Tras el Ć©xito obtenido por “Dr. No” (1962) y “From Russia With Love” (1963), los productores Harry Saltzman y Albert Broccoli estaban listos para embarcarse en la realizaciĆ³n de una nueva entrada de la serie de adaptaciones de la obra del escritor Ian Fleming. Debido a que el escritor aĆŗn se encontraba en medio de una disputa legal con el director Kevin McClory en relaciĆ³n a la autorĆ­a de la novela “Thunderball”, Saltzman y Broccoli optaron por adaptar la sĆ©ptima novela protagonizada por el agente secreto britĆ”nico James Bond titulada “Goldfinger”. Con un presupuesto equivalente al utilizado en las dos adaptaciones previas combinadas, “Goldfinger” (1964) serĆ­a dirigida por Guy Hamilton luego que Terence Young, quien habĆ­a estado a cargo de las dos primeras entradas de la serie, abandonara el proyecto para dirigir “The Amorous Adventures of Moll Flanders” (1965) luego que la dupla de productores le negara un porcentaje de las ganancias del film. En cuanto a la confecciĆ³n del guion, el primer borrador desarrollado por Richard Maibaum, quien habĆ­a coescrito los guiones de las dos primeras pelĆ­culas de Bond, aun cuando arreglaba varias de las inconsistencias presentes en la novela original fue rechazado por Saltzman, quien contratĆ³ a Paul Dehn para que lo revisara. Cuando Sean Connery no aprobĆ³ el borrador de Dehn, Maibaum regresĆ³ para reescribir nuevamente el guion. Eventualmente serĆ­a la combinaciĆ³n de los distintos elementos aportados por ambos guionistas lo que sentarĆ­a las bases de las siguientes pelĆ­culas de Bond.

En “Goldfinger” tras destruir un laboratorio donde se fabricaban drogas ubicado en LatinoamĆ©rica, James Bond (Sean Connery) es contactado por el agente de la CIA Felix Leiter (Cec Linder) para que vigile a Auric Goldfinger (Gert Frƶbe), un empresario de quien se sospecha que estĆ” realizando importantes operaciones de contrabando de oro. Tras involucrase con Jill Masterson (Shirley Eaton), una empleada de Goldfinger que lo estaba ayudando a hacer trampa en un juego de cartas, Bond es golpeado por Oddjob (Harold Sakata), el sirviente mudo del criminal quien tambiĆ©n termina asesinando a la chica. Eventualmente Bond sigue al empresario hasta su planta de fundiciĆ³n en Suiza, donde descubre como Goldfinger ha estado contrabandeando el oro. Durante esa misma misiĆ³n, 007 tambiĆ©n se entera que el criminal estĆ” coludido con agentes chinos con quienes ha configurado un plan secreto que lleva por nombre OperaciĆ³n Grand Slam. Tras ser capturado por Goldfinger a quien le dice que el MI6 sabe de quĆ© se trata su operaciĆ³n secreta, Bond tendrĆ” que hacer lo posible para evitar que el criminal lleve a cabo su plan, el cual consiste en detonar una bomba atĆ³mica en la reserva federal norteamericana de Fort Knox para dejarla inutilizable por cerca de 60 aƱos, y asĆ­ causar un caos econĆ³mico en occidente que permita que el precio de su oro se eleve hasta las nubes.

Aun pese a presentar una subtrama que involucra un complejo e increĆ­ble robo, “Goldfinger” no es necesariamente una “cinta de atracos” sino que mĆ”s bien es la historia del duelo entre un sofisticado hĆ©roe y un supervillano. Auric Goldfinger, cuyo nombre se inspirĆ³ en un arquitecto a quien Fleming detestaba, es uno de los pocos adversarios de la Era Connery que se presenta como una amenaza creĆ­ble y verdadera para Bond. Interpretado por Gert Frƶbe, cuya voz tuvo que ser doblada por Michael Collins debido al escaso manejo del inglĆ©s que tenĆ­a el actor alemĆ”n, Goldfinger es tan despiadado como malvado y su inteligencia solo se equipara a su ambiciĆ³n desmedida. Aun cuando posee cantidades incalculables de dinero y oro, Ć©l desea mĆ”s y harĆ” todo lo posible por llevar a cabo sus objetivos y saciar su incontrolable avaricia. Fue tal el Ć©xito del personaje, que cuando Richard Maibaum estaba trabajando en los primeros borradores del guion de “Diamonds Are Forever” (1971), jugueteĆ³ con la idea de incluir a un supuesto hermano gemelo de Goldfinger con una marcada fascinaciĆ³n por los diamantes. Lo que convierte a Goldfinger en un villano aĆŗn mĆ”s temible es la presencia de su fiel sirviente Oddjob, quien tempranamente demuestra sus credenciales una vez que Bond derrota a Goldfinger en una partida de golf, destrozando la pelota con la que estaban jugando con sus propias manos para luego decapitar una estatua con su sombrero equipado con una navaja increĆ­blemente afilada. Eventualmente durante la invasiĆ³n a Fort Knox por parte de Goldfinger y sus secuaces, Oddjob nuevamente demuestra ser el brazo armado de su jefe cuando le da una paliza a un Bond apremiado por la inminente detonaciĆ³n de una bomba nuclear. 


