Walter Benjamin Lantz vivió lo suficiente como para ver los inicios de los primeros estudios de animación de los Estados Unidos, y para presenciar la gran mayoría de los cambios que sufrió la industria durante el siglo veinte. Al mismo tiempo, fue lo suficientemente resiliente como para sobreponerse a diversos fracasos durante su carrera, lo que se vio recompensando con la eventual creación de uno de los personajes más recordados de la era dorada de la animación norteamericana. Walter Lantz nació el 27 de Abril de 1899, en New Rochelle, Nueva York. Sus padres fueron los inmigrantes italianos Francesco Paolo Lantz, quien era dueño de un pequeño almacén, y Maria Gervasi, quien falleció durante el parto del hermano de Walter, Michael. Cuando su padre comenzó a presentar algunos problemas físicos, Walter tuvo que hacerse cargo del almacén a muy temprana edad. Pese a que sus responsabilidades le dejaban muy poco tiempo libre, Walter se las arregló para inscribirse en un curso de dibujo por correo cuando tenía 12 años. Tres años más tarde, él se mudó a Manhattan y su hermano Micheal quedó a cargo del almacén. Mientras trabajaba como mécanico automotriz, Lantz consiguió su primera oportunidad en el mundo del arte. Fred Kafka, un acaudalado cliente regular del taller en el cual trabajaba, quedó tan encantado con los dibujos que Walter había colgado en la pizarra de anuncios del lugar, que decidió pagar sus estudios en la Liga de Estudiantes de Arte de Nueva York. Kafka también le ayudó a conseguir un trabajo en el periódico New York American, propiedad del magnate William Randolph Hearst. Aunque originalmente solo se dedicaba a fotocopiar algunos documentos, eventualmente algunos caricaturistas de la talla de George Kerr, Willy Pogany, y Winsor McCay, le permitirían dibujar algunas tiras cómicas.
En
1915 Hearst fundó su propia compañía de animación, International Film Service,
con el objetivo de producir cortos animados basados en las tiras cómicas más
populares que se publicaban en sus periódicos, como por ejemplo “Bringing Up
Father” de George McManus, “Happy Hooligan” de Frederick Burr Opper, “Jerry on
the Job” de Walter Hoban, y “The Katzenjammer Kids” de Rudolph Dirks. Con tan
solo 16 años, Lantz se unió al Estudio gracias a que uno de sus colegas,
Gregory LaCava, estaba a cargo del departamento de animación. Tras trabajar dos
años como animador, Lantz súbitamente adquirió más responsabilidades. En 1917,
cuando los Estados Unidos se involucraron en la Primera Guerra Mundial, muchos
de los empleados del Estudio fueron reclutados por el ejército. Debido a que
LaCava y Lantz no habían cumplido aún la mayoría de edad, fueron de los pocos
trabajadores que quedaron a cargo del funcionamiento de la compañía. Sin
embargo, un año más tarde Hearst tomaría la decisión de cerrar el Estudio, ya
que las ganancias que estaba obteniendo estaban lejos de cumplir sus
expectativas. En ese corto periodo de tiempo, Lantz no solo fue capaz de
aprender rápidamente el oficio, sino que además tuvo la oportunidad de
demostrar que era un tipo creativo e innovador. Lantz fue uno de los primeros
animadores que entendió que la adaptación de las tiras cómicas al medio
animado, requerían de un acercamiento distinto al que había sido empleado
originalmente. En otras palabras, se dio cuenta que las acciones podían
comunicar más que las palabras, por lo que en sus obras de este periodo optó
por eliminar gran parte de los diálogos para favorecer los gags visuales, idea
que eventualmente sería adoptada por otros animadores con buenos resultados.
