A mediados de la
dƩcada del cuarenta, el director alemƔn Fritz Lang estaba preparƔndose para
participar en un western producido por los Estudios Universal, cuyo guion habĆa
sido escrito por Robert L. Richards a partir de una historia de Stuart N. Lake,
cuyas obras previamente habĆan servido de base para westerns clĆ”sicos como āThe
Westernerā (1940) de William Wyler y āMy Darling Clementineā (1946) de John
Ford. Mientras tanto, el actor James Stewart se encontraba bastante ocupado
retomando su carrera luego de su heroico servicio en la Segunda Guerra Mundial.
Tras trabajar en diferentes Estudios con directores de la talla de Frank Capra
y Alfred Hitchcock, Stewart participĆ³ en una obra de Broadway titulada āHarveyā,
la cual ansiaba protagonizar cuando esta se adaptara a la pantalla grande. Cuando
Lew Wasserman, quien era el agente del actor, se encontrĆ³ en una fiesta con el
presidente de la Universal, William Goetz, le mencionĆ³ el interĆ©s que Stewart
tenĆa en la adaptaciĆ³n cinematogrĆ”fica de āHarveyā. Goetz en cambio, estaba mĆ”s
interesado en un western que habĆa estado juntando polvo en el Estudio durante
un buen nĆŗmero de aƱos. Tras una serie de conversaciones, Stewart accediĆ³ participar
en el western que se convertirĆa en āWinchester 73ā (1950), pero con la
condicionante que pudiese protagonizar āHarveyā (1950) y conservar un
porcentaje de las ganancias de ambas producciones. Al poco tiempo despuƩs que
Stewart se sumĆ³ al proyecto, Lang abandonĆ³ la direcciĆ³n del mismo por
diferencias con los ejecutivos del Estudio. A peticiĆ³n del actor, el director
Anthony Mann llegĆ³ para reemplazar a Lang, quien a su vez contratĆ³ a Borden
Chase para que reescribiera gran parte del guion desarrollado por Richards.
En el aƱo 1876,
Lin McAdam (James Stewart) y su compaƱero āHigh Spadeā Frankie Wilson (Millard
Mitchell) llegan a Dodge City tras la pista de un criminal llamado Dutch Henry
Brown (Stephen McNally), con quien tienen un misterioso conflicto personal.
Debido a que el legendario sheriff Wyatt Earp (Will Geer) tiene estrictamente
prohibido el porte de armas de fuego dentro de los lĆmites del pueblo, McAdam y
Wilson no pueden hacer gran cosa para aprehender a Brown. Debido a la
celebraciĆ³n del 4 de Julio, McAdam y Brown se inscriben en un concurso de tiro
cuyo premio es una rara ediciĆ³n del rifle Winchester modelo 1873, el cual es
conocido por su precisiĆ³n. Tras una reƱida disputa entre los dos hombres, McAdam
gana el concurso y el codiciado rifle solo para terminar siendo emboscado por Brown
y sus secuaces, quienes tras robar el arma huyen del pueblo. Decididos a
capturar a Brown y recuperar el rifle, el cual durante el tiempo que dura la
persecuciĆ³n cambia varias veces de manos, siendo manejado por un traficante de
armas (John McIntire), un salvaje jefe indio (Rock Hudson), y un peligroso
bandido (Dan Duryea), McAdam y Wilson no descansaran hasta dar con el paradero
de su enemigo, y asĆ por fin llevar a cabo su dilatada venganza.
El guion escrito
por Borden Chase al estar estructurado de manera episĆ³dica, le permitiĆ³ a Mann
recopilar una serie de elementos propios del western clƔsico para intentar
revitalizarlos retratƔndolos desde una nueva perspectiva. Dentro de los
episodios que componen la historia de āWinchester 73ā, es posible ver como un
comerciante deshonesto pierde su cuero cabelludo a manos de un grupo de pieles
rojas, una batalla entre soldados e indios, el asalto a una caravana en medio
del desierto, un robo a un banco, y un excitante duelo ambientado al costado de
un acantilado escarpado. Al mismo tiempo, Mann aprovecha su vasta experiencia
como director de pelĆculas enmarcadas dentro del gĆ©nero del Cine Negro, para
contar la historia de un disparatado grupo de personajes que tienen una
caracterĆstica en comĆŗn: la posesiĆ³n temporal de un aƱorado rifle Winchester,
el cual provoca algo inexplicable en cada uno de sus dueƱos, sellando sus
destinos por lo general de manera negativa. La gran cantidad de personajes que
presenta el film, cuyas vidas de alguna manera se entrelazan gracias a su
interacciĆ³n con el rifle, es precisamente uno de los detalles que permite que āWinchester
73ā se distinga del resto de los westerns de la Ć©poca. Esta suerte de relato
coral es particularmente interesante considerando que el punto de partida de la
historia es la rivalidad que existe entre Lin McAdam y Dutch Henry Brown, cuyo
verdadero nexo se mantiene en el mĆ”s completo misterio hasta el mismĆsimo
clĆmax del film.