Si algo llama la atenciĆ³n de “Goldfinger”, es lo estilizadas que resultan ser la gran mayorĆ­a de las escenas de acciĆ³n presentes en el film. Por ejemplo, durante su misiĆ³n en LatinoamĆ©rica, Bond se da cuenta del peligro que se cierne sobre su persona gracias a que ve el reflejo de un criminal en el ojo de su amante de turno. TambiĆ©n resulta interesante el intento de castraciĆ³n mediante el uso de un rayo lĆ”ser que sufre 007 a manos de Goldfinger, quien ademĆ”s en esa escena luego de que Bond le pregunta, “¿Usted espera que hable?, despacha la que quizĆ”s es la frase mĆ”s recordada del film, “No, seƱor Bond, yo espero usted que muera.” Igualmente atractiva resulta ser la escena en la que el Circo Volador de Pussy Galore (Honor Blackman) rocĆ­a el gas nervioso sobre Fort Knox, o las escenas que involucran al Aston Martin DB5 del espĆ­a britĆ”nico que estĆ” personalizado con distintos artefactos especiales, en especial aquella que se desarrolla al interior de la planta de fundiciĆ³n del villano ubicada en Suiza. Al mismo tiempo, “Goldfinger” recopila una serie de momentos que establecen los distintos matices de la personalidad del sofisticado y seductor espĆ­a. Desde la rapidez con la que seduce a Jill Masterson, pasando por la manera en cĆ³mo decide darle una lecciĆ³n al tramposo de Goldfinger durante la partida de golf que ambos disputan, hasta la forma como en medio de una cena que mantiene con el presidente del Banco de Inglaterra y M (Bernard Lee) hace gala de su conocimiento sobre licores, o el tono juguetĆ³n con el que se desenvuelve frente a Q (Desmond Llewelyn) mientras este Ćŗltimo le muestra los nuevos artefactos que ha diseƱado para Ć©l. Todo esto sirve para dibujar la personalidad definitiva de Bond, la cual en las dos cintas previas de la saga aĆŗn estaba en un periodo de prueba y descubrimiento.

En un nivel mĆ”s profundo, “Goldfinger” puede ser considerado como un film que habla sobre la opresiĆ³n femenina por el accionar de fuerzas patriarcales representadas por Goldfinger y Oddjob, quienes constantemente se encargan de asesinar a las mujeres que tienen contacto con Bond y que en cierta forma desafĆ­an su autoridad. Cuando Bond ignora las instrucciones de M para irse a la cama con Jill Masterson, esta termina siendo utilizada como ejemplo por Goldfinger quien la asesina cubriendo su cuerpo por completo con pintura dorada. Ya durante su estadĆ­a en Suiza, Bond se topa con la hermana de Jill, Tilly Masterson (Tania Mallet), quien desea vengar la muerte de su hermana con la ayuda de un rifle. Tras frustrar el intento de asesinato del villano llevado a cabo por Tilly, Bond enciende las alarmas del edificio donde se encuentra Goldfinger y sus secuaces lo que provoca la eventual muerte la chica a manos de Oddjob. El Ćŗnico personaje femenino que no cae en esta categorĆ­a es Pussy Galore, quien se presenta como una mujer fuerte e independiente que sabe manejar armas de fuego y es capaz de dominar fĆ­sicamente a un hombre, ademĆ”s de ser una experimentada piloto de aviones. Pussy es bĆ”sicamente una mujer que estĆ” intentando triunfar en un mundo dominado por los hombres, lo que explicarĆ­a porquĆ© todo su escuadrĆ³n de pilotos estĆ” conformado por mujeres y porquĆ© no permite que los hombres se le acerquen. El Ćŗnico aspecto de la personalidad Pussy que estĆ” cubierto por un halo de misterio es su inclinaciĆ³n sexual. Mientras que en la novela de Fleming ella es abiertamente lesbiana, en el film de Hamilton solo se sugiere su supuesto lesbianismo mediante la aversiĆ³n que ella expresa cada vez que se le acerca Bond o Goldfinger. Si bien se podrĆ­a argumentar que su actitud responde a su deseo de ser vista como una profesional competente y no como un simple objeto de deseo, la poca claridad con respecto a este tema ha dado paso a diversas controversias, especialmente porque en varias ocasiones se ha sugerido que la escena en la que Bond consuma la atracciĆ³n que siente por Pussy al interior de un granero, lo presenta como un hombre tan seductor e irresistible que incluso es capaz de convertir a una lesbiana en una mujer heterosexual. 