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Walter Lantz y los personajes de Dinky Doodle |
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Afiche promocional de "Hot Dog Cartoons with Pete the Pup” (1926-1927) |
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“Eveready Harton in Buried Treasure” (1928) |
En
vez de retornar al trabajo en medios impresos, Lantz se unió al Estudio de John
Randolph Bray, donde se desempeñaría bajo las órdenes de Raoul Barré, quien
estaba a cargo de la adaptación de la tira cómica “Mutt and Jeff” de Bud
Fisher. En 1921, Lantz se convirtió en asistente del director, animador y
guionista, lo que eventualmente lo llevó a trabajar como director en series
como “Colonel Heeza Liar” (1913-1924) y ·”Dinky Doodle” (1924-1926). De hecho,
él fue el creador de “Dinky Doodle” y el principal interesado en combinar
animación con acción real, tal y como sucedía en la serie animada “Out of the
Inkwell” (1918-1929) producida por los Hermanos Fleischer. En 1925, Lantz sería
el responsable de crear dos nuevas series tituladas “Un-Natural History”
(1925-1927) y “Hot Dog Cartoons with Pete the Pup” (1926-1927). En aquel
entonces, Lantz trabajaba junto a John Foster, Clyde Geronimi, David Hand, Jack
King, Frank Moser, Bill Nolan y George Vernon Stallings, quienes dicho sea de
paso conformaban la totalidad del equipo humano con el que contaba, razón por
la cual Lantz usualmente aparecía acreditado como director, escritor, animador
y actor de todas sus obras. Lamentablemente para este grupo de profesionales, y
específicamente para Lantz, Bray se declaró en bancarrota en 1927. Poco antes
del cierre del Estudio, Lantz y compañía alcanzaron a producir un corto
titulado “Eveready Harton in Buried Treasure” (1928), el cual se convertiría en
el primer dibujo animado exclusivamente para adultos de la historia. La curiosa
colección de chistes pornográficos, se dice que fue realizada para ser exhibida
en la fiesta de cumpleaños de Winsor McCay. De acuerdo con el animador de los
Estudios Disney, Ward Kimball, el cortometraje fue hecho por Raoul Barré, Max
Fleischer y Paul Terry, quienes se encargaron de realizar distintos segmentos
sin contarse entre sí lo que estaban haciendo. Entre los animadores que
trabajaron en esta obra estaba Lantz, George Canata, George Vernon Stallings y
Rudy Zamora. Otras fuentes aseguran que en aquel entonces el corto era
demasiado controversial para ser procesado por un laboratorio, por lo que la
cinta se perdió en la oscuridad hasta su resurgimiento durante la década del
setenta.
Aun
cuando en aquel entonces la mayoría de los Estudios de animación estaban
localizados en Nueva York, dado que la industria cinematográfica se había
establecido en Hollywood, Lantz decidió continuar su carrera en Los Angeles. Su
vecino en Hollywood sería Frank Capra, quien algunos años después se
convertiría en un famoso director de películas como “Mr. Smith Goes to
Washington” (1937) y “It`s A Wonderful Life” (1946). En aquellos días, Capra
trabajaba como interno del legendario director y productor de comedias
slapstick Mack Sennett. Cuando Sennett comenzó a buscar a alguien que pudiese
animar un pequeño insecto que deseaba incluir en una de sus cintas, Capra le
recomendó a Lantz. Sennett quedó tan conforme con el trabajo del animador, que
lo contrató como su guionista durante seis meses. De manera paralela a su
trabajo con Sennett, Lantz en compañía del actor y caricaturista Pinto Colvig,
intentaron sin demasiado éxito fundar su propio estudio de animación. Luego que
tanto Lantz como Capra terminaran siendo despedidos por motivos que jamás
llegaron a conocer, el animador encontró un nuevo trabajo al interior de los
Estudios Universal, donde durante un tiempo se encargaría de escribir guiones y
diversos gags para un buen número de películas de acción real. Para su buena
fortuna, la Universal recientemente había adquirido los derechos de la serie
animada “Oswald the Lucky Rabbit”, la cual había sido creada por Walt Disney y
Ub Iwerks. Junto con esto, el Estudio además había contratado a gran parte de
los animadores que trabajaban en su realización, como por ejemplo Hugh Harman,
Rudolf Ising y Friz Freleng. Su único problema, es que en ese entonces la
Universal no poseía un estudio de animación propiamente tal. Fue entonces
cuando Lantz fundó el estudio Universal Studio Cartoons (que algunos años más
tarde se convertiría en Walter Lantz Productions), con el objetivo de hacerse
cargo de la producción de la serie. No contento con eso, Lantz eventualmente
ganó los derechos del personaje en una partida de poker que jugó con el
mandamás de la Universal, Carl Laemmle. Una vez que el personaje fue suyo,
Lantz no solo lo rediseñó sino que además le pidió a Disney que le diera
algunos consejos. Esto los llevó a desarrollar una amistad que se extendería
durante el resto de sus respectivas carreras, al punto que Disney llegó a
reconocer que Lantz era uno de los pocos profesionales del mundo de la
animación que respetaba.
