A la hora de
recordar a los grandes pioneros del mundo de la animación, es inevitable
mencionar a John Randolph Bray y Raoul Barré, quienes incursionaron en la industria
a principios del siglo XX. Mientras que Bray tiene una importancia histórica
por varios motivos, entre los que se encuentra el haber sido uno de los primeros
profesionales en establecer un estudio de animación, J. R. Bray Productions, el
cual operaba bajo el mismo modelo empleado por las fábricas de producción de
insumos. Además de esto, su personaje más famoso, “Colonel Heeza Liar” (1913-1924),
sería el segundo personaje animado en protagonizar una serie y el primero en
inspirar una tira cómica. Por último, los Estudios Bray fueron pioneros a la
hora de implementar la impresión de fondos y la animación de celuloide, y
fueron los primeros en producir cortos animados a color. Raoul Barré por su
parte, fue uno de los pioneros de la tira cómica franco-canadiense junto a
otros artistas como Albéric Bourgeois, Joseph Charlebois, René-Charles Béliveau
y Th. Busnel. Él sería el primer artista de cómics canadiense en publicar sus
trabajos en francés, entre los que se encuentran “Pour un Dîner de Noël”, “Histoire
de Sauvage”, “Les Contes du Père Rheault” y “Noahzark Hotel”, entre otros. Barré
también sería un importante pionero en el mundo de la animación. Él inventaría
el “sistema slash” de animación, el cual seguiría siendo utilizando hasta
mediados de la década del treinta. A diferencia del sistema que utilizaba
transparencias de celuloide, en el sistema slash era el fondo lo que se colocaba
encima del dibujo; se hacía un agujero o se cortaba parte del fondo, y este se
colocaba sobre los múltiples dibujos que iban a ser animados. De este modo, se
evitaba tener que dibujar un determinado fondo en numerosas oportunidades, lo
que se traducía en un ahorro importante a la hora de producir dibujos animados.
Barré además descubriría un método para retratar horizontes y realizar paneos
en los cortos animados. Por último, el artista canadiense sería la primera persona
en la historia en fundar un estudio de animación y el primero en crear una
serie en torno a un personaje recurrente. De hecho, durante la década del diez
su estudio se encargaría de adaptar una serie de populares tiras cómicas al
formato animado.
John Randolph Bray
nació el 25 de Agosto de 1879 en Addison, Michigan. Hijo de un clérigo local,
él estudió brevemente en la Universidad Alma ubicada en Michigan entre 1895 y
1896, pero terminó retirándose porque quería convertirse en un caricaturista. En
1901, obtendría su primer trabajo como ilustrador en el periódico Detroit
Evening News, donde entre otras cosas tendría que recrear accidentes, lo que lo
obligó a estudiar anatomía con cadáveres. Entre 1903 y 1904, Bray realizaría
caricaturas para el Brooklyn Daily Eagle, tras lo cual aceptaría diversos
trabajos en revistas como Life, Puck, Judge, Harper´s y para el Sindicato de
Periódicos McClure. Para la revista Judge por ejemplo, dibujaría la serie “Little
Johnny and the Teddy Bears” (1907-1909), la cual estaría inspirada en la
secuencia realizada en stop-motion que aparecía en el film experimental “The
´Teddy´ Bears” (1907) de los directores Wallace McCutcheon y Edwin S. Porter. Entre
otras de las tiras cómicas creadas por Bray durante este periodo se encuentran “Stubby
Penn The Reporter” (1905), “Singing Sammy” (1907), “Stuttering Sammy”
(1906-1907), “Mr. O. U. Absentminded” (1909-1911), “Mister Monk” (1912) y “Die
Dackels” (1912). Alguien que sería muy importante en la eventual
independización de Bray sería su esposa, la inmigrante alemana Margaret Till,
quien sería la primera en apoyarlo cuando este comenzó a demostrar cierto
interés en la industria de la animación, en especial en los cortos animados
realizados por Winsor McCay y John Stuart Blackton.
