Tras haber pasado gran parte de la dƩcada
del setenta realizando pelĆculas de factura encomiable enmarcadas mayormente dentro
del subgƩnero del giallo, el director Sergio Martino como muchos otros de sus
colegas, durante la dĆ©cada del ochenta decidiĆ³ probar suerte en el gĆ©nero de la
ciencia ficciĆ³n influenciado en gran medida por el Ć©xito de producciones
norteamericanas tales como “Escape From New York” (1981), “The Terminator”
(1984) y “Blade Runner” (1982), entre otras. La historia de “Vendetta dal futuro” (1986), que serĆa la
segunda incursiĆ³n en el gĆ©nero de Martino, se desarrolla en pleno aƱo 1997
donde los avances tecnolĆ³gicos van de la mano con el incremento descontrolado
de la poluciĆ³n generada por numerosas corporaciones corruptas, lo que tiene a
la Tierra al borde de un colapso ambiental que amenaza con destruir todo atisbo
de vida en el planeta. Ante este escenario, el activista ambiental norteamericano
Arthur Mosley se ha juramentado luchar contra los responsables de esta
situaciĆ³n, lo que le ha significado hacerse de poderosos enemigos entre los que
se encuentra el despiadado empresario Francis Turner (John Saxon), quien envĆa
a un hombre llamado Paco Queruak (Daniel Greene) con el solo fin de asesinarlo.
Sin embargo, cuando Paco a Ćŗltimo minuto inexplicablemente decide desobedecer
las Ć³rdenes de su jefe, este se ve obligado a huir hacia el desierto de Arizona
consciente que tanto su empleador como el FBI han puesto un precio por su
cabeza. Desesperado por ocultarse y descubrir quiƩn es Ʃl realmente, Paco encuentra
refugio en un retirado motel regentado por una atractiva mujer llamada Linda
(Janet Agren), con quien establece una estrecha relaciĆ³n.
Una vez que Sergio Martino revela que
Paco Queruak es nada menos que un hombre que tras verse involucrado en una
explosiĆ³n varios aƱos atrĆ”s, fue sometido a numerosas cirugĆas en las que se
reemplazĆ³ el 70% de su cuerpo por implantes cibernĆ©ticos, convirtiĆ©ndolo en un
ciborg a las Ć³rdenes del inescrupuloso Francis Turner, se hace evidente que el
guion desarrollado por Martino junto a otros seis colaboradores estĆ”
fuertemente influenciado por "The Terminator", al punto que el director
incluye una escena que recrea aquella en la que el ciborg interpretado por Arnold
Schwarzenegger revisa los mecanismos que estƔn implantados en su brazo. Sin
embargo, la cinta de James Cameron no es la Ćŗnica fuente de inspiraciĆ³n de la
que bebe la historia de Martino. “Vendetta dal futuro” tambiĆ©n se cuelga de la
popularidad que habĆan adquirido los filmes de Chuck Norris gracias a sus
habilidades en las artes marciales, e incluso se atreve a incluir una suerte de
subtrama que probablemente pudo haber sentado las bases del film protagonizado
por Sylvester Stallone, “Over the Top” (1987). Antes de descubrir la verdad que
esconde Paco Queruak, quien irĆ³nicamente es descrito por los secuaces de Turner
como el perfecto asesino, un hombre cuya frialdad a toda prueba le permite eliminar
a cualquier blanco que le sea asignado, el protagonista se ve inmerso en un par
de riƱas y en una serie de duelos de pulseadas con el ex novio de Linda, RaĆŗl
Morales (George Eastman), y sus amigos camioneros, con el fin de defender el
honor de su interĆ©s amoroso. Lejos de intentar simbolizar el espĆritu de
superaciĆ³n como ocurre en “Over the Top”, la lucha de pulseadas en esta oportunidad
solo se incluye como una simple excusa para que la trama no se estanque por
completo.
La subtrama que involucra el conflicto
entre el protagonista, RaĆŗl, y sus amigos camioneros, ocupa al menos un tercio
del film, tiempo durante el cual tanto al protagonista como a Martino pareciera
que se les olvida por completo cual es la temƔtica de la historia y lo que es
aĆŗn mĆ”s importante, cuĆ”l es el conflicto central de la trama. De manera
bastante inconsistente y adelantƔndose un aƱo a unos de los temas explorados
por el director Paul Verhoeven en “RoboCop” (1987), Martino explora la
posibilidad de que un hombre que es mƔs mƔquina que humano, desarrolle un nivel
de consciencia que no solo le permita revelarse contra sus creadores y la
programaciĆ³n que le han impuesto, sino que ademĆ”s lo lleve a cuestionarse si
mĆ”s allĆ” de sus implantes biĆ³nicos y sus avanzados circuitos, es poseedor de algo
que lo identifique como humano. Si bien la idea es interesante y en algunos breves
pasajes del film adquiere la importancia que supuestamente tiene a nivel
dramƔtico, la verdad es que el actuar del protagonista resulta ser tan
fluctuante que la exploraciĆ³n de dicho concepto termina diluyĆ©ndose por
completo. Por ejemplo, aun cuando balas de distinto calibre rebotan en su pecho
sin causarle daƱo alguno, Paco grita de dolor cuando alguien lo golpea con una simple
tuberĆa metĆ”lica. En otras oportunidades, el protagonista pasa de ser un
personaje frĆo y robĆ³tico a ser un tipo animado y sentimental que maldice a
todos aquellos que se cruzan en su camino. Incluso su reacciĆ³n al final de la
pelĆcula termina siendo absolutamente desconcertante, ya que cuando descubre
que su humanidad se encuentra reducida al mĆnimo es cuando mĆ”s emocional se
comporta.
