El cine policial francĆ©s y norteamericano durante aƱos han mantenido una relaciĆ³n de reciprocidad que ha permitido la evoluciĆ³n y el desarrollo del subgĆ©nero a ambos lados del AtlĆ”ntico. Mientras que los cineastas en los Estados Unidos se vieron muy limitados por el riguroso cĆ³digo de censura reinante durante la dĆ©cada del treinta, sus colegas en Francia lograrĆ­an el desarrollo temprano de una tradiciĆ³n propia gracias a su mayor libertad temĆ”tica. Esto inevitablemente influenciarĆ­a al cine norteamericano, lo cual quedarĆ­a evidenciado en el uso del francĆ³fono concepto de Film Noir que surgiĆ³ durante los aƱos cuarenta. Tras la Segunda Guerra Mundial, el policial francĆ©s serĆ­a considerado como un subgĆ©nero en toda su regla, razĆ³n por la cual obtendrĆ­a una denominaciĆ³n especĆ­fica: cine Polar, apĆ³cope de ´policier´. Dicho subgĆ©nero se caracterizarĆ­a por tener una personalidad bastante distintiva, nacida de la mezcla del policial norteamericano con el realismo poĆ©tico francĆ©s, dando como resultado un cine cargado de fatalismo, antihĆ©roes, corrupciĆ³n, y una ambigĆ¼edad que dificultaba discernir quiĆ©nes eran los buenos y quiĆ©nes los malos. El Poliziottesco o cine policial italiano por otro lado, nacerĆ­a de la mezcla de los thrillers policiales norteamericanos que comenzaron a filmarse a fines de los aƱos sesenta, de las cintas americanas de vigilantes, del cinismo y la violencia presente en el cine policial francĆ©s, del resurgimiento de las pelĆ­culas de mafiosos, y de las cintas de explotaciĆ³n que comenzaron a adquirir popularidad a fines de los sesenta. Esta particular fusiĆ³n de influencias sumada al incremento del crimen en Italia y a la insatisfacciĆ³n polĆ­tico-institucional reinante durante el periodo conocido como “Los AƱos de Plomo”, dio vida a un subgĆ©nero mucho mĆ”s violento y criticado que su contraparte francesa. “Tony Arzenta” (1973) al ser una co-producciĆ³n franco-italiana beberĆ­a de ambas influencias, en especial si se considera que su director, el italiano Duccio Tessari, habĆ­a expresado abiertamente su admiraciĆ³n por el cineasta Jean Pierre Melville y su cinta “Le Samourai” (1967), la cual es considerada como una de las piezas fundamentales del polar francĆ©s.

Tony Arzenta (Alain Delon) es un hombre con una doble vida; ademĆ”s de aparentar ser un padre de familia y un empresario respetable, es un asesino a sueldo que estĆ” al servicio de una peligrosa y poderosa organizaciĆ³n criminal internacional, que opera en ciudades como MilĆ”n, ParĆ­s, Hamburgo y Copenhague. Tras celebrar el cumpleaƱos de su pequeƱo hijo en compaƱƭa de su esposa Anna (Nicoletta Machiavelli), Tony abandona su hogar para cometer el que cree que serĆ” el Ćŗltimo asesinato de su carrera criminal, la cual ha estado pensando en abandonar porque estĆ” cansado de la vida que ha estado llevando. Si bien Tony es un tipo de principios que serĆ­a incapaz de traicionar a sus empleadores, uno de sus superiores llamado Nick Gusto (Richard Conte), no estĆ” demasiado convencido con la decisiĆ³n que estĆ” tomando, mĆ”s aun considerando que sabe demasiado del funcionamiento de su organizaciĆ³n, por lo que decide que lo mejor serĆ­a eliminarlo para evitar que eventualmente se vea tentado a hablar con la policĆ­a. Lamentablemente para todos los involucrados, la bomba que los hombres de Gusto instalan en el auto de Tony termina asesinando a la esposa y al hijo de este Ćŗltimo, lo que desatarĆ” la ira del delincuente quien no descansarĆ” hasta matar a los cuatro lĆ­deres de la organizaciĆ³n criminal. A partir de ese momento se desatarĆ” una guerra sin cuartel entre Tony y sus antiguos empleadores, quienes saben que han enfadado a su mejor asesino, uno dispuesto a matar a cualquiera que se cruce en su camino.   


