“Vertigo” (1958) hoy
en día es considerada por muchos como la obra maestra del director británico
Alfred Hitchcock, aunque al momento de su estreno no tuvo una gran aceptación
por parte de la crítica. El guion del film es una adaptación de la novela “De
entre los muertos” de los escritores Pierre Boileau y Thomas Narcejac, quienes
también son los responsables de “Celle
qui n'était plus”, obra que Hitchcock había intentado adaptar algunos años
antes, pero que finalmente se convirtió en la cinta “Les Diaboliques” (1955)
del director Henri-Georges Clouzot. En la adaptación de la novela de los
franceses hubo tres guionistas involucrados. Originalmente Hitchcock había
contratado a Maxwell Anderson para desarrollar el guion, el cual tituló “Darkling,
I Listen”, pero este terminó siendo rechazado por el director. Una segunda
versión del guion fue escrita por Alec Coppel, la cual corrió la misma suerte
que la adaptación escrita por Anderson. El guion definitivo fue elaborado por
Samuel A. Taylor, quien fue contratado por Hitchcock por su conocimiento de la
ciudad de San Francisco, y se basó en una serie de notas escritas por el
director. Entre los aportes realizados por Taylor, se encuentra la creación de
Migde Wood, la amiga y ex pareja del protagonista. Cuando Taylor intentó
acreditarse en solitario la creación del guion, Coppel protestó ante el Sindicato
de Guionistas de los Estados Unidos, entidad que determinó que ambos escritores
habían sido responsables del guion, dejando a Anderson fuera de la ecuación.
En aquel entonces, la actriz Vera Miles se
encontraba bajo contrato con Alfred Hitchcock por lo que además de haber participado
en la serie de televisión del director y en la cinta “The Wrong Man” (1956), estaba
llamada a protagonizar “Vertigo”. De hecho, Miles incluso modeló una versión
temprana de la pintura que funciona como uno de los elementos clave de la
trama. Sin embargo, a una serie de retrasos entre los que se encontraba la
afección a la vesícula biliar que sufrió Hitchcock en aquella época, se sumó el
embarazo de la actriz quien tuvo que abandonar el papel. Como el director se
negó a posponer el rodaje del film, rápidamente contrató a Kim Novak para
interpretar al rol protagónico femenino, quien antes de participar en la
producción tuvo que cumplir con algunos compromisos que había adquirido con
anterioridad, además de hacer efectivas las vacaciones que los Estudios
Columbia Pictures, compañía con la cual estaba bajo contrato, le había
prometido. Irónicamente, cuando Novak al fin estuvo disponible, Miles ya había
dado a luz y estaba dispuesta a participar en el film. Hitchcock de todas
formas decidió continuar con Novak, cuya participación en “Vertigo” fue
condicionada por el presidente de la Columbia Pictures, Harry Cohn, quien
deseaba que James Stewart accediera a participar junto a la actriz en la cinta “Bell,
Book and Candle” (1958). Si bien desde un principio Hitchcock visualizó a
Stewart como el protagonista de su proyecto, una vez que fue estrenada la
película el cineasta declaró que quizás fue un error incluir al actor de 49
años, ya que podía ser considerado demasiado viejo para el rol.
Durante una
persecución por las azoteas de San Francisco, el inspector de policía John “Scottie”
Ferguson (James Stewart) queda
colgando de la cornisa de un edificio. Lamentablemente a causa de la acrofobia
que padece, no logra rescatar al policía que lo acompañaba, el cual termina
cayendo al vacío. Este hecho lo obliga a retirarse prematuramente del servicio.