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Pooch the Pup, “The Lumber Champ” (1933) |
Si
bien los cortometrajes de “Oswald the Lucky Rabbit” (1927-1938) fueron
producidos durante gran parte de la década del treinta, jamás alcanzaron la
popularidad de los dibujos animados realizados por Walt Disney. Al igual que
otros personajes animados de la época, Oswald vivió la transición del cine mudo
al sonoro, lo que permitió que en su realización participaran actores como
Pinto Colvig (quien es más conocido por ser el responsable de la voz de Goofy),
Mickey Rooney, y June Foray. Pese a la gran cantidad de cortos que protagonizó
el personaje (Lantz y compañía llegaron a desarrollar aproximadamente 26 cortos
al año), existen solo dos obras relacionadas con Oswald que poseen una cierta importancia
histórica en la actualidad. Una de ellas sería el segmento animado del musical
de acción real “The King of Jazz Revue” (1930), protagonizado por Paul Whiteman
y Bing Crosby, ya que figura como el primer dibujo animado hecho a color. El
otro cortometraje relevante de Oswald sería “Confidence” (1932), el cual solo
es recordado porque fue utilizado para apoyar la candidatura presidencial de
Franklin D. Roosevelt. Además de “Oswald the Lucky Rabbit”, en ese entonces el
Estudio también produjo las series animadas “Pooch the Pup” (1932-1933) y
“Walter Lantz Cartune Specials”. Aun cuando el Estudio se las arregló para
contratar a profesionales como Tex Avery, Steve Bosustow, LaVerne Harding (una
de las pocas animadoras que había en aquel entonces), Chuck Jones, Virgil Ross,
Hank Ketcham, Manuel Moreno, y Cecil Surry, lo que elevó considerablemente la
calidad de sus productos, de todas formas la Universal decidió cerrar su
departamento de animación en 1935. Ese mismo año, pese a que el espacio físico
que utilizaban se encontraba al interior del estudio, Lantz lo reclamó como si
fuese suyo y cambio el nombre de la compañía a Walter Lantz Productions. Al
mismo tiempo, convenció al entonces presidente de la Universal, John Cheever Cowdin,
que le otorgara un préstamo para así poder seguir en funcionamiento.
Para
1938, la serie “Oswald the Lucky Rabbit” dejó de producirse por el escaso
interés del público en el personaje. Tal y como sucedió con Oswald, otros
personajes creados por Lantz como por ejemplo “Meany, Miny and Moe”, “Baby-Face
Mouse”, “Snuffy Skunk”, “Doxie” y “Jock and Jill”, no lograron alcanzar la
popularidad que él esperaba. En 1937, Lantz vistaría el zoológico Brookfield
ubicado en Illinois, para estudiar, fotografiar, y bosquejar al primer panda en
ser trasladado a los Estados Unidos. Esto lo llevaría a crear un personaje
llamado Andy Panda, quien debutaría en el corto “Life Begins for Andy Panda”
(1939). Si bien Andy originalmente era un travieso panda bebé, eventualmente se
convirtió en un personaje con una personalidad bastante similar a la de Mickey
Mouse. Andy Panda sería el primer personaje realmente exitoso de Lantz,
especialmente por lo caótico de las situaciones en las que se veía involucrado
el tierno y adorable panda. En 1939, los ejecutivos de la Universal Pictures le
dijeron a Lantz que las finanzas del estudio estaban en pésimas condiciones,
por lo que ya no podrían seguir dándole dinero para producir sus dibujos
animados. Rehusándose a aceptar la idea, Lantz les imploró no cortar su nexo
comercial y les aseguró que estaba dispuesto a firmar un contrato sin la
necesidad que tuvieran que entregarle adelantos por sus producciones. En su
desesperación, Lantz hizo lo que a todas luces era un movimiento increíblemente
arriesgado. No solo hipotecó su propia casa, sino que además les pidió
préstamos a todos sus amigos en Hollywood, y tomó préstamos en diversas
entidades bancarias. Afortunadamente para él, en Enero de 1940 logró firmar un
contrato sumamente importante con la Universal. Lantz recibiría los derechos de
todos los personajes que aparecían en sus producciones de forma retroactiva
hasta 1936. Bajo estos términos, Lantz se ocuparía de todos los costos de
producción y las ganancias serían divididas en partes iguales entre Walter
Lantz Productions y los Estudios Universal.
