaron contratando a Roald Dahl (quien era un amigo cercano de
Fleming) pese a que no tenía ninguna experiencia previa escribiendo guiones. De
acuerdo a Dahl, la novela original era “el peor libro de Fleming, al punto que
carecía de una trama de la cual se pudiese desprender una película.” En otra
entrevista Dahl agregaría: “Solo mantuve cuatro o cinco ideas de la historia
original. La verdad es que no sabía qué diablos iba a hacer con Bond.” En su
primer borrador, el escritor delineó una trama bastante similar a la de la
cinta “Dr. No” (1962), la cual gradualmente iría cambiando durante las
reuniones que Dahl mantuvo con Lewis Gilbert, quien colaboró bastante en la
confección del guion. Según el escritor, “Él (Gilbert) no solo contribuyó en
las reuniones creativas, sino que además daba buenas ideas y luego te dejaba en
paz, por lo que cuando tú le entregabas el producto terminado, él solo se
limitaba a filmarlo. Otros directores tenían un ego tan abultado que intentaban
reescribir los guiones para incluir sus propios diálogos, lo que usualmente
terminaba generando un desastre. Lo que admiré de Lewis Gilbert fue que él tomó
el guion y lo filmó. Esa es la manera como se debe dirigir: o confías en tu
escritor o no lo haces.”
En
“You Only Live Twice” (1967), cuando un transbordador espacial norteamericano
es secuestrado en la órbita terrestre por una nave no identificada de mucho
mayor calibre, el gobierno de los Estados Unidos de inmediato responsabiliza a
los soviéticos por lo sucedido. Sin embargo, los británicos sospechan que los
japoneses pueden estar involucrados en todo esto, ya que la nave no
identificada aparentemente aterrizó en el Mar de Japón. A raíz de esto, el
agente secreto James Bond (Sean Connery) es enviado a la Tierra del Sol
Naciente para investigar la posible responsabilidad del gobierno japonés y
prevenir una crisis nuclear entre los Estados Unidos y la Unión Soviética. Una
vez en Tokio, Bond establece contacto con el líder del servicio secreto
japonés, “Tiger” Tanaka (Tetsuro Tamba), y con su asistente Aki (Akiko
Wakabayashi), quien no tarda en caer en las redes de 007. Si bien la
investigación inicial del británico lo lleva a infiltrarse en una compañía
llamada Osato Chemicals, eventualmente descubre que la organización criminal
SPECTRE es la responsable de la desaparición de la nave espacial. Con el tiempo
y las probabilidades en contra, Bond tendrá que adoptar algunas costumbres
japonesas con el fin de acercarse sin despertar sospechas hasta donde se cree
que está instalado el cuartel general de SPECTRE, para así derrotar a su
maquiavélico líder, Ernst Stavro Blofeld (Donald Pleasence), y detener a tiempo
lo que puede transformarse en un verdadero holocausto nuclear.
La
trama central, como suele suceder en muchas de las cintas pertenecientes a la
franquicia de Bond, es una simple excusa para incluir una serie de
complicaciones que puedan situar al protagonista en situaciones intrigantes y
escenarios exóticos. En ese sentido, el guion de “You Only Live Twice” es
completamente exitoso. La cinta conduce al espectador por un recorrido por el
suroeste de Japón, desde Tokio hasta el Castillo Himeji, y desde Kobe hasta
Kagoshima, donde es posible ver a Bond enfrentarse a situaciones hasta entonces
desconocidas para él, como por ejemplo someterse a una poco convincente
transformación física que le permitirá mezclarse con los pescadores locales, o
contraer matrimonio con Kissy Suzuki (Mie Hama) durante una ceremonia Shinto
para evadir cualquier tipo de sospecha. También resulta interesante cuando Q
(Desmond Llewelyn) le entrega a 007 un mini helicóptero fuertemente armado
llamado “Pequeña Nellie”, o cuando Bond finge su propia muerte tras lo cual es
enterrado en el mar, solo para ser rescatado de las profundidades del océano
por M (Bernard Lee) con quien se reúne en secreto a bordo de un submarino. Por
supuesto, es imposible dejar de mencionar el absurdo pero entretenidísimo final
que presenta a Bond infiltrándose en la base de SPECTRE junto a decenas de
ninjas, la cual se encuentra localizada al interior de un volcán. Todos estos
acontecimientos se encuentran repartidos en las dos mitades claramente
distinguibles que posee la trama. Mientras que la primera mitad del film está
dedicada a la llegada de Bond a Japón y sus intentos por identificar la
conexión entre Osato Chemicals y la desaparición de la nave espacial, la
segunda mitad intenta explorar parte de la cultura japonesa mientras 007 se
somete a un duro entrenamiento que sirve de preámbulo para su explosivo
enfrentamiento con Blofeld, cuyo rostro es revelado por primera vez desde el
inicio de la saga.
