Tras
el increĆble Ć©xito del film “Witchfinder General” (1968), los ejecutivos de la
productora American International Pictures rƔpidamente se lanzaron a la tarea
de intentar replicar lo logrado por la pelĆcula del director Michael Reeves. A
raĆz de esto, se le encomendó al guionista Tim Kelly que escribiera una
historia estrechamente ligada con el tema de la brujerĆa, y que ademĆ”s
presentara algĆŗn nexo con la obra del escritor Edgar Allan Poe. Fue asĆ como
nació “Cry of the Banshee” (1970), cuya dirección recaerĆa en las manos de
Gordon Hessler, quien varios aƱos despuĆ©s su estreno reconocerĆa en numerosas oportunidades
que no guardaba los mejores recuerdos del proceso de rodaje de la producción. Y
es que según el director, la AIP le entregó uno de los peores guiones con los
cuales le tocó trabajar en toda su carrera. Debido a esto, Hessler de inmediato
llamó a Christopher Wicking para reescribir por completo el guion de Kelly.
Pese a que Hessler y Wicking pasaron una gran cantidad de tiempo investigando
el tema de la brujerĆa, eventualmente se enteraron que por razones legales solo
estaban autorizados a reescribir aproximadamente un diez por ciento del guion. Con
respecto a esta curiosa situación Hessler declararĆa, “Lo Ćŗnico que podĆamos hacer
con el film era convertirlo en un producto cinematogrƔficamente interesante a travƩs
de la utilización de diversos movimientos y Ôngulos de cÔmara, ese tipo de
cosas.”
La
intención original de Hessler y Wicking era retratar a las brujas que aparecen
a lo largo de la historia como seguidoras de la llamada “vieja religión”, lo
que en otras palabras significaba que en realidad eran practicantes de magia
blanca. MĆ”s allĆ” de este detalle cabe preguntarse, ¿quĆ© fue lo que tanto le
desagradó a la dupla de creativos del guion de Kelly que los llevó a rechazarlo
con tanta vehemencia? Para comenzar, la historia estaba pobremente construida,
presentaba un primer tramo bastante tedioso, grandes dosis de desnudez
totalmente innecesarias, y ademĆ”s carecĆa por completo de giros argumentales
que tuvieran la capacidad de sorprender al espectador. Con el objetivo de
plasmar el concepto que habĆa ideado junto a Wicking, Hessler se preocupó de
retratar el aquelarre liderado por una bruja llamada Oona como un grupo
relativamente inofensivo, el cual se torna agresivo una vez que es atacado salvajemente
por el despiadado Lord Edward Whitman. Por otro lado, resulta necesario mencionar
que Poe jamĆ”s escribió una historia titulada “Cry of the Banshee”, ni tampoco
escribió un relato que tuviese conexiones con el folclore irlandés o con el
tema de la inquisición europea. El único nexo que posee el film con la obra de
Poe es la inclusión de un par de lĆneas de la tercera estrofa del poema “The
Bells”, las cuales aparecen tras los crĆ©ditos iniciales de la producción.
“Cry
of the Banshee” se ambienta en la Inglaterra reinada por Elizabeth I, y su
protagonista es un magistrado llamado Lord Edward Whitman (Vincent Price),
quien en el Ćŗltimo tiempo ha sentenciado a un considerable nĆŗmero de aldeanos a
la hoguera debido a su convencimiento que son practicantes de magia negra.
Cuando Whitman se topa con los miembros de un aquelarre liderado por una mujer
llamada Oona (Elizabeth Bergner), a quienes se juramenta destruir, termina
siendo vĆctima de una maldición que amenaza con acabar con su vida y la de
todos los miembros de su familia. A diferencia de otras pelĆculas que formaron
parte del ciclo de producciones de horror gótico que realizó la AIP durante los
aƱos sesenta y setenta, “Cry of the Banshee” es una pelĆcula bastante violenta.
Entre otras cosas, Sean Whitman (Stephan Chase), uno de los hijos de Lord
Edward, en compaƱĆa de un grupo de sus subordinados abusa sexualmente de varias
mujeres durante el transcurso del film. AdemƔs de esto, Lord Edward utiliza a
varĆas de las vĆctimas de la inquisición como una fuente de entretención para
el resto de los aldeanos, los cuales gozan con cada una de las torturas a las cuales
son sometidas las mujeres acusadas de practicar brujerĆa. Aun cuando durante la
primera mitad de la pelĆcula el personaje de Vincent Price es presentado como
un hombre corrupto, cruel y autoritario, una vez que Oona y sus seguidores
deciden contraatacar a su verdugo, este y su familia se convierten en las
lastimosas vĆctimas de la maldición que cae sobre sus cabezas. Lo interesante
del desarrollo de la trama, es que gran parte de los personajes que participan
en ella experimentan una serie de cambios a medida que se van desencadenando
los distintos eventos que tienen como protagonistas a los Whitman y las brujas.
