Tras la tensa relaciĆ³n que se estableciĆ³ entre Sam Peckinpah y los ejecutivos de los Estudios Warner Brothers a causa de la censura aplicada a la cinta “The Wild Bunch” (1969), y al caĆ³tico  proceso de rodaje de “The Ballad of Cable Hogue” (1970) que significĆ³ que el Estudio gastara tres millones de dĆ³lares mĆ”s de lo presupuestado, Peckinpah se vio obligado a migrar a Inglaterra donde gozarĆ­a de la libertad creativa que nunca obtuvo en NorteamĆ©rica. En compaƱƭa del productor Daniel Melnick, con quien el director habĆ­a trabajado previamente en el telefilme “Noon Wine” (1966), Peckinpah adquiriĆ³ los derechos de la novela “The Siege of Trencher´s Farm” del escritor Gordon Williams, con la intenciĆ³n de adaptarla en compaƱƭa del guionista David Zelag Goodman. Sin embargo, adaptar la historia de Williams no serĆ­a una tarea sencilla. SegĆŗn el propio Peckinpah, “David Goodman y yo nos sentamos e intentamos hacer algo decente con ese podrido libro. Lo hicimos. Lo Ćŗnico que mantuvimos fue el tema del asedio.” Lamentablemente para el director, la experiencia de rodar “Straw Dogs” (1971) no serĆ­a precisamente satisfactoria. Sumado a los dolores de cabeza que le provocĆ³ la confecciĆ³n del guion, Peckinpah se tuvo que conformar con un elenco que no era de su total agrado. Antes de contratar a Dustin Hoffman para interpretar el rol protagĆ³nico, fueron considerados los actores Donald Sutherland, Jack Nicholson y Sidney Poitier. Algo similar sucediĆ³ con Susan George, quien fue contratada luego que fallaran las negociaciones con Diana Rigg, Charlotte Rampling y Helen Mirren. Para colmo, debido a que Peckinpah contraerĆ­a neumonĆ­a por pasar una noche bebiendo a orillas del mar con el actor Ken Hutchison, el director tuvo que ser hospitalizado lo que puso en riesgo el rodaje de la producciĆ³n. A causa de este incidente, Peckinpah tuvo que prometer que se iba a mantener sobrio al menos hasta que finalizara el proceso de rodaje, o de lo contrario le iban a retirar el financiamiento necesario para terminar el film.

“Straw Dogs” estĆ” protagonizada por David Sumner (Dustin Hoffman), un matemĆ”tico norteamericano que junto a su joven esposa britĆ”nica Amy (Susan George), se muda al pequeƱo pueblo inglĆ©s de Wakely con la intenciĆ³n de alejarse de la violencia reinante en su paĆ­s y asĆ­ poder estudiar con tranquilidad ciertas teorĆ­as relacionadas a las estructuras estelares. Sin embargo, a poco de su llegada a la campiƱa inglesa la pareja se encuentra con Charlie Venner (Del Henney), un antiguo novio de Amy que junto a un grupo de otros hombres, empiezan a tener algunos roces con David. Pese a esto, Ć©l los contrata para realizar una serie de trabajos en su nuevo hogar. De manera gradual, Charlie y sus amigos se encargaran de hacerle la vida imposible al joven matrimonio, exponiendo en el proceso las grietas existentes en su relaciĆ³n, y desafiando la paciencia de un introvertido David que estĆ” cada vez mĆ”s cerca de perder por completo la cordura. 


Cuando Sam Peckinpah tomĆ³ la novela “The Siege of Trencher´s Farm” y la hizo suya, creĆ³ una obra altamente controversial que sigue generando debate hasta el dĆ­a de hoy, mĆ”s aun si se consideran los cambios que la sociedad ha experimentado durante los Ćŗltimos aƱos. En el fondo, “Straw Dogs” examina conceptos relacionados con la masculinidad, el sexo y con los instintos bĆ”sicos que atentan con perforar la delgada capa que recubre a la civilizaciĆ³n. Dentro de este estudio la relaciĆ³n entre David y Amy resulta ser fundamental. Al poco tiempo de llegar a Wakely, se hace evidente que su matrimonio estĆ” en decadencia debido a una marcada incompatibilidad. Peckinpah se encarga de retratar en detalle como David, un hombre inseguro, pasivo, impotente, e incapaz de hacerse respetar ante otros hombres, se descarga con su esposa para compensar sus frustraciones. Entre ellos hay una carencia total de respeto que se acrecienta con su nueva vida en Inglaterra, ya que ahora que Amy ha vuelto a su lugar de origen, David ha quedado relegado a la figura de un extraƱo, cuyas inquietudes intelectuales y su actitud propia de un miembro de la clase alta provoca que sea mayor el contraste entre Ć©l y los locales, especĆ­ficamente con un grupo de hombres que pese a tener una actitud reprobable que roza en lo delictual, terminan siendo contratados por el propio David para trabajar en su casa en un intento desesperado por encajar. Esta conjunciĆ³n de fuerzas tanto internas como externas son las que finalmente contribuyen a la generaciĆ³n del explosivo y controversial clĆ­max del film.

