Antes que Eddie Murphy fuese contratado para protagonizar la pelĆ­cula “Beverly Hills Cop” (1984), el papel de Axel Foley le habĆ­a sido ofrecido a Sylvester Stallone. Sin embargo, en ese entonces el bueno de Stallone considerĆ³ que el guion de Daniel Petrie Jr. no se ajustaba a su perfil, por lo que decidiĆ³ reescribirlo casi por completo. Entre otras cosas, Stallone querĆ­a que su personaje se llamara Axel Cobretti, y eliminĆ³ prĆ”cticamente todos los elementos cĆ³micos que poseĆ­a la historia, con el fin convertirla en un violento relato de acciĆ³n que requerĆ­a un presupuesto mucho mayor al que estaban dispuestos a invertir los ejecutivos de los Estudios Paramount, quienes finalmente terminaron rechazando la visiĆ³n de Stallone. Tras este pequeƱo traspiĆ©, al actor tomĆ³ como base la novela de Paula Gosling “A Running Duck / Fair Game”, para canalizar gran parte de las ideas que tuvo para “Beverly Hills Cop”. El guion que eventualmente se convertirĆ­a en el film “Cobra” (1986), reunirĆ­a a Stallone con el director George P. Cosmatos, con quien ya habĆ­a trabajado en “Rambo: First Blood Part II” (1985). SegĆŗn varios de los involucrados en la producciĆ³n, el rodaje de “Cobra” resultarĆ­a ser bastante problemĆ”tico debido a la actitud de Stallone en el set. AdemĆ”s de exigir que nadie del elenco secundario le dirigiera la palabra, Stallone provocĆ³ una serie de retrasos debido a que pasaba gran parte de su tiempo intentando impresionar a su coestrella Brigitte Nielsen, quien tambiĆ©n era su novia de aquel entonces, y a sus guardaespaldas. SegĆŗn el director de fotografĆ­a Ric Waite, cierto dĆ­a que Stallone se quejĆ³ por el retraso del rodaje, Ć©l no dudĆ³ en responderle que todo eso era su culpa. Aunque el actor se mostrĆ³ sorprendido e irritado ante la reprimenda de Waite, durante un tiempo se comportĆ³ de manera mĆ”s profesional, hasta que semanas mĆ”s tarde retomĆ³ su egocentrismo habitual. Waite tambiĆ©n asegurarĆ­a que Stallone fue el verdadero director de la cinta, ya que Cosmatos era un buen productor pero un pĆ©simo director.

A mediados de los ochenta, el crimen estĆ” completamente desbocado en los Estados Unidos. Desafortunadamente, los mezquinos actos de vandalismo han sido reemplazados por la masacre indiscriminada de vĆ­ctimas inocentes. Prueba de esto es el ataque de un hombre (Marco Rodriguez) a un supermercado, quien no solo toma como rehenes a los clientes del local, sino que ademĆ”s asesina a un par sin razĆ³n aparente. Cuando la policĆ­a se percata que la situaciĆ³n se ha salido de control, no les queda mĆ”s remedio que recurrir a Marion “Cobra” Cobretti (Sylvester Stallone), un oficial que pertenece a un escuadrĆ³n especial conocido como el “EscuadrĆ³n Zombie”, cuyo violento accionar es reprobado por algunos de sus colegas en la fuerza. Una vez que Cobra detiene con Ć©xito al psicĆ³pata del supermercado, concentra su atenciĆ³n en una serie de brutales asesinatos que carecen de patrĆ³n o lĆ³gica alguna. Dichos crĆ­menes son cometidos por un hombre al cual la prensa ha denominado como “El Carnicero Nocturno” (Brian Thompson), quien es el lĆ­der una secta llamada “El Nuevo Orden Mundial”, cuyo objetivo es crear un mundo dominado exclusivamente por aquellos que ellos consideran como los “mĆ”s fuertes”. Cuando una modelo llamada Ingrid Knudsen (Brigitte Nielsen) sobrevive al ataque de este grupo de criminales, Cobra y su compaƱero, el Sargento Gonzales (Reni Santoni), son asignados para protegerla a sabiendas que los miembros del Nuevo Orden harĆ”n todo lo posible por eliminar a la Ćŗnica persona capaz de identificar a su desquiciado lĆ­der.


El monologo inicial de Stallone en el que seƱala lo siguiente, “En AmĆ©rica, hay un robo cada 11 segundos, un robo a mano armada cada 65 segundos, un crimen violento cada 25 segundos, un asesinato cada 24 minutos, y 250 violaciones al dĆ­a,” es el mejor indicador del tono que posee el film. “Cobra” como muchas otras pelĆ­culas de acciĆ³n de los ochenta, basa parte de su encanto en la inclusiĆ³n de excesos y en la glorificaciĆ³n de la violencia y las armas en general, las cuales en esta oportunidad poseen un cariz particularmente amenazador gracias a que Cosmatos las sitĆŗa en el centro de la acciĆ³n. Tanto la pistola nueve milĆ­metros del protagonista que en su mango exhibe la figura de una cobra, como el cuchillo que utiliza “El Carnicero Nocturno” para atacar a sus vĆ­ctimas, el cual fue diseƱado por Herman Schneider a peticiĆ³n de Stallone con el objetivo que dicha arma fuese inolvidable para los espectadores, terminan siendo elementos centrales de la trama, mĆ”s aun considerando que el film estĆ” claramente influenciado por el entonces popular subgĆ©nero del slasher. Por ejemplo, ademĆ”s de las escenas que ponen el foco en los asesinatos cometidos por el grupo de psicĆ³patas en la ciudad de Los Ɓngeles, la secuencia en la que el villano de turno intenta asesinar a Ingrid mientras ella se estĆ” recuperando del primer ataque sufrido a manos de algunos de los integrantes de la secta del “Nuevo Orden Mundial”, inevitablemente recuerda algunos pasajes de la cinta “Halloween II” (1981) del director Rick Rosenthal. Cuando la pelĆ­cula de Cosmatos no estĆ” ocupada sumergiĆ©ndose en los terrenos del cine de terror, sitĆŗa a su protagonista enfrascĆ”ndose en peligrosos tiroteos, devastadoras persecuciones automovilĆ­sticas, y violentos enfrentamientos con criminales en las puertas de su propia casa.