Gran parte del funcionamiento de “Tony Arzenta” se apoya en la actuaciĆ³n de Alain Delon, quien se las arregla para transmitir el dolor y la melancolĆ­a que se esconde bajo su comportamiento estoico. De hecho, si bien se puede deducir que el protagonista se ha convertido en un tipo duro a causa de la gran cantidad de aƱos que se ha dedicado a ser un asesino a sueldo, tambiĆ©n es evidente que su gĆ©lido corazĆ³n habĆ­a comenzado a derretirse gracias al amor de su familia. Lo que resulta interesante de toda esta situaciĆ³n, es que la pelĆ­cula refuerza la idea que el amor que Arzenta siente por su esposa e hijo no representa una debilidad, sino que es una fortaleza que la ha otorgado la habilidad de empatizar con otros y comprender el valor de la vida humana. Cuando Ć©l presencia la explosiĆ³n que le cuesta la vida a su familia, su expresiĆ³n facial denota una calma difĆ­cil de creer, pero sus ojos dan cuenta del horror y la angustia que siente en ese momento. Delon transmite esta ambigĆ¼edad de manera sutil, creando en el proceso a un personaje que aun cuando tiene ciertos detalles que lo acercan a Jeff Costello, el protagonista de “Le Samourai” a quien el actor tambiĆ©n interpretĆ³, de todas formas goza de una personalidad distintiva que le permite brillar por mĆ©ritos propios. Con el fin de reforzar la dualidad de Arzenta, Tessari se preocupa de dedicarle tiempo a la exploraciĆ³n de las repercusiones psicolĆ³gicas que tiene la violenta muerte de su familia en Ć©l. Y es que el protagonista no es ajeno al sentimiento de culpabilidad, a la angustia provocada por su repentina soledad, y a la depresiĆ³n inherente a la pĆ©rdida de un ser querido, lo que evidentemente lo convierte en un personaje mucho mĆ”s complejo e interesante que el promedio de los protagonistas de esta clase de producciones.

“Tony Arzenta” tambiĆ©n se destaca gracias a la habilidad de Tessari a la hora de orquestar las escenas de acciĆ³n, que son variadas y por lo general bastante violentas, ya que les imprime un estilo distintivo y toques de adrenalina gracias a la utilizaciĆ³n de composiciones innovadoras y movimientos de cĆ”mara dinĆ”micos, tarea en la cual es asistido por el director de fotografĆ­a Silvano Ippoliti. Por ejemplo, en las dos escenas de persecuciĆ³n automovilĆ­stica que presenta la pelĆ­cula, las cuales se desarrollan en las calles de Hamburgo y Copenhague, Tessari posiciona la cĆ”mara en el parachoque del coche principal apuntando hacia atrĆ”s, otorgando una visiĆ³n parcial de este al mismo tiempo que permite visualizar como el automĆ³vil perseguidor hace su mejor esfuerzo por alcanzar a su objetivo. Esta decisiĆ³n artĆ­stica no solo es visualmente atractiva y arriesgada, sino que ademĆ”s llama la atenciĆ³n ya que no suele ser utilizada en el cine moderno. No conforme con esto, Tessari tambiĆ©n sitĆŗa la cĆ”mara en posiciones poco convencionales en escenas que estĆ”n mayormente centradas en los diĆ”logos de los personajes, con el fin que estas resulten mĆ”s interesantes. Por ejemplo, en una determinada secuencia la cĆ”mara comienza enfocando el reflejo de un personaje en una mesa de vidrio, para posteriormente alejarse hasta mostrarlo de cuerpo completo. En otras escenas, los personajes son parcialmente ocultados por objetos no identificados que se encuentran en primer plano, con el solo objetivo de provocar desorientaciĆ³n, confusiĆ³n y frustraciĆ³n en el espectador, con la intenciĆ³n que comprenda al menos en cierto grado el estado mental de Arzenta mientras este intenta lidiar con la muerte de su familia.


Otro aspecto destacable a nivel tĆ©cnico es la banda sonora del compositor Gianni Ferrio, la cual no hace otra cosa mĆ”s que reflejar la lucha interna que experimenta el protagonista a lo largo del film. Mientras que algunas piezas musicales buscan establecer un tono melancĆ³lico y sentimental, otras cumplen con resaltar el dinamismo y el frenesĆ­ de las escenas de acciĆ³n de manera casi perfecta. Si algo se le puede criticar a la cinta de Tessari, es la manera como son retratadas las mujeres. Si estas no son asesinadas, como sucede por ejemplo con la esposa del protagonista, por lo general son golpeadas hasta el hartazgo por los hombres que las rodean, quienes no pueden evitar identificarlas como objetos de deseo, instrumentos de venganza, o como un medio para conseguir aquello que tanto aƱoran. La misoginia inevitablemente estĆ” presente en muchos de estos thrillers policiales, donde la testosterona y el machismo inundan la pantalla dejando a las mujeres en un segundo plano, limitĆ”ndolas a asumir el rol de simples acompaƱantes de los protagonistas de turno. Por otro lado, “Tony Arzenta” cumple con retratar la desconfianza en las autoridades que en aquel entonces reinaba en la sociedad italiana. De hecho, el Ćŗnico motivo por el cual la policĆ­a no arresta al protagonista, es porque tienen la esperanza que Ć©l haga el trabajo sucio que las autoridades no pueden o no quieren realizar. Es asĆ­ como de manera involuntaria, Tony se convierte en el peĆ³n de una lucha de poderes mucho mĆ”s grande y compleja de lo que Ć©l imagina. “Tony Arzenta” no es por ningĆŗn motivo un clĆ”sico imperdible del polar francĆ©s o el poliziottesco, pero fĆ”cilmente podrĆ­a ocupar un puesto entre las cintas mĆ”s entretenidas e interesantes de ambos subgĆ©neros, los cuales solĆ­an desarrollarse en mundos sĆ³rdidos, violentos y pesimistas, lo que explica porquĆ© al ser incapaz de escapar de la vida delictual, Tony Arzenta decide destruir todo con sus propias manos.  

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