Richard Matheson: La extensa y en ocasiones poco valorada obra de un escritor inconformista.

Incluso si nunca hubiese escrito un solo guion para el cine o la televisión, Richard Matheson de todas formas ocuparía un lugar importante entre los fanáticos de las historias ligadas al género de la ciencia ficción. Desde su irrupción en la literatura fantástica en 1950 con la historia corta “Born of Man and Woman”, publicada por la revista “The Magazine of Fantasy & Science Fiction”, Matheson ostentó una carrera brillante que no tardó en traspasar las barreras de lo meramente escrito para plasmarse de lleno en decenas de películas y series de televisión con gran éxito. Richard Burton Matheson nació el 20 de Febrero de 1926 en Allendale, Nueva Jersey. Hijo de inmigrantes noruegos, quienes se divorciaron cuando él tenía ocho años, Matheson se crio junto a su madre en Brooklyn, Nueva York. Contrario a lo que se podría pensar, sus raíces nórdicas con sus numerosos mitos y leyendas no influyeron en su interés por la fantasía y la ciencia ficción, sino que sus mayores influencias a temprana edad fueron el film “Drácula” (1931) del director Tod Browning, y las novelas históricas del escritor Kenneth Roberts, entre otras cosas. Según el mismo Matheson, “Creo que tus intereses no están ligados a la influencia del medio. Yo creo que uno nace con una cierta predilección hacia las cosas por las que uno presenta interés. Por ejemplo, cuando me inscribí en la biblioteca a los siete años de edad, el primer libro que pedí prestado fue ´Pinocho en África´. Desde ahí, automáticamente fui arrastrado hacia la gran cantidad de cuentos de hadas que había en el lugar. Ese mismo año comencé a escribir pequeños poemas e historias para un periódico local llamado The Brooklyn Eagle. Ellos me daban pequeñas estrellas doradas como pago, las cuales luego podía cambiar por un juguete u otra cosa.”

Tras graduarse en la Brooklyn Technical High School en 1943, Matheson se enlistó en el ejército lo que lo llevó a participar en la última etapa de la Segunda Guerra Mundial, tras lo cual fue liberado de sus funciones debido a una herida que sufrió en combate. A su regreso a los Estados Unidos, Matheson ingresó a la Universidad de Missouri de Periodismo, donde obtuvo el grado de Bachiller en Artes en 1949. Poco tiempo después, se mudó a California donde escribió su primera novela titulada “Hunger and Thirst”, la cual fue ignorada durante décadas por un sinnúmero de editoriales hasta que eventualmente fue publicada en el 2010. Recién cuando logró publicar la historia corta “Born of Man and Woman”, la cual se centraba en las desventuras de un monstruoso niño que es encadenado en un sótano por sus padres, Matheson obtuvo cierto reconocimiento que facilitó su posterior contribución con varias de las revistas de ciencia ficción más prestigiosas de aquel entonces. Durante la década del cincuenta, Matheson escribió decenas de historias cortas como por ejemplo “Third From the Sun” (1950) y “Deadline” (1959), las cuales se caracterizaban por presentar finales sorpresivos. Otras como “Trespass” (1953) y “Being” (1954) en cambio, exploraban los dilemas de sus respectivos protagonistas durante un lapso de 20 o 30 páginas. En el caso puntual de “The Doll that Does Everything” (1954) y “The Funeral” (1955), estos relatos incorporaban un humor satírico a expensas de determinados clichés propios del género fantástico, y estaban escritos en prosa lo que los diferenciaba del resto de las obras del autor. En la vereda contraria se encontraban historias como “The Test” (1954) y “Steel” (1956), en las cuales Matheson retrataba las dificultades físicas y morales de gente común y corriente que se desenvolvía en escenarios futuristas. Por último, tanto “Mad House” (1953) como “The Curious Child” (1954) son relatos donde prevalece la paranoia, ya que se desarrollan en escenarios donde lo cotidiano se convierte inexplicablemente en algo amenazante o extraño.   

