Tras el inusitado éxito que en el año 1938
tuvo un superhéroe llamado Superman tras su aparición en el primer número de la
historieta “Action Comics”, la cual era publicada por la editorial National
Publications (que eventualmente se convertiría en DC Comics, Inc.), los
encargados de la compañía le delegaron a sus creativos la creación de un nuevo
superhéroe que pudiese aprovechar la popularidad obtenida por el personaje
nacido en el planeta Krypton. Fue entonces cuando un joven escritor llamado Bob
Kane en compañía del dibujante Bill Finger, crearon un personaje a quien
inicialmente bautizarían como Bat-man, y cuya primera aparición sería en el
número 27 de la historieta “Detective Comics” publicada en 1939. Sería tal el
interés que despertó este héroe de curiosa apariencia y procedimientos propios
de un experimentado detective, que en menos de un año no solo evolucionó su
apariencia física y el cariz de los casos en los que se veía involucrado, sino
que además se fue convirtiendo en un personaje de particular profundidad que en
el número 38 de “Detective Comics”, integra a sus aventuras a un joven
discípulo y compañero conocido como Robin, el niño maravilla, quien fue creado
por Kane, Finger y Jerry Robinson con el objetivo de llamar la atención de lectores
jóvenes. Con el paso de los años, la personalidad de Batman y de los personajes
con los cuales se relacionaba fue variando según el clima sociocultural
reinante en la época en la cual iban siendo publicadas sus historias, las
cuales eventualmente darían el salto a la pantalla grande.
La primera adaptación cinematográfica de
las aventuras de Batman llegaría en 1943 de la mano de los Estudios Columbia
Pictures, quienes filmaron un serial compuesto por 15 capítulos titulado “The
Batman”, el cual estaba protagonizado por Lewis Wilson y Douglas Croft. La
particularidad de la primera aventura cinematográfica del alter ego del
multimillonario Bruce Wayne, es que en vez de luchar con los criminales que
amenazaban a diario la ciudad de Gotham, el héroe encapuchado debía enfrentar a
un espía japonés llamado Daka, el cual era interpretado por J. Carrol Naish.
Como era de esperarse, el serial estaba fuertemente influenciado por los
pormenores de la Segunda Guerra Mundial, razón por la cual contenía un mensaje
abiertamente anti-japonés y Batman era presentado como una suerte de agente de
gobierno. Debido a la popularidad alcanzada por “The Batman”, el serial terminaría
siendo relanzado en 1960 bajo el título “An Evening with Batman and Robin”. En
1949, la Columbia Pictures volvería a producir un serial de 15 episodios basado
en los personajes creados por Bob Kane y Bill Finger titulado “Batman and Robin”.
Protagonizado por Robert Lowery y John Duncan, en esta oportunidad el dúo dinámico
se ve enfrentado a un criminal conocido como El Mago, cuya identidad solo es
revelada en el último capítulo del serial. Pese a que ambas producciones fueron
realizadas con un escaso presupuesto y presentaban una serie de problemas a
nivel de guion, de todas formas ayudaron a promocionar la figura de Batman
incluso entre aquellas personas que no estaban familiarizados con sus
historietas, lo que contribuyó a aumentar significativamente su popularidad.
Pasarían alrededor de veinte años antes de
que Batman volviera a irrumpir en algún medio audiovisual, siendo la televisión
el medio seleccionado para albergar sus aventuras. A principios de la década
del sesenta, la compañía Ed Graham Productions compró los derechos televisivos
de las tiras cómicas de Batman que eran publicadas en algunos periódicos norteamericanos,
con el fin de realizar un show juvenil en la misma línea de series como “Adventures
of Superman” (1952-1958) y “The Lone Ranger” (1949-1957), para ser transmitido
en la cadena CBS las mañanas de los sábados. De forma paralela, el ejecutivo de
la cadena ABC, Yale Udoff, quien durante su infancia fue un asiduo lector de
las historietas de Batman, se contactó con sus colegas Harve Bennett y Edgar J.