Little Johnny and the Teddy Bears |
The Artist's Dream / The Dashschund and the Sausage (1913) |
Colonel Heeza Liar At the Bat (1915) |
Alrededor de 1910,
Bray comenzó a experimentar con algunas técnicas que le permitirían animar un
par ilustraciones que había realizado. Luego de varios intentos fallidos, llegó
a la conclusión que necesitaba dibujar alrededor de 112.000 ilustraciones si es
que quería completar el proyecto que tenía entre manos. Recién en 1913 Bray
realizaría su primer corto animado titulado “The Artist´s Dream” (el cual
también sería conocido como “The Dachschund and the Sausage”), aunque siempre aseguraría
que la idea que le dio vida a dicho cortometraje la tuvo a principios de 1908,
lo cual ha sido rebatido por el historiador Donald Crafton, quien siente que
hubiese sido impropio de Bray o de su distribuidor, Pathé, retener un producto
potencialmente lucrativo por tanto tiempo. “The Artist´s Dream” es un cortometraje
de acción real protagonizado por un artista que es criticado por su jefe, ya
que este considera que la ilustración que ha hecho de un perro salchicha “carece
de vida”. Cuando el jefe abandona la habitación, el perro adquiere vida y se
come una salchicha, todo esto para sorpresa del artista. Sin embargo, cada vez
que este le pide a su jefe que vea lo que está sucediendo, el perro vuelve a
ser una ilustración inmóvil. Después de un tiempo, el perro ha comido tantas salchichas
que finalmente explota. El cortometraje sería tan exitoso que Bray terminaría
firmando un contrato con los Estudios Pathé, el cual estipulaba la producción
de más dibujos animados para ellos. Con el objetivo de cumplir con los plazos
de entrega, Bray fundó su propio estudio en su departamento de Nueva York. De
esta forma, en 1914 J. R. Bray Productions vio la luz. Mientras que Raoul Barré
quedaría en la historia como la primera persona en crear un estudio de
animación, Bray se destacaría por utilizar un modelo de producción que pavimentaría
el camino de todos los estudios de animación profesional que nacerían en los años
venideros. Sería a raíz de esto que Donald Crafton bautizaría a Bray como “el
Henry Ford de la animación”.
Los Estudios Bray
también serían uno de los primeros en crear una serie animada alrededor de un
personaje recurrente. En 1913 debutaría la serie “Colonel Heeza Liar”, la cual
estaría protagonizada por un pequeño coronel que estaba inspirado en el Barón
von Münchhausen de Rudolf Raspe y en el Presidente Theodore Roosevelt, quien en
aquel entonces era conocido por ser un explorador de la vida salvaje. Muchos de
sus cortos comenzaban con él presumiendo acerca de sus improbables aventuras,
las cuales posteriormente eran relatadas a través de flashbacks. Uno de los
directores más importantes de dicha serie sería Walter Lantz quien, tres
décadas más tarde, se convertiría en el famoso creador de “Woody Woodpecker”
(1940-1972). Lantz también dirigiría varios episodios de la serie “Dinky Doodle”
(1924-1926), cuyos protagonistas eran un pequeño niño y su perro llamado
Weakheart. La serie más duradera de Bray también estaría protagonizada por un
niño y su perro, y llevaría por título “Bobby Bumps” (1915-1925). Muchos de los
episodios de dicha serie, la cual se caracterizaría por poseer una naturaleza
bastante surrealista, estarían dirigidos por Earl Hund y serían algunos de los primeros
cortos en los cuales los personajes animados tenían la posibilidad de
interactuar con actores reales. Paul Terry, quien varios años más tarde
fundaría el estudio de animación Terrytoons, también trabajaría brevemente para
Bray donde se haría cargo de producir la serie “Farmer Al Falfa” (1916). Por
otro lado, a sabiendas de lo útil que podría resultarle promocionar a sus
personajes más famosos en los periódicos, Bray intentó comercializar tiras
cómicas de algunos de ellos entre 1916 y 1917, con resultados algo dispares ya
que solo un puñado de periódicos se mostrarían interesados en publicarlas.
