Luego de dirigir con Ć©xito el telefilme “Pursuit” (1972),
el cual era una adaptaciĆ³n de su novela “Binary”, el mĆ©dico convertido en
novelista Michael Crichton entablarĆa una amistad con el productor Paul N.
Lazarus III, quien lo motivarĆa a pensar en un proyecto con el cual pudiese
debutar como director de cine. La inspiraciĆ³n a la hora de escribir el guion
que se convertirĆa en la pelĆcula “Westworld” (1973), segĆŗn el propio Crichton
la obtendrĆa de un lugar bastante particular: “Cuando visitĆ© el Centro Espacial
Kennedy y vi como se entrenaban los astronautas, me di cuenta que ellos en
verdad eran mƔquinas. Esos tipos estaban trabajando muy duro para lograr que
sus respuestas, incluyendo su frecuencia cardĆaca, fueran lo mĆ”s mecĆ”nicas y
predecibles posible. En el otro extremo, uno puede visitar Disneyland y ver a
Abraham Lincoln poniƩndose de pie cada 15 minutos para recitar el discurso de
Gettysburg. La diferencia es que esa es una mƔquina que fue fabricada para
parecer, hablar y actuar como una persona. Creo que esa fue la nociĆ³n que le
dio vida a la pelĆcula. Fue la idea de jugar con una situaciĆ³n en la que las
distinciones usuales entre una persona y una mƔquina se volvieran borrosas, para
entonces intentar analizar si dentro de esa situaciĆ³n existen otras maneras de
identificar que es humano y que es mecĆ”nico.” Tras intentar vender su guion a
varios estudios, finalmente Crichton logrĆ³ que los ejecutivos de la Metro
Goldwyn Mayer se interesaran en el proyecto. En ese entonces, la MGM tenĆa una
pĆ©sima reputaciĆ³n entre los cineastas debido a que directores de la talla de
Robert Altman, Stanley Kubrick, Fred Zinneman y Sam Peckinpah se quejaron
abiertamente del trato que les habĆa otorgado el Estudio. SegĆŗn Crichton,
“HabĆan demasiadas historias acerca de presiones poco razonables,
modificaciones de guiones arbitrarias, procesos de post producciĆ³n inadecuados,
y recortes drƔsticos de metraje. Nadie que tuviese otras opciones se arriesgaba
a realizar una pelĆcula en la Metro, pero nosotros no tenĆamos otra opciĆ³n. Dan
Melnick (jefe de producciĆ³n del Estudio) nos asegurĆ³ que no recibirĆamos el
trato usual de la MGM. En gran medida, Ć©l honrarĆa esa promesa.”
“Westwold” se ambienta en el entonces futurista aƱo 1983,
especĆficamente en un parque de diversiones para adultos llamado Delos, el cual
estƔ dividido en tres mundos temƔticos: el Mundo del Oeste, el Mundo Medieval,
y el Mundo Romano. Cada una de estas Ɣreas estƔ habitada por androides que son
prƔcticamente indistinguibles de los seres humanos, los cuales estƔn
programados para actuar segĆŗn el escenario histĆ³rico en el que estĆ”n inmersos. Dentro
de uno de los numerosos transbordadores repletos de visitantes que llegan a
diario al lugar, se encuentra Peter Martin (Richard Benjamin), un hombre que
viene saliendo de un complejo proceso de divorcio, y su amigo John Blane (James
Brolin), quien ya habĆa visitado el parque con anterioridad y que estĆ” ansioso
por repetir la experiencia. Ambos se dirigen al Mundo del Oeste con la
intenciĆ³n de participar en riƱas de cantina, convertirse en forajidos, y enfrentarse
con un pistolero (Yul Brynner) que estĆ” programado para instigar duelos. Es
durante la llegada de la Ćŗltima camada de visitantes, que los tĆ©cnicos de Delos
comienzan a notar una serie de problemas en el funcionamiento de los androides,
que se han ido extendiendo sin motivo aparente. Cuando estos problemas se
tornan incontrolables y amenazan la vida de todos los humanos que se encuentran
al interior del complejo vacacional, se lleva a cabo la batalla definitiva
entre el hombre y la mƔquina, de la cual solo uno puede salir victorioso.
El atractivo principal de Delos es que por una suma de
$1.000 dĆ³lares diarios, los visitantes pueden vivir toda clase de aventuras a
expensas de los androides que habitan el parque. Mientras que el Mundo Romano
ofrece la lujuria y el libertinaje de la antigua Roma, el Mundo Medieval
asegura la participaciĆ³n del visitante en intrigas nacidas en el seno de la
corte real y en combates a muerte con hĆ”biles caballeros. Por Ćŗltimo, el Mundo
del Oeste ofrece las riƱas, los duelos a muerte, el whisky y las mujeres
fĆ”ciles tan caracterĆsticas del salvaje oeste. Los androides que se encuentran
en cada una de estas locaciones, son controlados de cerca por decenas de
tƩcnicos que deben asegurarse que los visitantes cumplan cada una de sus
fantasĆas de manera satisfactoria. Aunque el guion de Crichton no profundiza
demasiado en este aspecto de la trama, la verdad es que Delos bƔsicamente
comercializa violencia, adulterio y muerte sin ninguna clase de consecuencia
para el visitante. Sometidos a una situaciĆ³n marcada por la esclavitud y el
abuso, los androides se convierten en metĆ”foras de opresiĆ³n por lo que su
eventual rebeliĆ³n termina siendo una reacciĆ³n completamente comprensible. Delos
tambiƩn comercializa un mundo de ensueƱo basado en gran medida en el constructo
hollywoodense de cada una de las Ɣreas, lo que en parte explica el marcado machismo
que exhibe el film de Crichton. Y es que el mundo descrito por “Westworld” estĆ”
totalmente masculinizado, al punto que si bien al principio de la pelĆcula se
indica que Delos tambiƩn es visitado por mujeres, la cinta opta por ignorar por
completo su experiencia en el complejo turĆstico. AdemĆ”s de esto, todos los
androides femeninos que aparecen a lo largo de la pelĆcula parecieran existir
solo para satisfacer las fantasĆas sexuales de los protagonistas, incluso
aquellas que ocupan puestos de poder como por ejemplo la reina del Mundo
Medieval (Victoria Shaw).