Scherick, quienes estaban trabajando en la creación de una serie de televisión
protagonizada por un héroe salido del mundo de las tiras cómicas, para
sugerirles que desarrollaran una serie de Batman muy en el estilo de “The Man
From U.N.C.L.E.” (1964-1968). Cuando las negociaciones entre Graham y la CBS se
estancaron, DC Comics se apresuró a recuperar los derechos e hizo un trato con
la ABC, quienes a su vez le cedieron los derechos a los Estudios 20th Century
Fox para que se encargaran de la producción de la serie. Eventualmente el
proyecto les sería asignado a William Dozier y a su productora Greenway
Productions, quien luego de leer una serie de historietas de Batman a modo de
investigación, concluyó que la única forma que el show funcionara era si se
realizaba como si se tratara de una peculiar comedia por-art. Originalmente, el
escritor de novelas de espionaje Eric Ambler había sido contratado para
escribir el guion de un telefilme que sirviera para lanzar la serie de
televisión, pero cuando se enteró del enfoque que Dozier deseaba darle al
proyecto prefirió renunciar. Fue entonces cuando llegó el guionista Lorenzo
Semple Jr., quien tenía bastante experiencia en el ámbito de la comedia, para asumir
el puesto de supervisor de guiones y escribir el episodio piloto el cual estaba
inspirado en algunos de los elementos presentes en el tomo 176 de “Batman”
publicado en 1965.
El próximo paso de Dozier consistiría en
conformar al elenco que protagonizaría la serie. Aunque su primera opción para
interpretar a Batman era Ty Hardin, quien había adquirido cierta notoriedad
tras protagonizar la serie “Bronco” (1958-1962), el actor prefirió probar
suerte en Europa donde participaría en un par de spaghetti westerns. En aquel
entonces, a Dozier le llamó la atención un comercial de Nestlé donde un joven actor
llamado Adam West, interpretaba a una suerte de James Bond cuyo nombre era
Capitán Quick. Hasta ese momento, además de haber actuado en un par de
largometrajes interpretando papeles secundarios, West se había dedicado
mayormente a participar con papeles menores en diversas series de televisión
tales como “Hawaiian Eye” (1959-1963), “Maverick” (1957-1962) y “77 Sunset
Strip” (1958-1964), entre otras. Aun cuando le asustaba la idea de quedar
encasillado en el papel de Batman, West decidió participar en una prueba de
cámara que significó que Dozier finalmente se inclinara por él y no por el
actor Lyle Waggoner, quien también tenía interés en personificar al nativo de
Gotham. Burt Ward por su parte, quien finalmente interpretaría a Robin,
obtendría el papel de manera bastante curiosa. Charles B. Fitzsimons, quien
ofició como productor asociado de la serie, comentó en una oportunidad, “No habíamos
tenido suerte entrevistando chicos. Estaba a punto de irme a casa cuando el
guardia de la 20th Century Fox me dice: ´Hay un joven aquí que quiere verlo.´
Yo le respondí: `Bueno, si mide entre 1,65 y 1,70, tiene más de 18 años pero
luce como si tuviera 15, tiene el pelo negro y ondulado, ojos azules y es atlético,
envíalo enseguida.´. Esperaba que se desanimara pero me dice: ´Tiene todo eso y
además afirma que es cinturón marrón en karate.´ Cuando Burt Ward entró a mi
oficina supe de inmediato que habíamos encontrado a nuestro Robin.” Para
Octubre de 1965, Dozier y compañía habían encontrado a gran parte del elenco
estable de la serie, incluyendo a Alan Napier y Stafford Repp quienes
interpretarían a Alfred y al Jefe O´Hara respectivamente. Además contaban con
gran parte del vestuario diseñado por Jean Kernp y ya habían construido el set
que daba vida a la Baticueva, el cual había sido diseñado por Ed Graves, quien
se preocupó que los decorados dieran la impresión que Batman y Robin contaban
con tecnología de punta en su lucha contra el crimen.