Por ejemplo, los otros dos hijos de Lord Edward, Harry (Carl Rigg) y Maureen
(Hilary Heath), durante gran parte de la pelĆcula se encargan de reprobar el
accionar de su padre. Sin embargo, una vez que se ven involucrados en una
situación que claramente les resulta desventajosa, ambos no pueden evitar
comenzar a actuar y pensar como Ʃl.
>En
cuanto al banshee que hace mención el tĆtulo de la pelĆcula, entidad que segĆŗn el folclore irlandĆ©s corresponde al fantasma de una mujer que se aparece para
anunciar la muerte de un pariente cercano mediante llantos y gritos, este es
invocado luego que Lord Edward envĆa a sus tropas a asesinar a la gran mayorĆa
de los integrantes del aquelarre liderado por Oona, quien se ve obligada a
mirar con impotencia las consecuencias de sus actos sacrĆlegos. A diferencia de
la descripción del banshee que realiza el folclore irlandĆ©s, en “Cry of the
Banshee” el espĆritu femenino se convierte en una suerte de hĆbrido entre un
demonio y un hombre lobo (Patrick Mower), el cual es utilizado por Oona para
vengarse de la familia Whitman, y que cuya existencia es sugerida al principio
de la pelĆcula cuando se menciona que aparentemente un perro rabioso ha estado
asesinado a las ovejas de los granjeros de la región. Por otro lado,
probablemente uno de los mayores inconvenientes que presenta la pelĆcula de
Hessler, es que su guion mezcla una serie de elementos que no logran conjugarse
de manera adecuada, lo que dificulta que la producción presente una trama del
todo definida. Y es que mientras que algunos pasajes del film se centran en una
subtrama romƔntica que resulta ser muy poco relevante, eventualmente la trama
gira hacia los terrenos del drama familiar vivido por los Whitman, para finalmente
presentarse como una pelĆcula de Ć©poca poseedora de un claro comentario social,
el cual estĆ” mezclado con horribles maldiciones, monstruos sedientos de sangre,
brujerĆa, torturas, y la materialización del lado mĆ”s oscuro del ser humano.
En
cuanto a las actuaciones, Vincent Price realiza un estupendo trabajo
interpretando a Lord Edward, ya que lo convierte en un personaje colorido el
cual pese a ser el villano del film logra despertar la simpatĆa del espectador,
mƔs que nada por el carisma innato del actor. El resto del elenco en cambio,
realiza una labor mƔs bien mediocre que atenta contra el impacto de la
historia. Por otro lado, “Cry of the Banshee” se beneficia de la buena
dirección de fotografĆa de John Coquillon, el atractivo diseƱo de producción de
George Provis, y la atmosfƩrica banda sonora del compositor Les Baxter. En
relación a la banda sonora, esta originalmente habĆa sido escrita por el
britƔnico Wilfred Joseph. Sin embargo, una vez que los ejecutivos de la
American International Pictures pudieron ver el film terminado, le pidieron a
Baxter que reescribiera por completo la música, lo que molestó de sobremanera a
Hessler, quien tuvo que resignarse a que durante gran parte del proceso de
producción de la cinta los mandamases de la AIP desestimaran su visión
artĆstica. “Cry of the Banshee” es un buen ejemplo del llamado “horror folclórico”,
el cual puede ser definido como una rama del cine de terror britƔnico que
mediante la presentación de ciertos elementos culturales pertenecientes a una
determinada comunidad, buscan generar horror en aquellos que se ven expuestos a
algo que es completamente ajeno a su sistema de creencias y costumbres. La
verdad es que la cinta de Hessler resulta ser un producto bastante irregular,
marcado por una segunda mitad que es mucho mƔs efectiva y dinƔmica que la
primera, y cuyos momentos mÔs interesantes estÔn mÔs ligados a la materialización
de la maldad humana que al elemento sobrenatural de la historia. Pese a sus
falencias evidentes, “Cry of the Banshee” logra sobreponerse a un guion flojo y
a su escaso presupuesto, alzƔndose como una digna entrada del ciclo de
adaptaciones de la obra de Edgar Allan Poe que realizó la AIP, la cual según
algunos estudiosos sirvió de influencia para el director Robin Hardy a la hora
de realizar “The Wicker Man” (1973), cinta reconocida como el clĆ”sico por
excelencia del llamado horror folclórico.
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