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“Andy Panda Goes Fishing” (1940) |
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“Knock Knock” (1940) |
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“Drooler´s Delight" (1949) |
1940
sería un año sumamente importante para Lantz. Además de la firma del contrato
con la Universal, contraería matrimonio con Grace Stafford (él previamente
había estado casado con Doris Hollister, con quien tenía un hijo). Durante su
luna de miel, la pareja escucharía el incesante golpeteo de un pájaro
carpintero en el techo de su habitación. Grace le sugeriría a Lantz que usara
al ave para inspirarse a la hora de crear un nuevo personaje animado. Tomando el
consejo de su esposa, aunque no del todo convencido con su creación, Lantz
introdujo a Woody Woodpecker/Pájaro Loco en el quinto cortometraje de Andy
Panda titulado “Knock Knock” (1940). Woody estaría claramente inspirado en el
Daffy Duck de Tex Avery, ya que era un pájaro completamente loco que disfrutaba
molestando a otros personajes. De hecho, originalmente su voz sería realizada
por Mel Blanc, quien también era la voz de Daffy. Debido al éxito obtenido por
Woody, Lantz decidió realizar una serie con él como protagonista. Cuando Blanc
firmó un contrato de exclusividad como los Estudios Warner Bros., este fue
reemplazado por el actor Kent Rogers, quien contribuyó solo en dos
cortometrajes antes de enlistarse para participar en la Segunda Guerra Mundial.
Fue entonces cuando Ben Hardaway se convirtió en la nueva voz de Woody. Pese al
cambio de actores, la distintiva risa de Blanc siguió siendo utilizada en los
cortos de Woody hasta 1951. Cuando en 1948 la canción original “The Woody
Woodpecker Song”, la cual aparecía en el cortometraje “Wet Blanket Policy”
(1948), recibió una nominación al Oscar a la mejor canción, Blanc demandó a
Lantz por medio millón de dólares, asegurando que este último había utilizado
su voz sin autorización. Sin embargo, un juez eventualmente dictaminó que
debido a que Blanc jamás registró los derechos de la voz que utilizó para darle
vida a Woody, Lantz no tenía obligación alguna de compensarlo monetariamente. Pese
a ganar el juicio, de todas formas Lantz llegó a un acuerdo con Blanc para compensarlo
sin la necesidad de ir a tribunales, tras lo cual emprendió la tarea de buscar
una nueva voz para Woody.