Pese a que los ejecutivos de la ABC no estaban del todo convencidos con
el enfoque de Dozier, la gran cantidad de dinero invertido en durante el
proceso de preproducción les impedía cancelar el proyecto. Para colmo, los
supuestos 10 a 15 días que se habían presupuestado para filmar cada episodio se
elevaron rápidamente a 20 días, lo que había aumentado de manera significativa
el costo de la producción. Paradójicamente, el episodio piloto titulado “Hey
Diddle Riddle” fue filmado apresuradamente, lo que influyó en la calidad del
producto. Cuando dicho episodio fue exhibido en una función de prueba fue ampliamente
criticado por los asistentes, hecho que se repitió en dos ocasiones más. Ante
la inminente posibilidad de que la serie fuera un completo fracaso, los
ejecutivos de la ABC montaron una agresiva campaña publicitaria antes del
estreno de “Batman” en Enero de 1966. Para su sorpresa, el debut televisivo de
la serie superaría con creces las bajas expectativas que albergaban. Los
comentarios en general fueron aceptables, y solo un puñado de críticos se mostró
molesto porque el show era demasiado serio para ser considerado como una
comedia, y era demasiado ridículo como para tomar en serio las aventuras de
Batman y Robin. Debido a lo contradictorio que resultaba ser el contenido de “Batman”,
algunos críticos optaron por considerar el show como un producto netamente “camp”,
lo que significaba que gran parte de su encanto provenía del humor, la ironía y
la exageración existente en cada uno de sus episodios. Al mismo tiempo, “Batman”
integraba algunos elementos propios de los seriales cinematográficos realizados
en la década del cuarenta, como por ejemplo la utilización de un narrador en
algunos pasajes de los episodios, cuya voz pertenecía a William Dozier, y la
inclusión de finales abiertos cuya resolución era entregada en el episodio
siguiente.
En el caso puntual del episodio piloto, Lorenzo
Semple Jr. decidió realizar solo una breve mención del origen de Batman con el
fin de evitar que la serie perdiera su marcado tono humorístico. Al mismo
tiempo, se incluyó como personaje estable a la tía Harriet Cooper (Madge Blake),
quien dos años antes del estreno de la serie había tenido su primera aparición
en los cómics con el fin de darle un motivo a Bruce y Dick para mantener en
secreto sus verdaderas identidades, y para evitar cualquier tipo de suspicacia
relacionada con el vínculo que mantiene la dupla protagónica. Aun cuando el
show tenía un tono más bien familiar, varios de sus guiones tuvieron que ser
aprobados por el Departamento de Normas y Prácticas de Radiodifusión, ya que en
ocasiones presentaban temáticas y chistes algo subidos de tono. A la hora de
hablar de los personajes presentes en “Batman”, resulta evidente que gran parte
de su éxito tuvo relación con la colorida galería de villanos que se
enfrentaron al dúo dinámico durante los 120 episodios que conformaron el show.
Desde el Acertijo quien fuese interpretado originalmente por Frank Gorshin (en
la segunda temporada el actor fue reemplazado por John Astin), actor que
recibió una nominación al Emmy por dicho papel, pasando por el Joker interpretado
por el actor de origen latino César Romero, cuya única condición para
personificar al príncipe payaso del crimen fue conservar su particular bigote,
el cual tuvo que ser ocultado de las cámaras con toneladas de maquillaje, hasta
el Pingüino de Burgess Meredith, actor que debido a que en la vida real no
fumaba, no tenía más remedio que ocultar la tos que le provocaban los
cigarrillos que consumía su personaje tras oportunos “¡Cuak! ¡Cuak!”, todos
fueron parte importante del impacto que provocó la serie. Otros de los villanos
memorables de “Batman” fueron Mr. Freeze, quien en las historietas originalmente
era conocido como Mr. Zero, y el cual fue interpretado en la serie por George
Sanders, Otto Preminger y Eli Wallach; Gatúbela, que sería interpretada en las
dos primeras temporadas por Julie Newmar tras la insistencia de su hermano
quien era fanático de los cómics de Batman, y que luego sería reemplazada en la
tercera temporada por Eartha Kitt; King Tut, un personaje especialmente creado
para la serie de televisión que estaría a cargo del actor Victor Buono; y
Egghead, otro personaje creado para la serie el cual sería personificado por
Vincent Price.