En “Goldfinger” Sean Connery nuevamente demuestra porque habitualmente es considerado como el actor que mejor ha encarnado al agente 007. A la seguridad en sĆ­ mismo que exuda en cada una de las escenas que participa, se le suma su capacidad para despachar frases ingeniosas y punzantes al mismo tiempo que mantiene su rostro inexpresivo, su magnetismo animal, y una dualidad latente que establece que bajo su sofisticaciĆ³n se esconde un hombre capaz de matar con total frialdad. Aun cuando Gert Frƶbe no es quien provee la voz de su personaje, es el gran responsable del impacto que provocĆ³ el villano que durante gran parte del film se enfrasca en un complejo juego de ajedrez con Bond, en el que ambos ven sus egos daƱados por la acciĆ³n del otro. La combinaciĆ³n de la intimidante expresiĆ³n corporal de Frƶbe y la voz siniestra de Michael Collins configuran a un villano espeluznante quien en la novela de Fleming era descrito como un tipo aĆŗn mĆ”s retorcido, que se caracterizaba por ser un sĆ”dico con tendencias homosexuales y fetichistas. De hecho, con el objetivo de evitarse problemas con los organismos de censura, Maibaum y Dehn optaron por limitarse a sugerir de manera sutil que Goldfinger es un hombre impotente que solo puede obtener placer a travĆ©s del oro, mientras que en la novela se describĆ­a como el villano mantenĆ­a relaciones sexuales con una Jill Masterson totalmente cubierta por pintura dorada. El resto del elenco, en especial Honor Blackman, hace un estupendo trabajo y contribuye de forma activa a aumentar el encanto del film.

TĆ©cnicamente hablando, “Goldfinger” presenta la impecable direcciĆ³n de fotografĆ­a de Ted Moore, la estupenda banda sonora del compositor John Barry la cual estĆ” coronada por la inolvidable canciĆ³n principal interpretada por Shirley Bassey, y el atractivo diseƱo de producciĆ³n de Ken Adam, cuya reconstrucciĆ³n de Fort Knox fue un completo producto de su imaginaciĆ³n ya que el equipo de filmaciĆ³n jamĆ”s tuvo acceso a la locaciĆ³n real. QuizĆ”s el Ćŗnico pecado a nivel tĆ©cnico de la pelĆ­cula es el uso de proyecciones para crear la ilusiĆ³n que determinados actores estaban desenvolviĆ©ndose en ciertas locaciones, como es el caso de Bond en el hotel de Miami al principio del film, efecto que con el paso de los aƱos se ha vuelto mĆ”s evidente atentando contra la fantasĆ­a que 007 es un espĆ­a que viaja por el mundo desbaratando los planes de diversos villanos cuya agenda es internacional. Al momento de su estreno “Goldfinger” serĆ­a bien recibida por el pĆŗblico y la crĆ­tica, al punto que en su momento fue incluida dentro del Libro de los RĆ©cords Guinness como la pelĆ­cula que habĆ­a obtenido la recaudaciĆ³n mĆ”s grande en la historia del cine. “Goldfinger” ademĆ”s de presentar un perfecto balance entre glamour, acciĆ³n, drama, comedia, sexualidad y suspenso, todo esto enmarcado en una historia interesante y entretenida de tintes fantĆ”sticos, ocupa una posiciĆ³n importante dentro de la saga ya que sirviĆ³ como modelo para los filmes subsecuentes de Bond, ya que fue la primera pelĆ­cula que exhibiĆ³ a un Bond dependiente de la tecnologĆ­a, la primera en presentar una secuencia antes de los crĆ©ditos iniciales que solo tiene un nexo tangencial con la historia principal, introdujo las didĆ”cticas apariciones de Q permitiendo que el espectador viera por adelantado los ingeniosos artefactos que 007 posteriormente utiliza en diversos momentos de la cinta, pavimentĆ³ el camino para la eventual apariciĆ³n de secuaces del villano principal de turno que son dueƱos de determinadas caracterĆ­sticas especiales, e iniciĆ³ la trĆ”gica tradiciĆ³n de asesinar al menos a una mujer ligada al espĆ­a por film.

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