En 1989, la revista Model Graphix publicarĆ­a un manga de quince pĆ”ginas titulado “The Age of the Flying Boat / Hikōtei Jidai”, dentro del contexto de una serie de historias y ensayos escritos por Hayao Miyazaki, los cuales serĆ­an identificados bajo el nombre de “Hayao Miyazaki´s Daydream Data Notes”. Originalmente Miyazaki intentarĆ­a tomar dicha historia y adaptarla para hacer un mediometraje de 45 minutos de duraciĆ³n para la empresa Japan Airlines. Sin embargo, al poco tiempo de embarcarse en dicho proyecto se dio cuenta que todos a su alrededor pensaban que estaba trabajando en su prĆ³ximo largometraje, incluido el productor Toshio Suzuki, quien fue el que finalmente lo convenciĆ³ para que asĆ­ fuese. Inicialmente Miyazaki contemplĆ³ la posibilidad de realizar una “pelĆ­cula tonta” que incluyera varias escenas de acciĆ³n y humor slapstick, muy en el estilo de “The Castle of Cagliostro” (1979), en parte porque querĆ­a darle en el gusto a los fanĆ”ticos que habĆ­an expresado su deseo de volver a verlo dirigir una historia de esas caracterĆ­sticas. Sin embargo, no pasarĆ­a mucho tiempo antes que Miyazaki se diera cuenta que el relato que tenĆ­a entre manos no podĆ­a ser manejado de manera frĆ­vola, ya que eso afectaba directamente el grado de motivaciĆ³n que le despertaba el proyecto. Este cambio de enfoque por parte de Miyazaki tambiĆ©n estuvo motivado por el estallido de las Guerras Yugoslavas, hecho que impedĆ­a que cualquier producciĆ³n de temĆ”tica bĆ©lica fuese tomado a la ligera. A raĆ­z todo esto, Miyazaki terminarĆ­a escribiendo un guion que no solo tratarĆ­a temas polĆ­ticos y religiosos, sino que ademĆ”s reflejarĆ­a su amor por la cultura italiana, los porcinos y los aviones.

“Porco Rosso” (1992) se desarrolla alrededor de Marco Pagot (ShÅ«ichirō Moriyama), un piloto que tras participar en la Primera Guerra Mundial y ser transformado en un cerdo por un encantamiento misterioso, decide radicarse en una isla ubicada en la Mar AdriĆ”tico donde trabaja como cazarrecompensas. En dicho lugar terminarĆ” involucrĆ”ndose en una aventura que le ofrece la oportunidad de redimirse de sus pecados del pasado, los cuales aun lo atormentan. Como se puede desprender de la sinopsis, “Porco Rosso” bĆ”sicamente es un estudio de personaje envuelto en una colorida aventura que se desarrolla en el aire. Durante el transcurso de la pelĆ­cula, Miyazaki sugiere que la transformaciĆ³n de Marco en un cerdo estĆ” estrechamente relacionada con los horrores que viviĆ³ durante la Primera Guerra Mundial, donde entre otras cosas tuvo que ver como muchos de sus camaradas eran asesinados por las tropas enemigas. Marco, quien por muchos de sus pares es considerado como un hĆ©roe de guerra, no puede sentir mĆ”s que desprecio por si mismo debido a la convicciĆ³n ilĆ³gica pero comprensible, que Ć©l no merecĆ­a sobrevivir al conflicto bĆ©lico. “Siempre mueren los buenos,” declara con amargura Marco en un determinado momento de la historia, reforzando la idea que su particular situaciĆ³n es un castigo. La reclusiĆ³n en solitario del protagonista en una aislada isla del AdriĆ”tico, donde es capaz de resguardar su privacidad entre pronunciados riscos, es claramente una opciĆ³n personal, la cual solo se ve afectada cuando decide ir en socorro de las vĆ­ctimas de una brigada de piratas del aire. 


SegĆŗn el propio Miyazaki, la elecciĆ³n de un protagonista porcino respondĆ­a a su deseo de realizar una acusaciĆ³n satĆ­rica sobre la hipocresĆ­a que infecta a muchas sociedades contemporĆ”neas y modernas. “Los cerdos son criaturas que si bien son amadas, nunca han sido respetadas ya que son sinĆ³nimo de codicia, obesidad, y libertinaje,” agregarĆ­a mĆ”s tarde el director. La hipocresĆ­a desde el punto de vista de Miyazaki, es algo inherente a todo tipo de regĆ­menes polĆ­ticos, organizaciones, y movimientos, y debe ser considerada como una herramienta que en muchas oportunidades es utilizada para disciplinar a una determinada poblaciĆ³n. “Todos intentan obligar al resto a comportarse de acuerdo a sus estĆ”ndares personales… Hay un nĆŗmero de cosas que yo creo que son correctas. Y otras cosas que me hacen enojar. De hecho, me enojo con mĆ”s facilidad que otras personas, pero siempre trato de partir de la suposiciĆ³n de que los seres humanos son tontos. Me molesta la idea que postula que el hombre es el ser superior, el elegido por Dios… DecidĆ­ que un cerdo fuese el hĆ©roe porque representaba como me sentĆ­a,” asegurarĆ­a Miyazaki en una de las tantas entrevistas que concediĆ³ tras el estreno de la cinta. TambiĆ©n es interesante mencionar que desde la perspectiva del budismo, el cerdo simboliza la imperfecciĆ³n humana y por lo tanto alude a un retroceso dentro del ciclo de la reencarnaciĆ³n. Pese a las mĆŗltiples lecturas que tiene el hecho que el protagonista sea un cerdo, Miyazaki de todas formas se preocupa de retratarlo como un personaje simpĆ”tico e idealista, que se maneja bajo estrictos cĆ³digos de honor y caballerosidad, aunque eso no lo exime de tener un temperamento fuerte que lo lleva a tener pequeƱos estallidos de ira, que contribuyen a construir su colorida personalidad.