Parte de la “masculinidad” que describe Peckinpah implica estar constantemente desafiando a otros, con el fin de derribar al mĆ”s fuerte y aplastar al mĆ”s dĆ©bil. El pacifismo que caracteriza a David le impide involucrarse en conflictos que buscan establecer su autoridad sobre determinadas situaciones, lo que paradĆ³jicamente provoca que Charlie y sus amigos sean mĆ”s agresivos con Ć©l. Ellos ademĆ”s se ven peligrosamente incentivados por la energĆ­a sexual que emana una insatisfecha Amy, lo que complica aĆŗn mĆ”s las cosas. Toda esta tensiĆ³n estalla en la escena mĆ”s controversial del film, en la cual Amy es vĆ­ctima de violaciĆ³n a manos de Charlie y su amigo Norman Scutt (Ken Hutchison). Si bien la escena es evidentemente impactante y violenta, presenta mĆ”s de una posible interpretaciĆ³n. Por ejemplo, el simple hecho que dicha escena estĆ© intercalada con algunas imĆ”genes de David yendo de cacerĆ­a con algunos de los hombres que estĆ”n trabajando en su casa, no solo establece una relaciĆ³n directa entre la violencia y el sexo, sino que ademĆ”s sugiere que estos actos vienen a sublimar en algĆŗn grado sus carencias; por un lado David exterioriza la ira y la violencia que ha reprimido por tanto tiempo, y por el otro Amy sacia su insatisfacciĆ³n sexual a travĆ©s de una situaciĆ³n que por momentos se torna algo ambigua, en especial cuando es Charlie quien la estĆ” forzando a tener relaciones sexuales. Pese a esto y a que desde el inicio del film Peckinpah presenta a Amy como una mujer coqueta que exuda erotismo, en ningĆŗn la culpa de lo que sucede con Charlie y su colega, quienes son los Ćŗnicos responsables del desagradable y perturbador incidente. Esta idea queda reafirmada durante una escena posterior en la que Amy asiste a un evento social en la iglesia local, donde al ver a sus victimarios es incapaz de ocultar el daƱo psicolĆ³gico que le ha provocado su traumĆ”tica experiencia reciente. 


La problemĆ”tica representaciĆ³n de la infame escena de la violaciĆ³n, que ademĆ”s ocupa un puesto central dentro de la trama, tuvo como consecuencia que Peckinpah fuese acusado de ser misĆ³gino y de engalanar un acto absolutamente repudiable, cosa que el director negĆ³ tajantemente. Las acusaciones llegaron a tal punto, que la crĆ­tica de cine norteamericana Pauline Kael llegĆ³ a mencionar que esta “era la primera pelĆ­cula americana que podĆ­a ser considerada como una obra de arte fascista.” La verdad es que catalogar a “Straw Dogs” como un film misĆ³gino serĆ­a un error, mĆ”s aun considerando que Peckinpah incluye la escena de la violaciĆ³n para establecer que la violencia masculina es una verdad absoluta que va mĆ”s allĆ” del bien y el mal, y que ademĆ”s “Straw Dogs” es una cinta que desprecia a todo el mundo, tanto a los protagonistas como a los propios espectadores. En este verdadero teatro de la crueldad prĆ”cticamente no existen personajes que posean rasgos que despierten la simpatĆ­a del espectador, comenzando por el mismĆ­simo David. Tras actuar como un pusilĆ”nime durante gran parte del film, el protagonista decide “convertirse en un hombre” y defender su hogar mediante el uso de la extrema violencia, luego que decide albergar a un hombre llamado Henry Miles (David Warner) quien algunas horas antes asesinĆ³ a la joven hermana de Charlie, razĆ³n por la cual el ex novio de su esposa y sus amigos lo estĆ”n buscando para cobrar venganza. A los ojos de David, Henry es un hombre que al igual que Ć©l no ha logrado encajar con sus pares, lo que lo ha llevado a vivir alejado de un mundo que no alcanza a comprender. Durante este perturbador y violento enfrentamiento final, el cual se asemeja bastante a algunas de las escenas que presentes en los western que rodĆ³ Peckinpah, David sufre una catarsis que le permite descubrir su verdadera naturaleza y librarse del yugo de su propia inseguridad, aunque a un muy alto costo.

A nivel de actuaciones, tanto Dustin Hoffman como Susan George hacen un magnĆ­fico trabajo interpretando sus respectivos roles. El matemĆ”tico de Hoffman es enervantemente pasivo por momentos, pero eso no impide que se descargue con Amy, cuyas intenciones y emociones ambiguas se convierten en uno de los elementos mĆ”s interesantes del film. La direcciĆ³n de Peckinpah y la fotografĆ­a de John Coquillon por otro lado, se preocupan que el ritmo narrativo de la pelĆ­cula se cocine a fuego lento hasta la recordada secuencia del asedio al hogar de los protagonistas. Si bien a nivel tĆ©cnico “Straw Dogs” posee muchos elementos destacables, a nivel narrativo el asunto es diferente. El exceso de machismo y cinismo que posee la trama por momentos le juegan en contra, en especial cuando el mensaje final pareciera ser que la violencia es la Ćŗnica herramienta vĆ”lida para sobrevivir en este mundo. Esto se condice con parte de la filosofĆ­a de Peckinpah, quien en una entrevista mencionĆ³ que la violencia es “parte de nuestra existencia; estĆ” dentro de nosotros. Yo reconozco que soy un hombre violento. Creo que el ser humano debe intentar, a cualquier precio, reconocer y localizar la violencia que crece dentro de Ć©l.” Eso es precisamente lo que hace David, quien irĆ³nicamente una vez que por fin ha podido encontrarse a sĆ­ mismo, se ve acompaƱado por Henry Miles y no por su esposa. Cuando Henry le dice, “No sĆ© cĆ³mo volver a mi casa,” David solo puede responder, “No importa. Yo tampoco lo sĆ©,” a sabiendas que aquello que alguna vez considerĆ³ un hogar ya no es un lugar para Ć©l.

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