Con el paso de las semanas, “Batman” se
convertiría en un éxito total catapultando a Adam West y Burt Ward a un
estrellato impensado. Su popularidad en aquel entonces llegó a tal punto, que
incluso West se dio el lujo de incursionar en la música de la mano de una
orquesta dirigida por Frank Zappa. Con el objetivo de explotar al máximo la
popularidad de la serie, los ejecutivos de la ABC se propusieron realizar un largometraje
una vez que terminara la emisión de la primera temporada del show. Fue entonces
cuando surgieron algunos problemas con Adam West, quien consciente de su importancia
dentro del proyecto, comenzó a pedir un salario extremadamente alto para
participar en la cinta, por lo que los productores empezaron a ver alternativas
para reemplazarlo. Finalmente sería gracias a la intervención del presidente de
los Estudios 20th Century Fox, Richard Zanuck, que West y los productores
llegarían a un acuerdo dando inicio de esta forma al rodaje de “Batman: The
Movie” (1966). La película tenía dos objetivos claramente establecidos; el
primero era servir como vehículo promocional de la serie para que esta pudiera
ser comercializada en otros países, y el segundo era reutilizar gran parte de
los decorados creados especialmente para el film en la segunda temporada de “Batman”,
reduciendo considerablemente los costos de producción de la serie. La cinta
incluyó a los cuatro villanos más importantes del show; el Pingüino, el
Acertijo, el Joker y una Gatúbela interpretada por la actriz Lee Meriwether,
quienes armados con un dispositivo conocido como el “Deshidratador”, buscaban
acabar con el dúo dinámico para siempre. Llena de momentos memorables que no hacían
otra cosa más que reflejar el particular humor que caracterizaba a la serie, “Batman:
The Movie” fue todo un éxito comercial que con el paso de los años se convirtió
en un verdadero film de culto.
De acuerdo a lo explicado por Adam West en
su autobiografía “Back to the Batcave”, el hecho que los ejecutivos de la ABC
apresuraran el rodaje de la segunda temporada de “Batman” tras el estreno de “Batman:
The Movie”, no le dio el tiempo suficiente ni al elenco ni a los creativos de
determinar hacia donde querían llevar el show en su nueva temporada. Aun cuando
los guionistas se preocuparon de incluir un puñado de nuevos villanos para
impedir que la serie se volviera monótona, el hecho que el guionista Lorenzo
Semple Jr. se viera menos involucrado en la confección de los guiones, y que
Dozier estuviera más preocupado de producir la serie “The Green Hornet”
(1966-1967), la cual estaba protagonizada por Van Williams y Bruce Lee, se vio
reflejado en el contenido del show. Cabe mencionar que en los episodios “A
Piece of the Action” y “Batman´s Satisfaction”, el Avispón Verde y su compañero
Kato viajan a Gotham con el objetivo de detener al Coronel Gumm (Roger C.
Carmel) y a su pandilla. Una vez que Gumm es derrotado, Batman y Robin se
enfrentan al Avispón Verde y a Kato, ya que piensan que ellos también son
criminales. Pese a ser una temporada bastante más irregular tanto en términos
de contenido como de niveles de audiencia, al final de la misma fue aprobada la
realización de una tercera temporada que marcaría el inicio del fin de la serie.
Con la intención de atraer a nuevos espectadores, Dozier sugirió incorporar a
Batgirl, alter ego de la hija del Comisionado James Gordon (Neil Hamilton),
Barbara Gordon. Dicho personaje había sido introducido en los cómics en 1961,
básicamente con el objetivo de contrarrestar las críticas que sugerían que
Batman y Robin tenían inclinaciones homosexuales. Tras pedirle ayuda al editor
de las historietas de Batman de aquella época para delinear las características
del personaje, Dozier contrató a la actriz Yvonne Craig para interpretar a
Batgirl, luego que ella participara en un piloto de 15 minutos en el que la heroína
se veía enfrentada a un criminal conocido como Killer Moth (Tim Herbert).