En
1950 Lantz llamó a una audición para encontrar a la nueva voz de su personaje
más popular. Aunque su esposa se ofreció para el rol, Lantz rechazó la idea
porque no quería que la voz de Woody fuese realizada por una mujer. En secreto,
Grace envió una cinta anónima al Estudio para probar suerte. Sin saber a quien
le pertenecía la voz, Lantz escogería a Grace para interpretar a Woody. Ella se
haría cargo de la voz del personaje hasta 1972, aunque durante una buena
cantidad de años su participación no sería acreditada. Su Woody sería algo más
amigable que la versión original del personaje, lo que en gran medida se debió
a que Lantz y su equipo creativo lo rediseñaron para que su personalidad fuese
un poco más acorde a su nueva voz. Durante los años cuarenta y gran parte de
los cincuenta, “Woody Woodpecker” (1940-1972) fue una de las series animadas
más populares de Norteamérica, situándose al mismo nivel que “Tom & Jerry”,
“Droopy”, y “Looney Tunes”. Como era de esperarse, tanto Woody como otros
personajes creados por Lantz terminaron irrumpiendo en el mundo de las
historietas, las cuales serían publicadas por Dell Comics y Gold Key Comics
desde los años cuarenta hasta la década del setenta. Aun cuando los cortos de
Andy Panda dejaron de producirse a fines de los cuarenta, el personaje continuó
apareciendo durante varios años en la publicación “Four Color Comics”. Woody
también tendría su propia cabecera, y adicionalmente aparecía junto a Andy
Panda y otros personajes en “Walter Lantz New Funnies”. Adicionalmente, a
principios de los años cuarenta, Lantz y sus colegas trabajaron en una serie de
prototipos de historietas de Andy Panda y Woody Woodpecker, con el fin de
publicarlas en algunos periódicos. Aunque esto nunca se llevó a cabo, el
material de Andy Panda eventualmente terminó siendo publicado en “Andy Panda
All Picture Comics” (1943) y “Crackajack Comics” (1941).
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“Wet Blanket Policy” (1948) |
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Walt Disney felicita a Walter Lantz en un evento que celebraba los 25 años de Lantz en la Universal Pictures (1953) |
La
evolución de Woody Woodpecker resulta bastante interesante, ya que en un inicio
era un personaje bastante feo y grotesco. No sería hasta el estreno de “The
Barber of Seville” (1944) que se convertiría en un personaje más atractivo que
solo molestaría a otros como método de defensa personal. En 1944, Woody se
enfrentaría por primera vez a uno de sus archienemigos, Wally Walrus, en el
episodio “The Beach Nut”. Algunos años más tarde, en el episodio “Wet Blanket
Policy”, Woody tendría que hacerle frente por primera vez a Buzz Buzzard, otro
de sus enemigos recurrentes. Por otro lado, mientras que en “Real Gone Woody”
(1954) debutaría su novia Winnie Woodpecker, en “Get Lost” (1956) serían
introducidos sus dos pequeños sobrinos, Splinter y Knothead, quienes habían sido
creados para la serie de historietas de Woody. En 1947, Lantz se enfrascó en
una discusión con los nuevos ejecutivos de los ahora Estudios Universal-International,
relacionada al manejo de las licencias y los derechos de comercialización de
sus personajes. Esto provocó que entre 1948 y 1949, Lantz distribuyera doce de
sus dibujos animados a través de los Estudios United Artists. Lamentando el
hecho que las aventuras de Woody y del resto de los personajes de Lantz ahora
estuviesen siendo distribuidas por la United Artists, los ejecutivos de la
Universal se apresuraron a firmar un nuevo contrato con Lantz que resultó ser
bastante favorable para él. Luego de haber alcanzado los 50 años de edad, Lantz
se dedicó mayormente a trabajar como productor en su estudio, dejando gran
parte de los detalles de los dibujos animados en manos de los directores que
tenía bajo contrato. Quien mejor manejó a Woody durante la década del cincuenta
fue el director Don Patterson, quien fue capaz de mantener intacto el atractivo
del personaje, hasta que decidió volver a trabajar como animador. Entre algunos
de los cortos más destacables de Patterson se encontrarían “Termites from Mars”
(1952), “Hypnotic Hick” (1953), “Socko in Morocco” (1954), y “Under the Counter
Spy” (1954), entre otros. De manera paralela a la producción de cortos
animados, el Estudio de Lantz también realizaría animaciones para algunas
películas de acción real, como por ejemplo “Destination Moon” (1950) de Irving
Pichel.
En
1953 Lantz crearía un nuevo personaje, un pingüino llamado Chilly Willy, quien
se convirtió en su tercer personaje más popular tras Woody y Andy. Uno de los
directores que se haría cargo de dos cortometrajes de Chilly Willy titulados
“I´m Cold” (1954) y “The Legend of Rockabye Point” (1955), sería el veterano
Tex Avery, quien recientemente había abandonado los Estudios MGM. Si bien los
dos cortos serían extremadamente divertidos y de muy buena factura, al punto
que “The Legend of Rockabye Point” obtuvo una nominación al Oscar al mejor
cortometraje animado, la estadía de Avery en el estudio de Lantz sería breve.
