Luego de finalizar su contrato de distribución con los Estudios Twentieth Century-Fox, los ejecutivos de la compañía cinematográfica británica Hammer Films firmaron un acuerdo comercial con la compañía Warner Bros-Seven Arts, el cual se inauguraría con el estreno del film “Dracula Has Risen From the Grave” (1968). La película cuyo titulo original era “Dracula´s Revenge”  y cuyo guion estuvo a cargo de Anthony Hinds, inicialmente iba a contar con Terence Fisher como director. Sin embargo, poco antes de comenzar las filmaciones Fisher se vio involucrado en un grave accidente automovilístico en el cual se fracturó una pierna, lo que obligó a James Carreras, quien en ese entonces era el presidente de la Hammer, a buscar a otro director que quisiera hacerse cargo del proyecto. El elegido sería Freddie Francis, quien ya había trabajado en otras producciones de la Hammer y que recientemente había terminado de rodar la cinta de terror “Torture Garden” (1967) para la productora británica Amicus Productions. Lamentablemente para Francis, a su llegada se encontraría con un problema que tenía relación con la participación de Christopher Lee en la producción, quien no había logrado llegar a acuerdo con los ejecutivos de la Hammer. A principios de 1968, el actor le escribió lo siguiente a los miembros de su club de fanáticos: “Durante las últimas semanas, ha habido una gran cantidad de discusiones algo ásperas e histéricas entre yo, mi agente, James Carreras, Tony Hinds, la productora Aida Young y el director Freddie Francis, con respecto a la próxima ´Dracula´, programada para comenzar el próximo 22 de Abril. Si solo tuviera las cintas de audio de algunas de las conversaciones en cuestión, sería una escucha hilarante. En resumen, se han comprometido a realizar el film, pero parece que han creído que no necesitan pagarme mi actual precio de mercado…” Eventualmente Lee llegaría a un acuerdo con Carreras y se sumaría al proceso de rodaje de la cinta en Abril de 1968.  

La historia de “Dracula Has Risen From the Grave” comienza en la pequeña aldea de Karlsbad a más de un año de la muerte del Conde Drácula (Christopher Lee), quien fue vencido por un sacerdote que confinó su cuerpo al interior de una impenetrable tumba de hielo. A dicho lugar llega el Monseñor Ernest Muller (Rupert Davis) quien no puede evitar sentirse sorprendido cuando se percata que los aldeanos ya no asisten a misa, ya que muchos han perdido su fe y piensan que la Iglesia se encuentra maldita por la sombra del castillo del cruel vampiro. Con el objetivo de desterrar por completo el temor de los corazones de los aldeanos, Muller en compañía del sacerdote local (Ewan Hooper), se dirigen hacia el castillo de Drácula para realizar un exorcismo que acabe para siempre con el influjo maligno del vampiro en la región. Sin embargo, tras bloquear las puertas del castillo con una gigantesca cruz consagrada, el sacerdote que acompaña a Muller sufre una caída que le provoca una herida en la cabeza, de la cual brota un hilo de sangre que una vez que llega a los labios del vampiro, terminara resucitándolo y liberándolo de su prisión de hielo. Una vez que Drácula se entera de lo que ha hecho el Monseñor Muller, decide emprender una cruzada de venganza en su contra cuyo objetivo principal será poseer a María (Veronica Carlson), la hermosa sobrina del temerario representante de la Iglesia Católica.

Tras la primera media hora de metraje que básicamente repasa la serie de sucesos que provocan la resurrección accidental de Drácula y su posterior indignación al percatarse que una cruz consagrada le impide la entrada a su castillo, “Dracula Has Risen From the Grave” pareciera prestar especial atención a la relación que se establece entre María, su prometido Paul (Barry Andrews) quien se desempeña como panadero en la taberna local, Drácula, y una sensual camarera llamada Zena (Barbara Ewing). Según lo que el propio Freddie Francis le comentaría al escritor John Brosnan en el libro “The Horror People”, “Debo decir que la abordé (Dracula Has Risen From the Grave) más como una historia de amor que como un film de horror. Estaba más interesado en la relación amorosa entre el chico y la chica que en Drácula, él solo era una mosca en la sopa. Desafortunadamente mucho de eso fue removido por la Hammer y nunca tuve la oportunidad de volver a insertarlo.” La verdad es que el Monseñor Muller, quien vive junto su cuñada Anna (Marion Mathie) y su sobrina María, desaprueba la relación que la muchacha mantiene con Paul por la sencilla razón que el joven se ha declarado abiertamente ateo, lo que poco le importa a la madre de María quien solo desea ver a su hija felizmente casada. En la relación de la pareja de jóvenes no solo interviene Muller y eventualmente Drácula, sino que además se inmiscuye Zena quien no puede evitar sentirse atraída por Paul, a quien intenta seducir sin mayor éxito luego que él se emborracha junto a un grupo de amigos.