Algo que resulta relativamente obvio con respecto a Marion Cobretti, es que se trata de un personaje claramente inspirado en Harry Callahan (Clint Eastwood), el protagonista de la serie de pelĆ­culas de “Dirty Harry”. Al igual que su distinguido colega perteneciente al cuerpo de policĆ­a de San Francisco, Cobra es un oficial que no se rige por las reglas, que presenta un marcado rechazo por los criminales, y que reiteradamente se ve enfrascado en discusiones con sus superiores o sus compaƱeros de trabajo, quienes reprueban su accionar excesivamente violento. Si bien el parecido entre ambos personajes es innegable, Cobretti es mĆ”s bien una versiĆ³n exagerada de Callahan, la cual carece por completo del carisma o el entorno realista del personaje de Eastwood. Las similitudes entre “Cobra” y “Dirty Harry” (1971) no se limitan Ćŗnicamente al retrato de sus respectivos protagonistas. Tal y como sucede en el film de Don Siegel, la cinta de Cosmatos relata la historia de un policĆ­a que se ve obligado a realizar cosas impensadas para detener a un asesino serial que estĆ” acabando con la vida de civiles inocentes de manera brutal. Por Ćŗltimo, “Cobra” en su afĆ”n por imitar a la pelĆ­cula de Siegel, incluye dentro de su elenco a dos de los co-protagonistas de Eastwood, Andrew Robinson y Reni Santoni. Pero “Cobra” no se limita solo a exhibir las influencias cinematogrĆ”ficas de Stallone, sino que ademĆ”s pone en discusiĆ³n su particular relaciĆ³n con la comida. AdemĆ”s de la colocaciĆ³n de productos y la inclusiĆ³n de algunas discusiones en relaciĆ³n a la comida, la cinta presenta una extraƱa escena que intenta retratar el dĆ­a a dĆ­a del protagonista, en la cual Cobra tras llegar a su departamento y sin siquiera sacarse sus lentes de sol o los guantes que utiliza a diario, retira algunos restos de pizza que tiene guardados en su refrigerador, para luego cortarlos con una tijera y consumirlos.


Uno de los grandes problemas de “Cobra” son las actuaciones de la mayorĆ­a de su elenco. Aun cuando Stallone se apoya enormemente en su carisma y en su estampa de hĆ©roe de acciĆ³n para sacar la tarea adelante, su personaje por momentos es extremadamente robĆ³tico y termina rayando en lo caricaturesco, lo que se hace mĆ”s evidente cuando la cinta intenta desarrollar la relaciĆ³n amorosa que se establece entre Cobra e Ingrid, la cual resulta increĆ­blemente poco verosĆ­mil pese a la relaciĆ³n que ambos actores mantenĆ­an fuera de pantalla en aquel entonces. Algo similar sucede con los villanos de turno, quienes quedan reducidos a la figura de personajes genĆ©ricos ante la inexistente profundizaciĆ³n de sus objetivos. Y es que poco y nada de informaciĆ³n se entrega acerca de la secta del “Nuevo Orden Mundial”, mĆ”s allĆ” que se juntan en bodegas abandonadas para blandir sus hachas poco antes de salir a asesinar inocentes, y que su lĆ­der aun cuando parece haber sido sacado directamente de una pelĆ­cula de horror, no parece contar con los requisitos mĆ­nimos para dirigir una organizaciĆ³n clandestina que al parecer desea operar a gran escala. Por otro lado, la acciĆ³n presente en “Cobra” es entretenida y dinĆ”mica pero tambiĆ©n carece de verosimilitud, en especial durante la escena en la que el protagonista y su protegida son perseguidos a toda velocidad por algunos miembros de la secta, quienes salen volando de sus motocicletas incluso cuando los disparos emanados del arma automĆ”tica de Cobra no parecen impactarlos. Pese a todas sus falencias y a sus seis nominaciones a los infames premios Razzie, “Cobra” fue todo un Ć©xito de taquilla y con el paso de los aƱos fue ganando algunos adeptos, entre los que se encuentra el director Nicolas Winding Refn, quien en su film “Drive” (2011) incluye un pequeƱo guiƱo al personaje interpretado por Sylvester Stallone. BĆ”sicamente lo que distingue a “Cobra” de otras pelĆ­culas de acciĆ³n de los ochenta, mĆ”s allĆ” de su coqueteo con el cine de terror, es que mientras que pelĆ­culas como “Commando” (1985) o “Lone Wolf McQuade” (1983) se centraban en el hombre/hĆ©roe, “Cobra” prefiere enfocarse en la ausencia de humanidad y en las herramientas que el hombre utiliza tanto para destruir como para restaurar la frĆ”gil armonĆ­a de una sociedad inevitablemente expuesta a la violencia.

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