Durante la década del cincuenta, considerada como la Era Dorada del cine de ciencia ficción norteamericano, surgió un director que se atrevió a ir contra la corriente temática que dominaba al género, evitando las fábulas habituales que buscaban retratar la paranoia reinante en la sociedad norteamericana con respecto a la creciente amenaza comunista, para ahondar en la psiquis del ser humano y en los horrores que se ahí se esconden. Hijo de una joven pareja de emigrantes rusos, Jack Arnold nace el 14 de Octubre de 1912 en New Haven, Connecticut. Desde pequeño demostró cierto interés por las historias de ciencia ficción presentes en libros y en los números de la revista Amazing Stories, para luego en la adolescencia comenzar a inclinarse por las artes dramáticas, puntualmente por el teatro. Tras mudarse con su familia a Nueva York y enfrentar las dificultades económicas provocadas por el estallido de la Gran Depresión, Arnold ingresa a la Academia Americana de Artes Dramáticas, lo que desde 1933 lo llevaría a obtener algunos papeles en diversas obras de Broadway y en 1940 a producir un pequeño musical llamado “Bright Lights”. Es durante esta época que ayudado por una cámara de 16mm, Arnold comienza a filmar a sus compañeros mientras estos desempeñan su labor frente a la audiencia. Eventualmente sería el ataque a Pearl Harbor y la posterior participación de los Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial lo que truncaría la carrera como actor de Arnold, quien se alistó en el ejército como cadete para entrenarse como piloto de aviación. Debido al escaso número de aviones de combate con los que se contaba en aquel entonces, Arnold terminó siendo transferido a una rama del ejército llamada Signal Corps que se encontraba asentada en el viejo estudio de la Paramount, la cual se encargaba de rodar la gran mayoría de los videos de entrenamiento y propaganda utilizados por el ejército. Tras familiarizarse rápidamente con la utilización de las cámaras de 35mm, Arnold se convirtió en camarógrafo y comenzó a trabajar bajo la tutela del documentalista Robert Flaherty, con quien aprendería gran parte del oficio durante los ocho meses que colaboraron codo a codo. Tras este periodo, Arnold finalmente se convertiría en piloto de los Air Corps. Mientras permanecía asignado a una estación militar situada en New Rochelle, él conocería a una muchacha llamada Betty quien eventualmente se convertiría en su esposa.  

Luego del término de la Segunda Guerra Mundial y en compañía de un amigo llamado Lee Goodman, a quien conoció en sus días en el ejército, Arnold crea la compañía de producción Promotional Films Company, a través de la cual rodó una serie de documentales y películas promocionales para diversas compañías sin fines de lucro e incluso para el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos. De manera paralela Arnold regresa momentáneamente a las tablas, llegando incluso a compartir escena con Bela Lugosi en la obra “Three Indelicate Ladies”. Gracias a la exposición que estaban teniendo sus cintas documentales, en 1950 la International Ladies Garment Workers Union le encomendó el rodaje de un largometraje que exploraba la evolución de las condiciones laborales en los Estados Unidos desde 1913 a la fecha. Fue así como nació la cinta “With This Hands” (1950), la cual obtendría una nominación al Oscar y llamaría la atención de los ejecutivos de los Estudios Universal, quienes le ofrecerían a Arnold un puesto como director. Prácticamente todas las películas dirigidas por él durante el periodo que trabajó al interior de la Universal, el cual se extendió desde 1953 hasta 1959, contaron con escasos presupuestos, estaban basadas en proyectos a los cuales él había sido asignado sin ninguna consulta previa, por lo que tanto la conformación de sus guiones como de sus elenco venía definida de antemano, contaban con un calendario de rodaje que rara vez excedía los catorce días, y su montaje final estaba mayormente en manos del productor de turno. Sin embargo, Arnold probó ser lo suficientemente astuto como para incluir en sus obras con la ayuda de algunos de sus colaboradores, determinados elementos que buscaban representar su sensibilidad artística y sus intereses personales, y que a final de cuentas le otorgaron una personalidad distintiva a sus recordadas incursiones en el género de la ciencia ficción.