A lo
largo del film resulta evidente que los responsables de “You Only Live Twice”
se preocuparon que la producción fuese un verdadero espectáculo visual. Ken
Adam, quien previamente había estado a cargo del diseño de producción de otras
tres películas de la saga, en esta oportunidad se supera a sí mismo al momento
de crear la guarida de SPECTRE al interior de un volcán, en especial si se
considera que dicha guarida está compuesta por puertas automáticas, un
helipuerto, un pórtico para cohetes e incluso un monorriel. El set no solo se
convertiría en una pieza icónica dentro de la filmografía de Bond, sino que
además pasaría a ser la encarnación misma de lo esperable de una guarida de un
súper villano. Además de los llamativos sets construidos para la cinta, esta
goza de impresionantes locaciones bellamente fotografiadas por Freddie Young, en
un intento por retratar los matices existentes en la Tierra del Sol Naciente. La
factura de los efectos especiales por otro lado, es bastante irregular a lo
largo de la película. Mientras que las escenas que transcurren en el espacio no
han envejecido precisamente bien, otras como aquella en la que Bond se enfrenta
a varios helicópteros enemigos a bordo de la “Pequeña Nellie” o la ya
mencionada secuencia final, han logrado conservar intacto su particular encanto.
Complementando todos estos elementos visuales, se encuentra la efectiva banda
sonora compuesta por John Barry, quien también es el responsable de la letra de
la canción principal de la película, la cual en esta ocasión es interpretada
por Nancy Sinatra. La versión orquestada de dicho tema, es utilizado en
numerosas oportunidades por Lewis Gilbert como una pieza romántica que ambienta
los encuentros amorosos que Bond mantiene con Aki, Kissy Suzuki y Helga Brandt
(Karin Dor), una de las operativas de SPECTRE que simula ser la secretaría del
señor Osato (Teru Shimada).
En
cuanto a las actuaciones, aun cuando Sean Connery a estas alturas claramente
tenía un total dominio del personaje que lo había lanzado a la fama, en esta
oportunidad no pudo evitar dar ciertas muestras de cansancio. Si bien realiza
un estupendo trabajo en algunas escenas claves que requerían de un mayor dramatismo,
y continua proyectando sin problemas la imagen de un hombre de acción que es encantador,
cínico y seductor, en algunos tramos de la película su actuación es más bien
plana, especialmente durante la batalla final donde por momentos se convierte
en un mero espectador del caos que está sucediendo a su alrededor. El resto del
elenco por su parte realiza un estupendo trabajo interpretando sus respectivos
papeles, en especial Tetsuro Tanba como el autoritario pero cordial Tiger
Tanaka, y Karin Dor como la seductora pero calculadora Helga Brandt. En cuanto
a la labor de Donald Pleasence como Blofeld, si bien construye a un criminal
frio, calculador y siniestro, cuya apariencia sentaría las bases del aspecto
del villano de las películas de Austin Powers, no es necesariamente la
encarnación más memorable de un personaje que ha sido interpretado por
múltiples actores durante el transcurso de la saga. “You Only Live Twice” sería
todo un éxito de taquilla, demostrando que 007 era capaz de sobreponerse al
hastío del actor encargado de encarnarlo, a ciertos detalles en el guion que no
terminan de cuajar, e incluso a un deficiente trabajo de edición de Thelma
Connell, cuyo montaje tenía tres horas de duración y obtuvo pésimos resultados
en algunas exhibiciones de prueba, por lo que tuvo que ser contratado Peter R.
Hunt para que reeditara el film. La que sería considerada como una suerte de
precursora de la alocada “Moonraker” (1979), es una cinta entretenida que como
gran parte de las entradas de la saga, se presenta como un vehículo de escapismo
perfecto para los aficionados al cine de acción, las tramas de espionaje, y las
aventuras del espía más famoso del mundo.
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