En los aƱos posteriores al
fallecimiento del legendario ilusionista Harry Houdini, quien perdió la vida en
1926 a causa de una peritonitis, la leyenda de sus proezas comenzó a adquirir un
cariz casi fantƔstico. Conscientes de la creciente popularidad de Houdini, a
principios de los aƱos cincuenta los estudios Paramount Pictures comenzaron a
desarrollar una cinta biogrƔfica del recordado artista. Para llevar a cabo dicha
tarea, los productores George Pal y Berman Swarttz contrataron al guionista
Philip Yordan para que adaptara la novela biogrĆ”fica āHoudini: His Life Storyā
del escritor Harold Kellock, y a George Marshall para que se hiciera cargo de
la dirección del film. Con el objetivo que el proyecto fuese comercialmente
exitoso, la dupla de productores contrató como protagonistas a la pareja de
recién casados Tony Curtis y Janet Leigh, ya que en aquel entonces su relación
amorosa estaba acaparando todas las portadas. Para poder contar con ellos,
quienes estaban bajo contrato con los Estudios Universal y con los Estudios
Metro-Goldwyn-Mayer respectivamente, los ejecutivos de la Paramount tuvieron
que negociar una cesión temporal que no favorecerĆa a los actores. SegĆŗn lo que
el propio Tony Curtis explicó en su autobiografĆa, āLos estudios obtuvieron
mucho dinero con la cinta, pero nosotros solo ganamos nuestros salarios
regulares.ā Por otro lado, el rodaje de āHoudiniā (1953) se realizarĆa bajo la
supervisión tĆ©cnica de Joseph Dunninger, un ilusionista veterano que habĆa
adquirido una serie de artefactos que le habĆan pertenecido a Houdini luego del
fallecimiento de su esposa Bess en 1943. Curiosamente, Curtis no trabajarĆa
directamente con Dunninger sino que entrenarĆa para el rol con el mago George
Boston. āTrabajĆ© con Ć©l todos los dĆas durante aproximadamente cuatro meses
antes de comenzar el rodaje de la pelĆcula, entrenando escapes y
prestidigitación. Entendà todo bastante rÔpido, y lo que aprendà permaneció
conmigo el resto de mi vida. Aun sigo practicando, y fui aceptado en la
Sociedad de Magos de NorteamĆ©rica y Japón,ā recordarĆa el actor en una entrevista
realizada varios aƱos despuƩs del estreno del film.
La trama de āHoudiniā es bĆ”sicamente
una representación idealizada de la carrera y la vida del ilusionista, que
abarca desde sus inicios como artista de feria, pasando por sus exitosas
presentaciones en Europa, hasta su eventual regreso a los Estados Unidos. La
cinta inicialmente se ambienta en la Ʃpoca en la que un joven Harry Houdini (Tony
Curtis) estĆ” trabajando en una feria ubicada en Coney Island como Bruto, el
āhombre salvajeā, y realizando algunos trucos de magia bajo el seudónimo del
āGran Houdiniā. Es en ese lugar que conoce a una joven llamada Beatrice āBessā
Rahner (Janet Leigh), quien en su primer encuentro huye despavorida del
coqueteo de Harry. Sin embargo, cuando ella regresa en otras dos oportunidades
a ver su actuación, el mago decide aprovechar su oportunidad y logra que Bess
admita que se siente atraĆda por Ć©l. Poco tiempo despuĆ©s, ambos no solo deciden
contraer matrimonio, sino que ademƔs Bess acepta trabajar como la asistente de
Harry en diferentes escenarios del paĆs, tarea que prueba ser sumamente cansadora y mal remunerada. Durante el tramo de la cinta que cubre toda esta
serie de acontecimientos, la historia funciona principalmente como una comedia
romƔntica, donde Houdini es retratado como un hombre optimista que estƔ
dispuesto a hacer incontables sacrificios en nombre de su amor por la magia. Como
es de esperarse, su incontrolable pasión y su obsesión con la fama y la muerte
generan algo de tensión dentro del matrimonio, en especial cuando Harry se
involucra en nĆŗmeros artĆsticos donde pone su vida en riesgo sin importarle
demasiado la opinión de una contrariada Bess.