Si bien la premisa de “Vendetta dal
futuro” promete altas dosis de acciĆ³n durante el transcurso de la trama, la
verdad es que durante su primer acto la cinta resulta ser algo tediosa, en
especial porque su mensaje polĆtico y medio-ambientalista estĆ” tan pobremente
desarrollado que no reviste mayor interƩs, mejorando levemente cuando es
introducido el personaje interpretado por George Eastman, para explotar reciƩn durante
los Ćŗltimos veinte minutos de metraje, donde Martino se asegura de atrapar la
atenciĆ³n del espectador mediante la inclusiĆ³n de varias secuencias de acciĆ³n
que no permiten respiro alguno, y en que en general estaban bastante bien
orquestadas considerando que se trata de una producciĆ³n de bajo presupuesto.
Desde el momento en que los asesinos enviados por Turner identifican el lugar
donde se estĆ” ocultando el protagonista, este se ve obligado a enfrentarse a
numerosos hombres fuertemente armados, a huir en compaƱĆa de una malherida
Linda de la persecuciĆ³n de un helicĆ³ptero que transporta a Turner y a un par de
sus secuaces, a evitar ser asesinado con una gigantesca arma que dispara rayos lĆ”ser y que parece ser lo Ćŗnico capaz de detenerlo, y a enfrascarse en una
lucha cuerpo a cuerpo con una letal ciborg que ademƔs de ostentar un curioso
atuendo, repite incesantemente que Paco serĆ” destruido por sus perseguidores
como si se tratara de un particular mantra que ha sido implantado en su
sistema.
Aun cuando cumple con el requerimiento de
parecer un tipo rudo, la actuaciĆ³n de Daniel Greene deja bastante que desear ya
que pese a no ser particularmente expresivo, su interpretaciĆ³n de un ciborg frio
y calculador resulta ser tan poco convincente como sus intentos por dotar a su
personaje de algĆŗn grado de humanidad que permita que el espectador se
identifique con su particular conflicto de identidad. Sus supuestas habilidades
en el campo de las artes marciales tampoco son creĆbles, lo que provoca que
algunas de las escenas en las que debe usar sus puƱos estƩn teƱidas por
pequeƱas dosis de comedia involuntaria a raĆz de lo irĆ³nicamente rĆgido de sus
movimientos. El resto del elenco en cambio, aun cuando tampoco se destaca por
su actuaciĆ³n probablemente por lo limitado de sus personajes y lo cuestionable
de algunas de sus lĆneas de diĆ”logo, realiza al menos una labor correcta, en
especial Janet Agren cuyo personaje termina siendo el mƔs carismƔtico del film.
Es evidente que John Saxon y George Eastman solo participaron en esta
producciĆ³n por razones estrictamente econĆ³micas, en especial Eastman quien en
varias entrevistas asegurĆ³ que tenĆa muy poco interĆ©s de trabajar en “Vendetta
dal futuro” ya que consideraba que el guion era estĆŗpido. En relaciĆ³n al elenco
que participa en la pelĆcula, es necesario mencionar la tragedia en la que se
vio envuelto el actor Claudio Cassinelli, quien interpreta a uno de los
asesinos contratados por Turner llamado Peter Howell. El 12 de Julio de 1985,
mientras el actor y el equipo de filmaciĆ³n se encontraban rodando las escenas
que involucraban a los helicĆ³pteros que persiguen a la dupla protagĆ³nica,
Cassinelli y el piloto Dennis Nasca fallecieron cuando la mƔquina en la que
viajaban se estrellĆ³ luego que una de las aspas del rotor chocara contra la
estructura del Puente Navajo que cruza el RĆo Colorado. El cuerpo del actor fue
recuperado tres horas mƔs tarde por un grupo de rescatistas quienes lo encontraron
amarrado a su asiento. Si bien se especulĆ³ que el accidente fue causado por el
consumo previo por parte del piloto de un fƔrmaco entre cuyos efectos
secundarios se encuentra la alteraciĆ³n del comportamiento, esto nunca pudo ser
comprobado ya que el cuerpo de Nasca jamƔs fue recuperado.
En cuanto al aspecto tƩcnico del film, el
diseƱo de producciĆ³n es acorde al escaso presupuesto de la producciĆ³n al igual
que la direcciĆ³n de fotografĆa de Giancarlo Ferrando. QuizĆ”s lo mĆ”s rescatable
del trabajo tras las cƔmaras son algunos de los efectos de maquillaje diseƱados
por Sergio Stivaletti, y la pegajosa pero repetitiva banda sonora del
compositor Claudio Simonetti. “Vendetta dal futuro” visita algunos lugares
comunes y plantea algunas ideas medianamente originales que bien podrĆan
considerarse como las precursoras de la cinta de Roland Emmerich “Universal
Soldier” (1992), o la ya mencionada “Over the Top”, aunque de una forma
bastante caĆ³tica y desprolija que impide que los temas que Martino pretende
explorar a lo largo de la historia tengan un desarrollo coherente, provocando
incluso risas en algunos pasajes de la pelĆcula que rozan en la auto parodia. De
hecho, todo lo concerniente a la subtrama de la investigaciĆ³n policial del
intento de asesinato de Arthur Mosley, que es bƔsicamente el desencadenante de
toda la sucesiĆ³n de hechos en los que se ve involucrado el protagonista, al
final de la pelĆcula prĆ”cticamente no tiene ninguna importancia. Si se logra
superar la locura reinante en el mundo apocalĆptico en el que se desenvuelve
Paco Queruak, “Vendetta dal futuro” es un pequeƱo film medianamente disfrutable
que no debe ser tomado en serio, y que en sus Ćŗltimos veinte minutos condensa acciĆ³n,
explosiones, gore, persecuciones, y a un ciborg no demasiado brillante que
lucha contra su propio existencialismo.
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