“It Came From Outer Space” (1953)
“Creature from the Black Lagoon” (1954)

La primera asignación de Arnold al interior de la Universal sería el rodaje de la adaptación de la historia del escritor Ray Bradbury, “It Came From Outer Space”, que se centraba en un grupo de alienígenas que se apoderan de algunos cuerpos humanos con el objetivo de reparar su nave. “It Came From Outer Space” (1953) también marcaría la primera colaboración del director con el productor William Alland, cuya experiencia en el campo de la ciencia ficción y el horror se complementó de forma perfecta con la visión artística de Arnold en las siete películas que filmaron en conjunto, dentro de las cuales se encuentra parte de las obras más importantes del cineasta. Con un presupuesto total de 750.000 dólares, “It Came From Outer Space” ocupa un lugar de especial importancia dentro de las producciones de la Universal de la época, ya que por un lado es el primer producto del Estudio en ser filmado en tres dimensiones tras el éxito obtenido por los Estudios Warner con el film “House of Wax” (1953), además de ser en gran medida el precursor de toda la popular serie B de ciencia ficción que la factoría comenzaría a desarrollar luego de su estreno. Tras la idea de dotar a los alienígenas de una apariencia humana, cosa que no le hizo mucha gracia a los ejecutivos del Estudio, se escondía el deseo de Arnold de expresar su pensamiento con respecto a la caza de brujas reinante en la era McCarthy. Según el propio director, “bajo el peso de la era McCarthy corríamos asustados de todo para no ser sospechosos de comunismo. Estas eran las cosas que quería expresar, especialmente en esos tiempos políticos que vivíamos. Pudimos hacerlo y sacarlo adelante porque se trataba de una fantasía…”.

Gracias a lo exitosa que resultó ser la experiencia de Arnold con el sistema de rodaje en tres dimensiones, los ejecutivos de la Universal le encargaron la realización de una modesta cinta de cine negro en 3D titulada “The Glass Web” (1953), tras lo cual el director nuevamente se embarcaría en un proyecto junto al productor William Alland. A partir de una historia del escritor Maurice Zimm, Arnold, Allan y el guionista Harry Essex comenzaron a desarrollar un minucioso storyboard que posteriormente le venderían a la Universal, y que eventualmente se convertiría en la tercera cinta del director en ser rodada en 3D cuyo título sería “Creature from the Black Lagoon” (1954). La historia que se desarrolla en un paraje inexplorado del alto Amazonas, en el cual un grupo de científicos se encuentra con un hombre anfibio que establece una particular relación con una joven que participa en la expedición, al mismo tiempo que intenta defenderse de quienes amenazan con invadir su hábitat, nuevamente funciona como un instrumento para que Arnold explore la naturaleza depredadora del hombre, aunque en esta ocasión con marcados toques románticos. El éxito del film provoca que inmediatamente tras el estreno de este, los ejecutivos de la Universal le encarguen a la dupla conformada por Arnold y Alland el rodaje de una secuela que llevaría por título “Revenge of the Creature” (1955). Con un guion desarrollado por Martin Berkeley a partir de una historia creada por Alland, Arnold repite gran parte de los mecanismos dramáticos utilizados en la primera película, solo que esta vez la acción transcurre en un acuario ubicado en Florida, razón por la cual la secuela no obtuvo los mismos resultados que la cinta original. A su vez, “Revenge of the Creature” sería la última producción en tres dimensiones filmada por Arnold y la Universal, ya que el complejo sistema de proyección utilizado en las cintas en 3D había sucumbido ante el atractivo y más sencillo sistema conocido como Cinemascope. 

Tras filmar el pequeño western “The Man From Bitter Ridge” (1955), Arnold nuevamente se asocia con William Alland para rodar el último film de ciencia ficción que harían en conjunto al interior de la Universal. A partir de una historia escrita por el mismo Arnold que pretendía explorar el popular subgénero del gigantismo, Robert M. Fresco y Martin Berkeley desarrollaron el guion de “Tarantula” (1955), cinta que se centra en el ataque de una descomunal araña a una pacífica comunidad rural ubicada en medio del desierto, la cual fue rodada en tan solo diez días por el director. Ese mismo año, los ejecutivos de la Universal insatisfechos con el trabajo que el director Joseph M. Newman realizó en la primera película de ciencia ficción a color del Estudio, “This Island Earth” (1955), le pidieron a Arnold que volviera a filmar algunas escenas claves de la producción, a lo cual él aceptó pese a que su participación finalmente no fue acreditada. Luego de esto, Arnold ofició como director de cuatro episodios de la serie de televisión “Science Fiction Theatre” (1955-1956), de otro western titulado “Red Sundown” (1956), y de la cinta de cine negro “Outside the Law” (1956), antes de retomar su exitosa relación con el género de la ciencia ficción, esta vez de la mano del productor Albert Zugsmith. “The Incredible Shrinking Man” (1957) sería por lejos la película más compleja tanto a nivel argumental como técnico de la carrera de Jack Arnold. El guion del escritor Richard Matheson, el cual adaptaba su propia novela titulada “The Shrinking Man”, se centra en la figura de Scott Carey quien después de verse expuesto a una nube radioactiva, comienza a perder peso y altura hasta quedar casi invisible, no sin antes enfrentar un entorno que se vuelve más aterrador con cada minuto que pasa. El mayor mérito de esta producción más allá de los efectos especiales que resultaron sorprendentes en su momento, es la manera en como Arnold retrata el descenso a los infiernos del protagonista al mismo tiempo que introduce algunas de sus ideas personales con respecto a Dios y al universo. 