Ya para su tercera temporada, la emisión
del show solo ocurría una vez por semana y los episodios eran auto concluyentes,
aunque de todas formas adelantaban la identidad del villano que protagonizaría
el siguiente episodio al final de los mismos. Debido al gran número de
personajes estables que debía aparecer en cada uno de los episodios de treinta
minutos de duración, y a la delicada salud de la actriz Madge Blake, las
apariciones de la Tía Harriet durante la tercera temporada se vieron reducidas
a dos pequeños cameos que no tenían mayor importancia. Otro cambio importante
en el elenco fue la salida de Julie Newmar, quien en aquel entonces estaba
ocupada filmando el western “Mackenna´s Gold” (1969), la cual fue reemplazada
por la cantante y actriz afroamericana Eartha Kitt, cuya inclusión tuvo gran
importancia a la hora de desafiar las convenciones raciales de la época. En
cuanto a los guiones de la tercera temporada, estos estaban entrando de lleno
en los terrenos del surrealismo, al mismo tiempo que hacían lo posible por
incluir referencias al movimiento hippie, lo que terminó afectando la calidad
de los episodios a tal punto que la audiencia bajó drásticamente provocando la
cancelación del show. Pese a que la cadena NBC se había mostrado interesada en
rescatar la serie y realizar una cuarta temporada, cuando los ejecutivos
descubrieron que gran parte de los decorados habían sido completamente destruidos,
decidieron abandonar el proyecto. A partir de Septiembre de 1969 los 120
episodios que conformaron las tres temporadas de “Batman” fueron puestos en
sindicación, permitiendo que fueran emitidos en distintos países alrededor del
globo lo que en gran medida contribuyó a fomentar y perpetuar la popularidad de
la serie pese al correr de los años.
Pese a durar tan solo tres temporadas, “Batman”
sigue siendo recordada como un producto poseedor de características únicas que
han contribuido a que gran parte de su encanto no se haya diluido con el paso
del tiempo. Desde sus distintivas escenas de acción que han sido parodiadas
hasta el cansancio, donde la acción se entrelazaba con la aparición de palabras
sin sentido como “Pow”, “Bam” o “Zokk” que pretendían representar el sonido de
los puñetazos y patadas que Batman y Robin le lanzaban a los villanos de turno,
pasando por el atractivo y colorido diseño de producción del show, el cual era
complementado por la pegajosa banda sonora liderada por el inolvidable tema
central compuesto por Neal Hefti, hasta el esfuerzo que realizaba el elenco
participante por imprimirle algo de seriedad a sus personajes, aun cuando eran
conscientes de lo surrealista de las situaciones en las que se veían envueltos,
todo confabuló para convertir a “Batman” en una serie de culto que tras su
estreno engendraría algunos subproductos igualmente atractivos. En 1977, Adam
West y Burt Ward volverían a reunirse para facilitar sus voces en la serie
animada “The New Adventures of Batman”. Varios años más tarde, ambos actores
participaron en el telefilme “Return to the Batcave: The Misadventures of Adam and Burt” (2003), que
funcionaba como una suerte de documental en tono de comedia acerca de la
realización de la serie original. Finalmente tanto West como Ward serían
convocados en el 2015 por el Departamento de Animación de los Estudios Warner
Bros., para participar en una cinta animada inspirada en la serie de los
sesenta cuyo título era “Batman: Return of the Caped Crusaders” (2016). Debido
al éxito de esta película, al año siguiente se realizó otra producción animada
basada en el mismo principio titulada “Batman vs. Two-Face” (2017), la cual
Adam West alcanzaría a completar antes de fallecer el 9 de Junio del 2017 debido
a la leucemia que lo aquejaba hace ya algún tiempo.
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