Aun cuando āHoudiniā explora de manera
relativamente fidedigna la cercana relación que el ilusionista mantenĆa con su
madre, sus diversas obsesiones y su interƩs por el mundo de lo sobrenatural, gran
parte de los hechos que relata la cinta son ficticios. Entre otras cosas, si
bien es cierto que Houdini conoció a quien se transformarĆa en su esposa en una
feria de Coney Island, la verdad es que ella tambiƩn era una artista que
trabaja en dicho lugar, y previo a entablar una relación amorosa con el
ilusionista fue cortejada por el medio hermano de este, Theodore āDashā
Hardeen, quien trabajaba como su asistente en sus presentaciones como mago. AdemƔs
de esto, la pelĆcula reproduce varias ilusiones que Houdini jamĆ”s realizó,
asegura que era hijo Ćŗnico cuando en realidad tenĆa seis hermanos, y cambia los
hechos que rodearon a su muerte, todo esto con el objetivo de ensalzar la
leyenda del mĆtico ilusionista. Esta serie de cambios no resulta tan
descabellada si se considera que durante gran parte de su carrera, Houdini
constantemente exageró sus hazañas y distorsionó ciertos aspectos de su vida con
el fin de otorgarle mayores dosis de dramatismo a su ascenso a la fama. Por
ejemplo, en la biografĆa āThe Secret Life of Houdiniā escrita por William
Kalush y Larry Sloman, se revela que el ilusionista fue consultado por los
gobiernos estadounidense y britÔnico en relación a temas de espionaje y
escapismo. Si bien él nunca ofició como agente secreto, le gustaba que la gente
creyera que si lo era, evidenciando su inclinación por desarrollar de forma
constante una serie de mitos en torno a su figura.
En cuanto a las ilusiones que son
retratadas en la pelĆcula, aun cuando el equipo de filmación y el elenco
hicieron lo posible por recrearlas de la manera mƔs fidedigna posible, solo
aquella conocida como āMetamorfosisā pudo ser rodada en una sola toma. En el
resto de las escenas que involucraban trucos de magia, el director George
Marshall optó por utilizar una serie de tomas que ayudaran a crear la ilusión
que el truco realmente habĆa sido efectuado por el protagonista. Esto se debió
a que tanto Marshall como George Pal estaban convencidos que la magia del
proceso de edición era tan impresionante como las ilusiones del propio Houdini.
Por otro lado, si bien Tony Curtis no se parecĆa fĆsicamente a Houdini, ni
Janet Leigh era parecida a Bess, la dupla de actores realiza un estupendo
trabajo interpretando sus respectivos roles. Mientras que Curtis convierte a
Houdini en un personaje carismĆ”tico que ostenta una gran presencia fĆsica,
Leigh exterioriza de manera efectiva lo dramƔtico de ciertas situaciones en las
que Bess ve con impotencia como su marido arriesga su vida. Al mismo tiempo, la
quĆmica que existe entre ambos traspasa la pantalla, lo que no resulta extraƱo
considerando la relación que la pareja de actores mantenĆa en la vida real. Al
igual que los protagonistas, tanto Angela Clarke, quien interpreta a la madre
de Houdini, como Torin Thatcher, quien interpreta a un asistente ficticio que
el protagonista supuestamente tuvo durante el Ćŗltimo tramo de su carrera,
realizan un magnĆfico trabajo. Igualmente destacable resulta ser la dirección
de fotografĆa de Ernest Lazlo, la banda sonora del compositor Roy Webb, y el
diseƱo de vestuario de la ganadora de ocho Premios de la Academia Edith
Head.
āHoudiniā serĆa recibida de manera
entusiasta por el pĆŗblico y la crĆtica, pero generarĆa una reacción adversa
entre la comunidad de ilusionistas quienes se mostraron decepcionados por el
exceso de ficción que presentaba la pelĆcula. Y es que bĆ”sicamente āHoudiniā
mƔs que recrear diversos hechos biogrƔficos del famoso mago, buscaba celebrar
la leyenda que se formó en torno a él, reforzando la idea que el ilusionismo era
una parte integral de los distintos aspectos su vida. Aun cuando la trama es
algo inocente para los estĆ”ndares actuales, āHoudiniā se alza como una cinta
entretenida que es apoyada por el encanto de sus dos protagonistas. Como dato adicional,
es poco sabido que Houdini tuvo una breve carrera como actor entre 1919 y 1923,
periodo donde participó en una serie de pelĆculas que buscaban resaltar su
carisma y sus habilidades como escapista. Como muchos otros aspectos de su
vida, esta era otra faceta diseñada para agrandar su imagen pública. Por este
motivo era usual que interpretara a valientes espĆas que tambiĆ©n eran
ingeniosos inventores. Afortunadamente, las apariciones cinematogrƔficas de
Houdini no solo se limitaron a su participación en melodramas. Ćl utilizarĆa
las cƔmaras de su propia productora para filmar sus actos de escapismo por toda
Norteamérica, muchos de los cuales llevó a cabo en las azoteas de diversos periódicos,
lo que le aseguraba que estos fuesen cubiertos por la prensa. En otras
oportunidades, Houdini incluso integrarĆa sus grabaciones en sus
presentaciones. Eventualmente, estas pequeƱas grabaciones en las que al artista
actuaba sin la necesidad de utilizar luces, adornos, o mallas de protección, se
transformarĆan en el Ćŗnico medio disponible para que miles de personas pudiesen
ver al verdadero Houdini, aquel que al igual que el Houdini de Tony Curtis,
ponĆa su vida al servicio del espectĆ”culo.
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