El Estudio de Bray
también adquiriría cierta notoriedad por algunas de sus invenciones. Entre
otras cosas, desarrollaron un sistema de impresión que grababa los fondos en
papel con zinc. Si las líneas no coincidían, podían ser borradas o volver a ser
entintadas. Otro avance importante sería la animación de celuloide, la cual
sería inventada por el animador Earl Hund. Dicho proceso consistía en la
utilización de hojas transparentes de celuloide sobre las cuales eran dibujados
los personajes, las que posteriormente eran situadas sobre una imagen de fondo
para finalmente ser fotografiadas. Esto hizo posible que se perdiera menos
tiempo redibujando los fondos, y que la mayoría de los esfuerzos se volcaran en
el dibujo de los personajes. La animación de celuloide resultaría ser un
proceso tan revolucionario, que la gran mayoría de los estudios de animación lo
utilizarían durante gran parte de siglo XX. Como era de esperarse, Bray se
apresuró a patentar estos inventos, tras lo cual formó la Bray-Hurd Processing
Company en 1914, lo que le permitió a la dupla manejar el monopolio del proceso
de animación. Cualquier otro animador que quisiera utilizar las técnicas
desarrolladas por Bray y Hurd, se veía obligado a comprarles la licencia y
pagarles regalías. En una entrevista que
otorgó en 1915, Bray aseguró que lo único que él quería era establecer un
estándar de calidad y asegurarle un salario justo a todos sus animadores. La
verdad es que la ambición del empresario era tan grande, que en una oportunidad
visitó a Winsor McCay haciéndose pasar por un reportero, mientras este estaba
trabajando en el cortometraje “Gertie the Dinosaur” (1914), para así obtener
información de las técnicas utilizadas por McCay y eventualmente poder
patentarlas sin el conocimiento o el permiso de su colega. Naturalmente estas
prácticas provocaron que Bray no fuese muy querido en el mundo de la animación.
Muchos de sus colegas incluso se vieron enfrascados en pleitos judiciales con
él, entre ellos el propio McCay. Para 1932, todas las patentes de Bray
expiraron porque fue incapaz de realizarles mejorías. A raíz de esto, todos los estudios pudieron implementarlas sin
verse enfrentados a pérdidas financieras considerables.
Además de realizar
dibujos animados, a partir de 1916 los Estudios Bray también producirían cintas
de entrenamiento, películas educacionales y documentales. Cuando los Estados
Unidos se involucraron en la Primera Guerra Mundial, hubo un aumento de la
demanda de cintas de entrenamiento militar, muchas de las cuales fueron producidas
por Bray. Sería tal la cercanía que el empresario tendría con el ejército
norteamericano, que incluso llegó al punto de enviar a uno de sus animadores,
Max Fleischer, al Fuerte Sill ubicado en Oklahoma, para que cumpliera con el
servicio militar y de paso pudiera supervisar la producción de sus películas. Entre
1910 y 1920, los Estudios Bray gozarían de bastante éxito, rivalizando
únicamente con los estudios de Raoul Barré, William Randolph Hearst (International
Film Service), Pat Sullivan y los hermanos Fleischer. Por ejemplo en 1916, Bray
firmaría un contrato con los Estudios Paramount-Famous-Lasky que le permitiría
realizar varias series animadas basadas en tiras cómicas populares, como por
ejemplo “Jerry on the Job”, “Bobby Bumps”, “Quacky Doodles”, “Ginger Snaps”, “Shenanigan
Kids”, “Krazy Kat”, “Happy Hoolingan” y “Judge Rummy”. En 1919, tras el cierre
de la International Film Service, Bray se quedó con gran parte de sus licencias
y contrató a una buena cantidad de sus trabajadores. Ese mismo año, Bray rompió
su convenio con la Paramount y firmó un contrato con Samuel Goldwyn, el cual
consistía en la producción de tres cortos animados a la semana. La obra más
importante de Bray durante este periodo sería “The Debut of Thomas Cat” (1920),
ya que sería el primer corto animado en ser filmado a color. En dicho
cortometraje, Bray utilizaría un proceso conocido como Brewster Color, el cual
solo permitía procesar dos colores. Ya en 1928 Bray dejaría de producir cortos
animados, pero continuaría realizando cintas educacionales y comerciales bajo
el nombre de “Brayco” hasta 1963. Pese a esto, unos pocos cortos animados
realizados por Bray serían estrenados durante la década del treinta, como por
ejemplo “Tea Pot Town” (1936), el cual sería lanzado junto a un tira cómica que
traía adosada imágenes para colorear. John Randolph Bray viviría una larga vida
falleciendo en 1978, a los 99 años de edad.