El personaje
interpretado por James Stewart, un actor ampliamente reconocido por sus
compaƱeros de trabajo como un hombre amable y encantador, lo que en parte
provocĆ³ que usualmente personificara a personajes queribles, es otro de los
elementos interesantes de āWinchester 73ā. La cinta no solo rompe la imagen que
Stewart solĆa proyectar en sus obras, sino que ademĆ”s lo presenta como hĆ©roe
atĆpico en comparaciĆ³n al que solĆa habitar en el western clĆ”sico. Lin McAdam
es un hombre de moralidad ambigua y comportamiento cambiante, el cual estĆ”
motivado por un incontrolable sentimiento de venganza que raya en lo
psicopƔtico. Mientras que en algunos momentos de la cinta McAdam se muestra
como alguien caballeroso, honesto, inteligente, valiente y amable, en otros exhibe
su lado mƔs oscuro sin mayores inconvenientes, demostrando que puede ser
alguien sanguinario y brutal capaz de eliminar cualquier obstƔculo que se
interponga en su particular cruzada de venganza sin siquiera pestaƱear, ya que actĆŗa
bajo la creencia que sus decisiones estĆ”n basadas en el bien comĆŗn. Esto en
parte provoca que el protagonista no muestre demasiado interƩs en una seductora
mujer llamada Lola Manners (Shelley Winters), cuyas lealtades van variando a lo
largo de la historia de acuerdo a las situaciones en las que se ve involucrada.
Por otro lado, el gran aliado de McAdam en sus aventuras, Frankie Wilson, pese
a demostrar una fidelidad a toda prueba con su gran amigo, es el Ćŗnico
personaje que lo invita a reflexionar sobre sus actos, en especial cuando
comienza a ver que McAdam parece estar convirtiƩndose en aquello que estƔ tan
ansioso por eliminar. El mejor ejemplo de esto es la escena en la que Wilson le
pregunta al protagonista que cree que pensarĆa su padre si se enterara que le
estĆ” comenzando a gustar la idea de cazar a un hombre para asesinarlo, a lo que
McAdam responde: āEs ahĆ donde te equivocas. No es algo que disfrute. Hay
algunas cosas que un hombre debe hacer, asĆ que debo hacerlo.ā
Sumado al magnĆfico
elenco con el que cuenta el film, resulta destacable el maravilloso trabajo de
fotografĆa de William H. Daniels, y el ritmo narrativo punzante que le imprime
Anthony Mann a una historia repleta de giros dramĆ”ticos, drama y acciĆ³n. En un
lapso de cinco aƱos, Mann realizarĆa otros cuatro westerns importantes en compaƱĆa
de Stewart, pero ninguno alcanzarĆa los niveles de calidad de āWinchester 73ā, ya
que solo este film le permitirĆa al director explorar casi todas las
convenciones del gĆ©nero desde un prisma diferente, y redefinir la manera en cĆ³mo
eran abordados los conflictos tĆpicos de los protagonistas del western, introduciendo
un nuevo enfoque psicolĆ³gico a la ecuaciĆ³n. En su libro acerca de la obra de
Mann, la crĆtica e historiadora Jeanine Basinger escribiĆ³ que la razĆ³n por la
que āWinchester 73ā es seƱalado como el punto de partida del western moderno,
estĆ” ilustrada en la escena en la que el personaje de Stewart ve por primera
vez a Dutch Henry Brown. En dicha escena, ambos hombres han llegado a Dogde
City para participar en el concurso de tiro, lugar donde el Sheriff Wyatt Earp les
ha requisado las armas de fuego a todos los visitantes con el objetivo de
mantener la paz y el orden en su pueblo. Cuando McAdam entra a la cantina y se
encuentra cara a cara con el hombre que desea asesinar, ambos de manera
automĆ”tica intentan desenfundar sus armas como si estuviesen poseĆdos, solo
para darse cuenta que sus temblorosas manos se encuentran vacĆas. Esta escena
tiene un efecto sumamente importante en la percepciĆ³n que el espectador tiene
del personaje llamado a ser el hƩroe del relato. Por primera vez en el western
norteamericano, el espectador se ve obligado a confrontar una idea subversiva; que
el noble hĆ©roe del oeste, aquel que solĆa cabalgar hacia el horizonte en busca
de aventuras, bien podrĆa ser un completo manĆaco. Desde el estreno de āWinchester
73ā en adelante, la idea que el hĆ©roe del oeste puede ser un hombre ahogado en
sus problemas personales, que perfectamente puede exhibir un comportamiento
violento o incluso psicopĆ”tico, comenzĆ³ a tomar fuerza dentro del western
norteamericano, siendo explorada en toda su magnitud durante parte de la segunda
mitad de la dƩcada del sesenta y principios de los setenta por directores como
Sam Peckinpah, Ted Post y Clint Eastwood, entre otros.
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