Cierto día recibe un llamado de Gavin Elster (Tom Helmore), un viejo compañero de
estudios que está casado con una acaudalada heredera llamada Madeleine (Kim Novak), la cual según él se
encuentra en alguna especie de peligro por lo que le pide a Ferguson que la
siga unos días. Tras aceptar de mala gana, Ferguson ve como a diario Madeleine
compra un ramo de flores que luego deja en la tumba de una mujer llamada
Carlotta Valdes, para posteriormente dirigirse al museo de la Legión de Honor
donde contempla por horas un cuadro titulado “El Retrato de Carlotta”. Finalmente
la mujer ingresa al hotel McKittrick, aunque durante todo su trayecto actúa
como si no tuviese control de sus actos. Eventualmente Ferguson se entera que
Carlotta Valdes era la bisabuela de Madeleine, quien se suicidó tras ser
abandonada por el padre de su hijo, y que Elster teme que su esposa esté siendo
poseída por el espíritu de su antepasada. Luego de rescatarla de un intento de
suicidio, Scottie y Madeleine comienzan un tórrido romance que tendrá
insospechadas consecuencias.
El cambio más
importante que presenta la adaptación con respecto a la novela original tiene
relación con la dualidad representada por Madeleine Elster y Judy Barton (Kim
Novak), y el momento en el cual es revelada la verdadera naturaleza de su
relación. Durante las entrevistas que Hitchcock le concedió al director
François Truffaut en 1962, el británico revelaría los motivos que tuvo para cambiar
el orden de los acontecimientos del relato original: “Como tú sabes, la
historia está dividida en dos partes. La primera parte llega hasta la muerte de
Madeleine, cuando ella cae del campanario, y la segunda parte comienza cuando
el héroe conoce a Judy, una morena que es igual a Madeleine. En el libro es
durante el comienzo de la segunda parte que el héroe conoce a Judy e intenta
que ella se vea como Madeleine, y es solo al final que tanto él como el lector
descubren que Madeleine y Judy son la misma mujer. Ese es el sorpresivo giro
final. En el guion nosotros utilizamos un enfoque diferente. En el comienzo de
la segunda parte, cuando Stewart conoce a la morena, la verdad sobre la
identidad de Judy es revelada, pero solo al espectador. Aunque Stewart no lo
sabe, los espectadores ya saben que Judy no es solo una muchacha que se parece
a Madeleine, ¡sino que es Madeleine! Todos a mí alrededor estaban en contra de
este cambio; ellos sentían que la revelación debía reservarse para el final de
la película, pero yo me puse en el lugar de un niño cuya madre le está contando
una historia. Cuando ella realiza una pausa durante su narración, el niño
siempre dice, ´¿Qué pasa después, mamá?’ Bueno, yo sentía que la segunda parte
de la novela estaba escrita como si nada pasara después, mientras que con mi
fórmula, el pequeño niño, sabiendo que Madeleine y Judy son la misma persona preguntaría,
´Y Stewart no lo sabe, ¿cierto? ¿Qué va a hacer cuando lo averigüe?´ En otras
palabras, regresamos a nuestras alternativas habituales: ¿Queremos suspenso o
sorpresa? Seguimos el libro hasta cierto punto. Al principio Stewart cree que
Judy puede ser Madeleine: luego se resigna al hecho que no es ella, con la
condición que Judy acepte parecerse a Madeleine en todo sentido. Pero ahora le
revelamos a la audiencia la verdad acerca del engaño, así que el suspenso ronda
en torno a la forma en como Stewart va a reaccionar cuando descubra que Judy y
Madeleine son la misma persona. Esa es la principal línea de pensamiento. Pero
existe un punto de interés adicional en el guion. Recordarás que Judy se
resiste a la idea de ser convertida en Madeleine. En el libro ella simplemente
se mostraba reacia a cambiar su apariencia, sin ninguna justificación para su
actitud. Mientras que en la película, la razón de la muchacha para negarse a
los cambios es que de aceptarlos ella eventualmente sería desenmascarada.”
En más de una
oportunidad se ha señalado que “Vertigo” es una cinta de Cine Negro cuyo giro dramático
más importante tiene relación con su protagonista, un hombre cuya vida se ve
arruinada por un evento traumático, provocando su caída de la masculinidad
hegemónica. Será solo a través de la investigación del caso de Madeleine
Elster, que Scottie superará sus miedos y recuperará la masculinidad perdida. De
hecho, tras su accidente es el mismo Scottie quien decide retirarse del cuerpo
de policía al ver que el resto de su carrera lo va a pasar confinado a un
escritorio, actividad que a sus ojos resulta completamente emasculante. Durante
el transcurso del film, Hitchcock se encarga de retratar los problemas, las
obsesiones, y las frustraciones del protagonista mediante el uso de una serie
de sutiles simbolismos, como aquellos que tienen relación con la impotencia
sexual de Scottie, problema que es descrito de forma explícita en la novela de Boileau y Narcejac. Por ejemplo, en una
escena en la que el protagonista está en el departamento de su amiga Midge
(Barbara Bel Geddes), ella no solo le recuerda que su corto noviazgo terminó
debido a que jamás pasó nada entre ellos, sino que además de manera simultánea
se ve como Scottie manipula torpemente un bastón al cual no sabe que uso darle.