Col. Heeza Liar's Knighthood (1924) |
"Just Spooks" - Dinky Doodle (1925) |
Tea Pot Town (1936) |
Vital Achille Raoul
Barré por su parte, nació el 29 de Enero de 1874 en Montreal, Canadá, dentro de
una familia encabezada por un importador de vino de misa. Tras asistir al
Instituto de Mont Saint-Louis de Montreal y al Concilio de Artes y Manufacturas,
Barré publicó sus primeras ilustraciones en revistas como Monde Illustré y Le
Passe-temps. En la primavera de 1896 Barré se mudó a París, donde estudió en la
Academia Julian y en la École des Beaux-arts. Durante ese mismo periodo publicó
una serie de caricaturas en Le Sifflet, Le Cri de Paris, Le Gavroche, Les
Débats, Le Revue des Deux Frances y La Gaîté Gauloise. Si por algo se
caracterizaría Barré, es porque no limitaba su opinión política solo a sus
caricaturas. Cuando el oficial militar francés Alfred Dreyfus fue sometido a
juicio bajo el cargo de traición, Barré fue uno de los pocos que se dio cuenta
que tras las acusaciones se escondía un fuerte antisemitismo. A raíz de esto se
convertiría en un crítico importante del juicio que se estaba llevando a cabo,
lo que lo llevó a enfrentarse con Émile Cohl, otro caricaturista que también
incursionaría en el mundo de la animación. Poco después de su regreso a Quebec
en 1898, Barré se convirtió en un colaborador habitual del periódico La Presse.
Su cómic “Pour un Dîner de Noël” sería publicado en Le Presse el 20 de
Diciembre de 1902 y es considerado como la primera tira cómica salida de
Quebec. En ocho paneles, el artista contaba la historia de una familia
compuesta por tres integrantes que intentaba capturar a un pato para su cena
navideña. Él continuaría trabajando en el periódico hasta 1908, tiempo durante
el cual publicó muchas historias y caricaturas, algunas de las cuales
utilizaban globos de diálogo cosa que no era tan común en aquel entonces. En
1913 Barré se mudaría a Nueva York donde se asociaría al Sindicato de
Periódicos McClure, publicando en conjunto la tira cómica “Noahzark Hotel”, la
cual se ambientaba en un hotel y estaba protagonizada íntegramente por
animales.