“The Incredible Shrinking Man” (1957)

El cuerpo de Scott Carey no sería el único que sufriría mutaciones en aquel entonces al interior de la Universal, ya que el hasta entonces vicepresidente a cargo, Edward Muhl, pasa a estar bajo la supervisión de Alfred Daff, lo que provoca una serie de cambios al interior del Estudio. Productores como Albert Zugsmith y William Alland abandonan la Universal, y la exclusividad de Arnold con la productora finalmente se rompe. Antes de emigrar de la Universal, Arnold participa en el rodaje de los thrillers “The Tattered Dress” (1957) y “Man in the Shadow” (1957), y en el drama “The Lady Takes a Flyer” (1958). En medio de estos proyectos, el director nuevamente sería llamado para realizar una intervención no acreditada, esta vez en la cinta “The Land Unknown” (1957) de Virgil Vogel. Además intervendría como argumentista junto a Robert M. Fresco del film “The Monolith Monsters” (1957), del director John Sherwood. Es entonces cuando en compañía de Zugsmith, quien recientemente había firmado un contrato con los Estudios Metro Goldwyn Mayer, Arnold dirige el drama “High School Confidential!” (1958). Ese mismo año, William Alland se marcha a los Estudios Paramount desde donde reclama los servicios de Arnold para rodar un nuevo proyecto de ciencia ficción titulado “The Space Children” (1958). Con la mitad del presupuesto con el que solía contar en la Universal, Arnold filmó con la eficiencia acostumbrada una modesta historia en la que un extraterrestre ejerce control mental sobre un grupo de niños, con el fin de impedir la construcción de un satélite armado. Inmediatamente después de terminar el rodaje de este film, Arnold regresa a la Universal para dirigir el pequeño thriller de ciencia ficción “Monster On The Campus” (1958), que se sumergía en el emergente subgénero de los “monstruos adolescentes”, que surgió como respuesta a la hegemonía de las temáticas presentes en la ciencia ficción tradicional. El drama de un profesor universitario que tras una serie de fallidos experimentos se transforma en un mutante de apariencia subhumana y paleolítica, bajo cuya identidad y de manera inconsciente comete una serie de crímenes, sería el único acercamiento de Arnold al campo de los relatos de horror en la línea del Dr. Jekyll y Mr. Hyde o aquellos protagonizados por hombres lobo.

Tras embarcarse nuevamente en el rodaje de un western titulado “No Name on the Bullet” (1959), Arnold dedicaría gran parte del resto de su carrera a trabajar en diversas series de televisión tales como “Peter Gunn” (1959-1960), “Rawhide” (1959-1964), “Gilligan´s Island” (1964-1966), “It Takes A Thief” (1968-1970), “The Brady Bunch” (1970-1974) y “The Love Boat” (1977-1984), entre otras. De manera esporádica, el director se involucraría en el rodaje de algunos largometrajes entre los que se destaca la comedia “The Mouse that Roared” (1959), cinta responsable de establecer a Peter Sellers como una estrella internacional, la comedia romántica “Bachelor in Paradise” (1961), cuyo guion fue desarrollado a partir de una historia escrita por él y Vera Caspary, y un par de películas enmarcadas dentro del género del blaxploitation tituladas “Black Eye” (1974) y “The Black Bounty Hunter” (1975). Es necesario señalar que durante el curso de la carrera de Jack Arnold, por su cabeza pasaron otro tipo de ideas y proyectos que lamentablemente para él no siempre llegaron a buen puerto. Por ejemplo, utilizando los títulos alternativos de “The Feathered Serpent” y “The Fifth Coming”, Arnold desarrolló una historia sobre los antiguos habitantes de la Atlántida y como estos después de atacar a los residentes de la superficie de la Tierra, obligan a los supervivientes a refugiarse en cuevas subterráneas donde están sometidos a microorganismos que amenazan su existencia. Pese a que Arnold estaba dispuesto a escribir un guion en cinco semanas, el hecho que la realización del film costara alrededor de tres millones de dólares impidió que los Estudios mostraran mayor interés por llevar a cabo el proyecto.