Hitchcock también utiliza la Torre Coit como un símbolo fálico que irónicamente
es visible desde el hogar del protagonista, por lo que funciona como una cruel
burla a su condición.
Otro de los temas que cruza el relato, es la
supuesta atracción por la necrofilia que experimenta el protagonista, quien
parece ser incapaz de establecer relaciones con personas de carne y hueso. Por
ejemplo, cuando Scottie eventualmente se acuesta con Madeleine, él está
convencido que ella es una reencarnación de su bisabuela Carlotta, por lo que
en su mente el acto ha sido procesado como si hubiese tenido sexo con una mujer
fallecida. Este mismo patrón se repite durante la segunda mitad de la película,
cuando él intenta convertir a Judy en Madeleine. Ya para ese punto de la
historia, Scottie ha dejado de ser un hombre tradicional y racional, y se ha
entregado por completo a sus obsesiones y emociones. No son pocos los
especialistas que ha señalado a “Vertigo” como la obra más personal de
Hitchcock, básicamente porque han identificado al protagonista como un alter
ego del director. La teoría que se postula es que la evolución del protagonista
explicaría la relación del cineasta con la actriz Grace Kelly, con la que
Hitchcock quedó embelesado tras trabajar con ella en un par de producciones.
Cuando Kelly eventualmente contrajo matrimonio con el Príncipe Rainiero y dejó
la actuación, Hitchcock quedó destrozado. Por lo tanto, resulta comprensible
que Scottie sea un hombre desgraciado, desesperado y obsesionado con una mujer
que pese a sus esfuerzos termina siendo inalcanzable para él, que es
precisamente lo que Hitchcock sentía por Kelly.
Tanto Novak como Stewart realizan un estupendo
trabajo en este film. Stewart retrata de manera perfecta la personalidad
fragmentada de Scottie, quien por momentos se comporta como un verdadero
maníaco, en especial en aquellas escenas donde su personaje intenta que Judy se
convierta en Madeleine. Es precisamente en esas escenas que Novak logra
transmitir con mayor efectividad el dolor que experimenta su personaje al ver
como el hombre que ama la fuerza a convertirse en otra persona. Mucho se ha
escrito acerca de la personalidad tortuosa de Scottie, pero el caso de Judy resulta
ser igualmente impresionante ya que se trata de una mujer que acepta convertirse
en la fantasía de otra persona no solo en una, sino que en dos oportunidades.
En cuanto al aspecto técnico del film, a la maravillosa banda sonora del
compositor Bernard Herrmann, se suma la hermosa dirección de fotografía de
Robert Burke, la impecable dirección artística de Hal Pereira y Henry Burnstead
quienes recibirían una nominación al Oscar por su trabajo en esta cinta, la
atractiva secuencia de créditos diseñada por Saul Bass, y los impresionantes efectos
de cámara que utilizaría Hitchcock con el fin de retratar el miedo del
protagonista a las alturas. “El caballero parece saber lo que quiere,” señala
una vendedora en el último acto de “Vertigo” mientras observa como el personaje
de James Stewart compra una serie de atuendos con los que busca convertir a
Judy en Madeleine. Perversa, poética, inmersa en una desolación emocional y en una
obsesión destructiva, “Vertigo” es una cinta que ofrece una dolorosa mirada al
deseo y la traición dentro del marco de una historia policial, la cual sirve
para exponer el hecho que Alfred Hitchcock en verdad fue un artista experimental
y provocador que se las arregló para trabajar en el cine comercial con gran
éxito.
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