Luego de contraer matrimonio con Ruth Ann Woodson en 1952 con quien tuvo cuatro hijos, tres de los cuales eventualmente se convertirían en escritores de ficción o guionistas, Matheson publicó su primera novela titulada “Someone Is Bleeding” (1953), la cual varios años más tarde sería adaptada por el director francés Georges Lautner bajo el título “Les Seins De Glace” (1974). Matheson escribiría otras cinco novelas durante la década del cincuenta, destacándose las que probablemente son sus obras más recordadas; “I Am Legend” y “The Shrinking Man”. La primera que relata las consecuencias de una epidemia de vampirismo que ha atacado al mundo entero, no solo ha tenido tres adaptaciones cinematográficas desde su publicación; “The Last Man On Earth” (1963) de Sidney Salkow, “The Omega Man” (1971) de Boris Sagal, y “I Am Legend” (2007) de Francis Lawrence, sino que además fue la principal fuente de inspiración del director George A. Romero a la hora desarrollar el concepto del film “Night of the Living Dead” (1968). En cuanto a “The Shrinking Man”, cuando los Estudios Universal se mostraron interesados en llevar la historia a la pantalla grande, Matheson vio cómo se le presentaba la oportunidad de comenzar a escribir guiones para el cine y la televisión, por lo que exigió participar en el rodaje de “The Incredible Shrinking Man” (1957). Aun cuando la cinta fue todo un éxito de taquilla y fue bien recibida por la crítica, Matheson no quedó satisfecho con el resultado, principalmente por la forma en cómo se manejaron algunos de los aspectos más controversiales de su historia, lo que a sus ojos le quitaba profundidad al calvario que vive el protagonista a causa de su increíble y particular condición.

Sería en la década del sesenta que la carrera como guionista de Matheson alcanzaría su punto más alto. Tras ser invitado a una función privada de una cinta de media hora de duración titulada “Where is Everybody?” (1959), la cual era el episodio piloto de la serie de televisión “The Twilight Zone” (1959-1964), tanto él como el también escritor Charles Beaumont fueron invitados a participar en la confección de los guiones de 16 episodios de la exitosa serie, los cuales por lo general son considerados como parte de las mejores entradas del recordado programa de televisión. De forma paralela, junto a Beaumont también participó en el desarrollo del guion del film “Burn, Witch, Burn” (1962), el cual estaba basado en la novela de Fritz Leiber titulada “Conjure Wife”. Pese a que la cinta significó el reconocimiento del trabajo de Matheson como guionista por parte de la crítica, cuando se repasa la obra cinematográfica del escritor en aquella época adquiere mayor importancia la sociedad creativa que estableció con el director Roger Corman al interior de la productora American International Pictures, junto a quien adaptó un puñado de historias cortas del escritor Edgar Allan Poe que se convertirían en los films “House of Usher” (1960), “The Pit and the Pendulum” (1961), “Tales of Terror” (1962) y “The Raven” (1963). Junto a Corman también trabajó en la adaptación de una novela de su propia autoría, “The Comedy of Terrors” (1963), la cual pretendía ser una suerte de secuela de “The Raven”. Durante el resto de la década, Matheson participaría en un par más de adaptaciones cinematográficas destacándose aquellas que realizó para el Estudio británico Hammer Film Productions; “Fanatic” (1965), la cual estaba basada en la novela “Nightmare” de Anne Blaisdell, y “The Devil Rides Out” (1968), basada en el libro del mismo nombre del escritor Dennis Wheatley.