Tan importante como el drama personal de Marco es su interacciĆ³n con Gina (Tokiko Tako), una amiga de la infancia del protagonista la cual administra el Hotel Adriano, y con Fio Piccolo (Akemi Okamura), una joven mecĆ”nica de 17 aƱos que se encarga de reparar el aviĆ³n de Marco una vez que este es derribado por su rival, un piloto norteamericano llamado Donald Curtis (Akio Ōtsuka), quien fue contratado por la banda de piratas del aire para derrotar al atribulado hĆ©roe. Mientras que Gina es una mujer madura, noble y fuerte, de quien supuestamente todos los pilotos se enamoran, Fio es una joven hermosa, segura y algo inocente, que estĆ” comenzando a convertirse en una mujer. MĆ”s allĆ” de los contrastes evidentes entre ambas heroĆ­nas, Miyazaki enfatiza la manera disĆ­mil en como ellas se relacionan con Marco. Por un lado, Gina ansĆ­a recuperar al hombre que Marco era antes de la guerra, a quien dicho sea de paso ama en secreto. “Me pregunto que debe pasar para que termine ese encantamiento misterioso,” declara Gina en un determinado momento de la historia, dejando claro que es lo que realmente desea. Fio por otra parte, es capaz de ver al hombre detrĆ”s del cerdo, lo que queda explicitado en una escena donde la joven es capaz de ver el rostro humano de Marco mientras se estĆ” quedando dormida a su lado. Pese a esta suerte de oposiciĆ³n entre ambos personajes, gradualmente entre Gina y Fio se desarrolla una relaciĆ³n marcada por la mutua solidaridad y colaboraciĆ³n que parece extenderse en el tiempo. De hecho, quienes conforman el verdadero triĆ”ngulo amoroso de la cinta son Gina, Marco, y Donald Curtis, aunque el conflicto entre ellos no es tratado estrictamente como un relato romĆ”ntico convencional. Esto es debido a que Miyazaki prefiere enfocarse en el misterio que se esconde tras la transformaciĆ³n del protagonista, y de paso explorar el contexto histĆ³rico en el que se desarrolla la pelĆ­cula.


La historia de “Porco Rosso” coincide con el ascenso del fascismo en Italia. Por esto no resulta extraƱo que el nuevo gobierno desprecie a Marco, ya que no solo abandonĆ³ al ejĆ©rcito italiano por su incontrolable sentimiento de culpa, sino que ademĆ”s Ć©l representa aquel deseo de independencia que el fascismo desea apagar a toda costa. Son numerosas las referencias anti-fascistas que Miyazaki inserta a lo largo de la trama, como por ejemplo la canciĆ³n “Le temps de cerises”, la cual es cantada por Gina y que es conocida por ser un himno asociado a los comuneros parisinos que en 1871 se levantaron en contra del Estado francĆ©s, y la frase que pronuncia el protagonista en un determinado momento de la cinta, donde declara que “prefiere ser un cerdo que un fascista,” entre otras cosas. Junto con explorar su rechazo por el fascismo, Miyazaki tambiĆ©n plasma su fascinaciĆ³n por los objetos mecĆ”nicos, especĆ­ficamente por los aviones, los cuales ocupan un lugar central en varias de las escenas mĆ”s llamativas de la pelĆ­cula. Pero el director no solo se queda en intentar retratar las aeronaves utilizadas por Marco y compaƱƭa con el mĆ”ximo nivel de detalle posible, sino que ademĆ”s exhibe una gran preocupaciĆ³n por diseƱar escenarios llamativos y vĆ­vidos, y por crear una serie de secuencias animadas en extremo fluidas. Como de costumbre, las coloridas imĆ”genes creadas por Miyazaki son acompaƱadas por la magnĆ­fica banda sonora de Joe Hisaishi, la cual evoca un sentimiento de nostalgia que es compartido tanto por Marco como por el propio director. Pese a ser una gran pelĆ­cula que mezcla de manera eficiente acciĆ³n, romance, drama, fantasĆ­a, misterio, un claro mensaje antibĆ©lico, e incluso una crĆ­tica social y polĆ­tica, y que ademĆ”s tiene la virtud de presentar una serie de personajes interesantes y cautivadores, “Porco Rosso” es una cinta menor dentro de las muchas producciones salidas del Estudio Ghibli, lo que no significa que no estĆ© repleta de detalles y momentos sencillamente inolvidables.

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