Si algo caracteriza a la historia de “Dracula Has Risen From the Grave” es su conexión con la religión católica tanto a nivel simbólico como temático. Por un lado resultan interesantes los paralelos que se trazan entre Drácula y Jesús, ya que el vampiro al igual que el Hijo de Dios cuenta con seguidores que obedecen sus designios (entre ellos un sacerdote), resucita de entre los muertos, y en un determinado momento del film está a punto de morir crucificado. Pero sin duda la conexión más evidente con la religión católica que presenta la película, y que en gran medida intenta reconfigurar parte de la mitología del vampirismo, es la controversial escena en la que Drácula tras ser atacado con una estaca por Paul, se levanta como si nada hubiese pasado de su ataúd para ir en busca del joven. Como bien explica el Monseñor Muller más tarde, para vencer a Drácula no basta con clavarle una estaca en el corazón, sino que además se debe tener la fe suficiente como para realizar una oración que bendiga el violento acto. Con respecto a esto, Christopher Lee no dudaría en comentar que “estuvo mal que Drácula pudiera removerse la estaca. Todo el mundo sabe que una estaca en el corazón significa el fin de un vampiro. Me opuse en su momento pero no me tomaron en cuenta. Fue una secuencia extremadamente horrible. La sangre salía a chorros. Entonces, filmamos eso, conmigo acostado en el ataúd, retorciéndome y siseando ferozmente, y mientras tiraba esta enorme estaca, estaba cada vez más húmedo y más helado a medida que la sangre falsa brotaba de la ´herida´ que tenía en mi pecho.”

En otros aspectos “Dracula Has Risen From the Grave” no se aleja demasiado de lo exhibido en otras producciones de corte similar. Por ejemplo, la vampirización es considerada como una metáfora del acto sexual y del paso de la adolescencia a la adultez, idea que queda explicitada en la escena en la cual Drácula visita la habitación de la virginal María, quien de manera sutil responde a los avances del vampiro para luego entregarse a sus deseos carnales. Por otro lado, una de las técnicas que utiliza el director establecer que el poder que posee Drácula lo convierte en una amenaza de carácter omnipresente, es mantener al resto de los personajes hablando de él con marcado temor mientras expresan que nadie puede escapar de su influjo, pavimentado de esta forma el camino hasta su tardía aparición en la vida de los protagonistas. Es tanto lo que se demora el vampiro en aparecer en escena que es María, no Drácula, quien demuestra sus habilidades acrobáticas mientras se traslada por los techos de los edificios de la ciudad con el fin de visitar a escondidas a Paul con quien solo se limita a conversar. Mientras tanto, Drácula intenta utilizar a Zena para ayudarlo a poseer a María, a quien eventualmente secuestra con el objetivo que lo ayude a reingresar a su castillo que es el lugar donde se desarrolla la confrontación final entre Drácula, el sacerdote de Karlsbad y Paul.


Pese a sus aprehensiones iniciales con respecto a interpretar nuevamente a Drácula, Christopher Lee realiza un gran trabajo encarnando al mítico vampiro al cual retrata como alguien aterrorizador y carente de emociones que domina cada una de las escenas en las cuales participa. Veronica Carlson por su parte, le da vida a una damisela en desgracia que es hermosa, inocente y encantadora, por lo que resulta comprensible que le sea atractiva tanto a Drácula como a Paul. Si bien el resto del elenco también realiza un estupendo trabajo interpretando sus respectivos papeles, quizás los personajes que resultan más interesantes son Paul y el sacerdote interpretado por Ewan Hooper, quien durante el estreno del film se horrorizó al percatarse que su voz había sido totalmente doblada. Esto responde a que básicamente ellos son quienes ven mayormente afectadas sus convicciones y sus creencias a lo largo de la horrenda experiencia que les toca vivir, donde adquiere una especial importancia lo desencantados que están con la religión católica. Por otro lado, resulta destacable la efectiva banda sonora del compositor James Bernard, el atractivo diseño de producción de Bernard Robinson, y la magnífica dirección de fotografía de Arthur Grant quien con el objetivo de recalcar la naturaleza sobrenatural de Drácula, aplicó filtros de colores ámbar, carmesí y amarillo en los bordes de cada una de las escenas en las que participa el vampiro.  

La campaña publicitaria de “Dracula Has Risen From the Grave” en los Estados Unidos tuvo un tono juguetón; la imagen en el afiche publicitario no era la del famoso vampiro, sino que aparecía una de sus víctimas portando un generoso escote, con dos tiritas rosadas en el cuello, todo esto acompañado por el eslogan “Drácula ha Resucitado de la Tumba (Obviamente)”. Esto sumado a que la cinta en Norteamérica fue clasificada para todo espectador, dio como resultado que la película se convirtiera en el mayor éxito comercial de la Hammer. Pese a que Christopher Lee se encargó de expresar en varias ocasiones que el film era una basura, y que varios críticos señalaron que era un buen ejemplo de aquellas producciones en que las que el estilo tiene más importancia que el fondo, la verdad es que independiente de sus falencias “Dracula Has Risen From the Grave” goza de méritos suficientes como para ser considerada como una de las buenas películas de la Hammer. Más allá del hecho que probablemente la cinta posee el mejor apartado visual de toda la serie de películas de horror gótico realizada por la Casa del Martillo, bajo la dirección de Freddie Francis la clásica historia de venganza protagonizada por Drácula adquiere una mayor profundidad cuando se entrelaza con la trama romántica de los protagonistas y con el trasfondo religioso del relato, lo que en conjunto se presenta como un humilde intento de renovar una fórmula ganadora pero extremadamente conocida.

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