En 1914 Barré se
aventuraría en el mundo del cine y la animación. Sus inicios serían al interior
de los Estudios Edison, lugar donde conoció a Bill Nolan, un productor de
cortos de acción real quien eventualmente se convertiría en su socio comercial
y creativo. Juntos realizarían una serie de anuncios publicitarios animados e
implementarían un sistema para ordenar cronológicamente sus dibujos. Barré
también desarrollaría el ya mencionado sistema slash de animación, el cual
eventualmente sería reemplazado por el método de animación de celuloide que era
mucho más eficiente. Nolan por su parte descubriría que si se dibujaba un fondo
en un pedazo largo de papel, y luego este se situaba y se movía bajo los
dibujos de un personaje caminando, se creaba la ilusión de movimiento
horizontal. Esta sería la base teórica de la utilización de paneos en las
cintas animadas. Tras un breve periodo trabajando en los Estudios Edison, Barré
y Nolan fundarían su propio estudio llamado Barré-Nolan. Este sería el primer
estudio de animación de la historia, aun cuando sus esfuerzos serían bastante
modestos en comparación a los estudios que comenzarían a proliferar con el paso
de los años. En Mayo de 1915 lanzarían una de las primeras series animadas
construidas alrededor de un personaje, “The Animated Grouch Chasers” (1915), la
cual sería distribuida por los Estudios Edison y que se caracterizaría por combinar
animación con acción real. Junto a Gregory LaCava y Frank Moser de la
International Film Service, la dupla también trabajaría en una serie titulada “Phables”,
la cual estaría basada en una tira cómica creada por Tom Powers. En 1916, la International
Film Service contrataría a la mayoría de los animadores de Barré, incluyendo a
Nolan. Eventualmente Barré se convirtió en un contratista para la IFS,
contribuyendo únicamente en la realización de siete cintas animadas para el
estudio de William Randolph Hearst.
Noahzark Hotel |
Pour un Dîner de Noël |
"Fireman Save My Child" - Mutt and Jeff (1919) |
Decidido a continuar
en el negocio, en 1916 el artista fundaría los Estudios Barré-Bowers junto al
animador Charles Bowers, quien previamente había trabajado en las series
animadas “Der Katzenjammer Kids” y “Happy Hooligan”. Juntos realizarían una
serie animada basada en la tira cómica “Mutt and Jeff” del autor Bud Fisher, la
cual se extendería desde 1916 hasta 1926. En 1919, Barré se retiró
temporalmente del mundo de la animación entre rumores que hacían alusión a un
colapso nervioso. La verdad es que en aquel entonces el ambiente al interior
del estudio era bastante complejo, básicamente porque Fisher acostumbraba a
quedarse con todo el crédito de los cortometrajes, cuando en realidad él nunca
hizo nada y rara vez visitaba el lugar. Una vez que Barré se retiró para
convertirse en un pintor de óleos y diseñador de afiches, la compañía fue
rebautizada como Bud Fisher Studio. En 1919, Fisher despidió a Bowers por la forma
en como este estaba manejando el estudio y porque además detectó una serie de
irregularidades financieras. Un año más tarde lo recontrataría, pero
eventualmente lo volvería a despedir tras descubrir que continuaba malversando
fondos. Barré regresaría a la animación en 1926, específicamente a la compañía
Pat Sullivan Productions, donde trabajaría como animador invitado en la serie “Felix
the Cat” (1919-1930). Para gran parte de los historiadores y los entendidos en
la materia, sería durante este periodo que Barré realizaría sus mejores
trabajos. Uno de los últimos proyectos en los que estaría involucrado Barré
antes de su retiro definitivo, sería un cortometraje titulado “Eveready Harton
in Buried Treasure” (1928), el cual fue el primer dibujo animado exclusivamente
para adultos de la historia. La compilación de bromas pornográficas que
supuestamente fueron realizadas para celebrar el cumpleaños de Winsor McCay,
fue una labor conjunta entre Barré, Max Fleischer y Paul Terry, quienes junto a
otros animadores desarrollarían varios segmentos por separado sin que los demás
supieran en que estaban trabajando. Tras su retiro, Barré se dedicó a realizar
pinturas y caricaturas políticas bajo el seudónimo de “É. Paulette”, y a
trabajar en la escuela de arte que él mismo había fundado. Raoul Barré finalmente
fallecería en 1932 a los 58 años de edad, a causa del cáncer que lo aquejaba.
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