Gran parte del encanto que posee “Westworld” radica en la
forma como satiriza los mitos relacionados al salvaje oeste dentro de un
escenario ligado a la ciencia ficciĆ³n. Crichton logra esto mediante la
intercalaciĆ³n de imĆ”genes que muestran a Peter Martin y John Blane adaptĆ”ndose
a su experiencia en el salvaje oeste, con otras que se centran en los
laboratorios y las centrales de monitoreo utilizadas por los ingenieros y los
cientĆficos que trabajan en Delos. Debido a la Ć©poca en la que fue realizada la
cinta, los computadores utilizados por el jefe de los cientĆficos (Alan
Oppenheimer) y sus colegas son extremadamente grandes y poseen un aspecto casi
clĆnico, lo que provoca que evidentemente resulte complicado creer que tecnologĆa
tan obsoleta fue capaz de crear androides de una complejidad tƩcnica inimaginable.
Por otro lado, el film tambiƩn intenta satirizar el machismo reinante en el salvaje
oeste mediante la inclusiĆ³n del pusilĆ”nime y neurĆ³tico personaje interpretado
por Richard Benjamin, pero lamentablemente Ʃl se convierte demasiado rƔpido en
un asesino eficiente. A partir del momento en el que se menciona que los androides
estƔn sufriendo desperfectos, los cuales son ignorados por completo por las
fuerzas capitalistas que manejan el parque, la cinta va desarrollƔndose lentamente
hasta el momento en el que se vuelven totalmente locos y desatan el caos en
Delos. Aunque la naturaleza de los problemas que estƔn sufriendo los androides
nunca es explicada de manera satisfactoria, Crichton si introduce el concepto
de virus computacional, el cual de cierta forma humaniza a los androides y le
otorga algo de sustancia a su violenta rebeliĆ³n.
Uno de los problemas principales de “Westworld” es la
carencia de un tono dramƔtico consistente a lo largo del film. La primera mitad
de la cinta funciona casi como una comedia, donde la pareja de protagonistas
intentan adoptar el rol de vaqueros con relativo Ć©xito. Algo similar sucede con
el personaje interpretado por Dick Van Patten, cuya inclusiĆ³n como alivio
cĆ³mico tiene escasa relevancia en la trama mĆ”s allĆ” de mostrar parte de la
dinĆ”mica existente en el Mundo Medieval. Ya durante su Ćŗltimo acto, la pelĆcula
gira drƔsticamente hacia los terrenos del thriller y del horror, donde el
androide interpretado por Yul Brynner adquiere una especial importancia mientras
acecha implacablemente a Peter Martin. Utilizando el mismo vestuario que lucĆa el
personaje que interpretĆ³ en el western “The Magnificent Seven” (1960), Brynner
hasta poco antes que comiencen los desperfectos al interior de Delos, logra que
su pistolero androide sea percibido como un personaje parĆ³dico y como una
verdadera amenaza, lo cual es sumamente interesante. En cuanto a la dupla
protagĆ³nica, mientras que Richard Benjamin interpreta de manera algo errĆ”tica a
su personaje, quien pasa de estar completamente mortificado a mostrarse sobreexcitado
con su estadĆa en Delos, a veces sin motivo aparente, James Brolin exhibe un
rango bastante limitado de expresividad a la hora de interpretar a un hombre
cuya mayor preocupaciĆ³n parece ser saciar sus necesidades mĆ”s primarias. Por
otro lado, resulta destacable la inquietante banda sonora de Fred Karlin, el
buen trabajo de fotografĆa de Gene Polito, y lo ingenioso que termina siendo
Crichton a la hora de crear una realidad marcada por los avances tecnolĆ³gicos
que es indudablemente atractiva, todo esto pese al escaso presupuesto con el
que contaba a la hora de realizar el film. Como mejor funciona “Westworld”, es
como una pelĆcula acerca de lo absurdas que son las fantasĆas masculinas. Como ejercicio
de ciencia ficciĆ³n en cambio, si bien es innegable que se trata de una cinta
entretenida y que posee ideas interesantes, al punto que con el transcurso de
los aƱos sirviĆ³ de influencia para otros realizadores como John Carpenter o
James Cameron, el desarrollo de algunos conceptos es decepcionante y la
historia se torna algo predecible. De todas formas, la producciĆ³n que ostenta
la distinciĆ³n de ser la primera pelĆcula en utilizar imĆ”genes generadas por
computadora, es muy superior a su secuela titulada “Futureworld” (1976), la
cual se desarrolla en una nueva secciĆ³n de un renovado Delos.
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