Durante la década del setenta, Matheson se dedicó principalmente a trabajar como guionista de diversos telefilmes, debutando con “Duel” (1971) del entonces novato director Steven Spielberg, cuya idea central fue concebida por el escritor en 1963. La raíz de la historia de un hombre que es perseguido por un camión que parece tener vida propia sin ninguna razón aparente, se le ocurrió a Matheson el mismo día que fue asesinado el presidente John F. Kennedy. En aquel entonces, el escritor se encontraba jugando golf cuando escuchó la noticia. Deprimido, decidió regresar a su casa para saber más acerca del suceso. En el camino, un camión comenzó a acercarse peligrosamente a su automóvil. Influenciado por su estado de ánimo, Matheson comenzó a gritarle furioso al conductor del camión, tras lo cual se le ocurrió la idea que le daría vida a la historia corta que eventualmente sería publicada por la revista Playboy. El éxito obtenido por “Duel” pronto sería superado por el primer producto realizado por la dupla conformada por Matheson y Dan Curtis, quien era un director y productor de televisión mayormente conocido por ser el creador de la mítica serie de vampiros “Dark Shadows” (1966-1971). A principios de los setenta, Curtis adquirió los derechos de la novela “The Kolchak Papers” del escritor Jeffrey Grant Rice, la cual relataba la cruzada investigativa de un periodista que le sigue la pista a un vampiro que reside en la ciudad de Las Vegas. Lejos de cualquier pronóstico, la adaptación realizada por Matheson titulada “The Night Stalker” (1972) sería vista por más de 75 millones de espectadores, lo que generó que al año siguiente se filmara la secuela “The Night Strangler” (1973). Junto a Curtis, Matheson también trabajaría en tres antologías de horror pensadas para la televisión basadas en algunas de sus historias cortas; “Trilogy of Terror” (1975), “Dead of Night” (1977) y “Trilogy of Terror II” (1996).

“The Night Stalker” (1972)

Además de su trabajo en televisión, durante los años setenta Matheson publicó tres novelas que eventualmente serían llevadas al cine; “Hell House” (1971), la cual fue filmada por el director John Hough bajo el título “The Legend of Hell House” (1973); “Bid Time Return” (1975), que se convirtió en “Somewhere In Time” (1980) de la mano del cineasta francés Jeannot Szwarc; y “What Dreams May Come” (1978) la que sería adaptada por el director Vincent Ward en 1998. Ya durante la década del ochenta Matheson comenzó a rebajar su carga de trabajo de manera considerable, limitándose mayormente a escribir historias cortas para diversas publicaciones, lo que no impidió que por ejemplo escribiera la novela “Earthbound” (1982), la cual fue publicada con cierta polémica por Playboy Press ya que se editaron varios pasajes del manuscrito original desarrollado por Matheson, o que adaptara la novela “The Martian Chronicles” del escritor Ray Bradbury convirtiéndola en una miniserie compuesta por tres episodios. En los años noventa, Matheson escribió cuatro novelas enmarcadas dentro del género del western, y otro par ligadas a los terrenos del suspenso y el misterio. También participaría en la confección del guion de la comedia “Loose Cannons” (1990), protagonizada por Dan Aykroyd y Gene Hackman, y vería como su novela “A Stir of Echoes” (1958) sería adaptada por el director David Koepp en 1999. Durante la última etapa de su carrera, Matheson logró publicar un puñado de obras inéditas además de la novela de suspenso “Hunted Past Reason” (2002), y del libro para niños ilustrado “Abu and the Seven Marvels” (2002). También fue testigo de cómo sus historias cortas “Button, Button” (1970) y “Steel” (1956) servían de inspiración para los filmes “The Box” (2009) y “Real Steel” (2011) respectivamente.

El 23 de Junio del 2013, Richard Matheson fallecería en la tranquilidad de su hogar debido a causas naturales. Tras su muerte, varias figuras con las cuales trabajó durante su carrera no dudaron en rendirle tributo a su vida y a su obra, entre ellos Steven Spielberg quien señaló lo siguiente: “La imaginación irónica e icónica de Richard Matheson creó historias seminales de ciencia ficción y me dio mi primera oportunidad cuando él escribió la historia corta y el guion de Duel. Para mí, él está en la misma categoría de Bradbury y Asimov.” Por otro lado, mientras que Roger Corman aseguró que Matheson era el mejor guionista con el cual había trabajado, el escritor Stephen King no dudó en identificarlo como una de sus principales influencias creativas. Lo que provocó que Matheson se distinguiera por sobre el resto de sus colegas, fue su específico y genial instinto para modernizar los mitos, íconos y temas propios de la fantasía clásica, transformándolos en renovados instrumentos pensados para una nueva era literaria. Junto a esto, el hecho de ser un escritor que se mostró continuamente disconforme con los límites de la realidad en la que se desenvolvía, lo motivó a crear nuevos mundos y dimensiones cuya base temática eran los dilemas morales clásicos del hombre, lo que inexorablemente le otorgó a sus relatos un cariz atemporal donde todo está permitido y cuyo encanto es absolutamente innegable.