“The Space Children” (1958)
“Monster On The Campus” (1958)
“The Mouse that Roared” (1959)

Otro de los proyectos de Arnold que no pudo ver la luz fue uno desarrollado junto a Gene Ayres cuyo título era “The Other Side of the Moon”, y que en gran medida era una versión adulta de la cinta “Honey, I Shrunk the Kids” (1989) de Joe Johnston. Tomando como punto de partida el accidente de una nave espacial que se estrella en un planeta desconocido, en el cual los supervivientes descubren enormes objetos que toman como los vestigios de una civilización desaparecida, son inundados por torrentes de agua y atacados por monstruos gigantes hasta que finalmente todos mueren, Arnold pretendía profundizar lo expuesto en “The Incredible Shrinking Man”. Tras la muerte de los protagonistas, una mano gigante levantaba su nave espacial revelando que todo transcurre en el jardín de una casa, donde las supuestas ruinas de una antigua civilización no eran otra cosa más que juguetes, los monstruos gigantes insectos comunes y corrientes, y la tormenta de agua el riego del jardinero. Lamentablemente para Arnold, el final pesimista de su historia no les gustó a los ejecutivos de los diversos Estudios, por lo que fue incapaz de venderla. Con el objetivo de sacar adelante sus proyectos más personales, Arnold crea en 1961 la fallida productora Arnold Productions, con la cual intenta filmar una pieza teatral de Arthur Ross titulada “A Circle of Wheels”, pero tras no poder conseguir el financiamiento necesario abandona la idea. La historia de Ross se centraba en un matrimonio joven a quienes sin motivo aparente, comienzan a crecerle ruedas dentadas en el hígado mientras sus cuerpos desarrollan cargas magnéticas que les provocan de manera alternada atracción y rechazo físico mutuos. Al mismo tiempo, comienzan a entrar en conflicto con las maquinas con las que se relacionan, sumergiéndose en un espiral de depresión en el que son víctimas de un proceso que va degradando su propia naturaleza.

Sin embargo, el gran proyecto frustrado de Arnold fue filmar su propia versión del cuento “The Lost World” del escritor Arthur Conan Doyle, el cual ya había tenido una adaptación cinematográfica en 1925 de la mano del director Harry Hoyt, que posteriormente sería víctima de un remake producido por los Estudios 20th Century Fox y dirigido por Irwin Allen en 1960. A principios de 1982, mientras Arnold se encontraba trabajando para los Estudios Universal en la preproducción de un remake de “Creature from the Black Lagoon” que finalmente sería desechado, este le propone al especialista en efectos especiales Albert Whitlock la posibilidad de coproducir una nueva versión de la historia de cuatro exploradores que viajan a una zona desconocida del Amazonas, donde se encuentran con un mundo aun dominado por los dinosaurios. Tras ser aprobado inicialmente por la Universal y la Columbia Pictures, las dos productoras envueltas en el proyecto, Arnold da inicio a un largo proceso de escritura y reescritura de guiones donde interviene una serie de profesionales, mientras él junto a Mentor Heubner desarrollan un storyboard detallado del film. Lamentablemente la envergadura del proyecto y la falta de visión de los productores involucrados terminan hundiendo la viabilidad del film, sepultando el interés de Arnold por el género que tanto amaba. El director se retiraría en 1983 y nueve años más tarde fallecería debido a la arteriosclerosis que lo aquejaba. Para muchos aficionados al cine de ciencia ficción, Jack Arnold es sin lugar a dudas uno de los directores más importantes del género, un verdadero artesano de la Serie B que sabía perfectamente que hacer con escenarios poco atractivos, personajes estereotipados, y un monstruo a primera vista poco convincente, elementos que finalmente terminaba usando a su favor a la hora de reflexionar acerca de la naturaleza del ser humano, otorgándole una profundidad impensada a las producciones en las cuales se vio envuelto a lo largo de su carrera.

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