En 1955 Avery abandonaría durante décadas la industria de la animación, pese a
los esfuerzos por parte de Lantz de mantenerlo trabajando junto a él. A
mediados de la década del cincuenta, la industria cinematográfica estaba
experimentando una serie de dificultades financieras, lo que provocó que los
Estudios comenzaran a destinar cada vez menos dinero a las producciones
animadas. Para 1956, había solo siete productores de cortometrajes animados, los
cuales quedarían reducidos a tan solo tres al final de la década. Tanto Walter
Lantz como los ejecutivos de la Universal Pictures, eran conscientes que la
única forma de financiar nuevos cortos animados era ingresando a la industria
de la televisión. Fue así como nació “The Woody Woodpecker Show” (1957-1958), el
cual debutaría el 3 de Octubre de 1957 en la cadena ABC. El show que sería
emitido una vez por semana durante casi un año, integraba dibujos animados con
segmentos de acción real, lo que le otorgó un estilo distintivo que convenció
tanto a los espectadores como al propio Lantz. Los segmentos de acción real que
fueron creados para el show, los cuales llevaban por título “A Moment with
Walter Lantz”, cumplían la misión de informar al espectador como funcionaba el
proceso de animación de los dibujos animados, y como los guionistas
desarrollaban las historias y los personajes.
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“I´m Cold” (1954) |
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“The Legend of Rockabye Point” (1955) |
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“Musical Moment From Chopin” (1946) |
Ya
para fines de la década del sesenta, gran parte de los estudios habían cerrado
sus departamentos de animación, por lo que Lantz y DePatie-Freleng Enterprises
eran dos de los tres Estudios que aun producían cortometrajes para el cine. En
1972 Lantz tomaría la difícil decisión de cerrar su estudio, ya que debido a la
creciente inflación era practicamente imposible seguir produciendo cortometrajes
que fueran rentables. Durante su último año de funcionamiento, Walter Lantz
Productions estrenó trece cortometrajes, uno protagonizado por Chilly Willy,
cuatro protagonizados por la Familia Beary, y el resto protagonizados por Woody
Woodpecker. Durante su retiro, Lantz continuó administrando sus propiedades las
cuales licenció en diferentes medios, y además aprovechó de pintar y dibujar en
sus ratos libres. Mientras que en 1986 él sería honrado con una estrella en el
Paseo de la Fama de Hollywood, en 1990 Woody Woodpecker lo acompañaría con su
propia estrella. Tres años más tarde, Lantz estableció la entrega de una beca
de $10.000 dólares y un premio con su nombre, para los animadores que
estudiaran en el Instituto de Artes de California. Finalmente, el 22 de Marzo
de 1994, Walter Lantz fallecería en el Centro Médico St. Joseph debido a una
falla cardiaca. De los cientos de cortometrajes realizados por Walter Lantz
Productions, diez serían nominados a un Premio Oscar: “The Merry Old Soul”
(1933), “Jolly Little Elves” (1934), “Boogie Woogie Buble Boy of Company B” (1941),
“Juke Box Jamboree” (1942), “The Dizzy Acrobat” (1943), “Fish Fry” (1944), “The
Poet and Peasant” (1945), “Musical Moments from Chopin” (1946), “Crazy Mixed Up
Pup” (1954), y “The Legend of Rockabye Point”. Aun cuando ninguno ganó el
galardón, en 1979 Lantz fue honrado con un Oscar por “entretener y dar alegría
al mundo con sus distintivos dibujos animados”, siendo el segundo animador en
recibir este premio después de Walt Disney. Walter Lantz sería uno de los animadores más
exitosos de su generación. Mientras que los productos realizados por Disney,
los Estudios Warner Bros., o la UPA, entre otros, eran reconocidos como fuentes
de innovación por el medio, los dibujos animados de Lantz siempre se caracterizaron
por ser una fuente de entretenimiento sin mayores pretensiones, lo cual explica
la resonancia que eventualmente alcanzó su legado, el cual sigue siendo
festejado y disfrutado hasta el día de hoy.
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