En “The Thin Man” (1934), un detective retirado llamado Nick Charles (William Powell) y su millonaria esposa Nora (Myrna Loy), están intentando establecerse cuando él es arrastrado de regreso a su trabajo, debido a la desaparición de su amigo Clyde Wynant (Edward Ellis) y su posible vínculo con el asesinato de su amante. Será tras la insistencia de la hija de Wynant, Dorothy (Maureen O`Sullivan), que Nick y Nora se lanzarán a la tarea de descubrir al verdadero culpable antes de que se sigan apilando cadáveres.

El director W. S. Van Dyke siempre fue un gran aficionado a las historias de misterio, por lo que cuando se enteró que los Estudios MGM habían comprado los derechos de la novela “The Thin Man” del escritor Dashiell Hammett por la suma de 14.000 dólares, inmediatamente pidió que le asignaran la dirección de su adaptación. Pese a haber adquirido los derechos del libro, el Estudio no consideraba que estos fuesen de gran valor, principalmente porque para ese entonces los espectadores estaban hartos de las historias de detectives. Sin embargo, debido a que Van Dyke era conocido por filmar sus películas de manera rápida y económica, los ejecutivos del estudio permitieron que siguiera adelante con el proyecto. Para el rol de Nick Charles, el director inmediatamente pensó en William Powell, quien había sido contratado recientemente por la MGM luego de alcanzar cierta fama trabajando para otros estudios. Dicha elección generaría un cierto grado de preocupación entre los ejecutivos, quienes temían que el público no pudiera evitar relacionar a Powell con uno de sus personajes más conocidos, el detective Philo Vance, el cual protagonizó una serie de filmes que los Estudios Paramount lanzaron entre 1929 y 1933. Pese a esto, Van Dyke contrató al actor de todas formas, ya que estaba convencido que era perfecto para el papel.

El Estudio tampoco aprobaría la elección del director para interpretar a Nora. Hasta ese entonces, Myrna Loy solo había encarnado roles secundarios en más de ochenta películas sin mayor éxito. Tan pronto como se enteró de la realización del film, Loy se mostró interesada en trabajar en una comedia, lo que no concordaba con los planes de la cabeza del Estudio, Louis B. Mayer, quien quería que la estrella del cine mudo Laura La Plante protagonizara “The Thin Man”. Van Dyke recientemente había trabajado con Loy y Powell en “Manhattan Melodrama” (1934), por lo que sabía que existía una química especial entre la dupla de actores que podía ser explotada. Nuevamente gracias a su reputación, el director logró que aprobaran la contratación de Loy, tras lo cual recurrió a Frances Goodrich y Albert Hackett para que desarrollaran el guion del film. Van Dyke no solo le pediría a la dupla de guionistas que ignoraran el misterio planteado en la novela de Hammett para centrarse en la relación entre Nick y Nora, sino que además les solicitó que construyeran la historia en torno al talento de la pareja protagónica, lo que queda reflejado en la estructura narrativa de la película.


Según Samuel Marx, quien oficiaba como jefe del departamento de historia de la MGM en aquel periodo, había dos elementos del guion que les preocupaban a los productores: que la trama de asesinato fuese tratada de manera frívola y en tono de comedia, y que la pareja protagónica fuese un matrimonio sofisticado que parecía estar constantemente bajo los efectos del alcohol. Para Van Dyke, el tratamiento que le dio al guion respondía a un intento de revitalizar las historias de detectives, tarea en la cual tuvo bastante éxito. Mientras que por un lado la pareja de actores exhibió una química tan palpable que muchos espectadores pensaron que estaban casados en la vida real, el retrato de su particular dinámica matrimonial sirvió para cambiar el paradigma del matrimonio que existía en Hollywood en aquel entonces, ya que en la gran mayoría de las películas de la época el vínculo conyugal era el foco de problemas domésticos o el objetivo final de una historia romántica. En cuanto a la afición por el alcohol de los protagonistas, esta fue incluida en el guion con el fin de celebrar el término de la Prohibición, y con el objetivo de generar gran parte de las situaciones cómicas presentes en la película.

Respondiendo a los deseos de Van Dyke, la investigación del asesinato que sirve como motor de la trama ocupa un lugar secundario en la misma. Y es que Nick y Nora no realizan un gran esfuerzo por resolver el misterio, sino que dedican gran parte de su tiempo a disfrutar de las comodidades de su hogar siempre con una copa de alcohol en la mano. De hecho, una de las pocas escenas en las que Nick realiza una actividad propia de un detective, es aquella en la que junto a su perro Asta visitan el laboratorio de su amigo desaparecido en búsqueda de pistas de su paradero. Cabe mencionar que los protagonistas incluyen a su mascota en gran parte de sus actividades, por lo que el expresivo terrier termina siendo un personaje tanto o más importante que otros que participan en la historia. Aun cuando la trama de misterio no ocupa un lugar central en el film, de todas formas este presenta una galería de posibles culpables, todos poseedores de personalidades bastante coloridas, que esconden diversos motivos para haber cometido el asesinato de la amante de Clyde Wynant, el cual solo será el primero de una serie de crímenes. Como si se tratara de una novela de Agatha Christie, la solución del misterio se revela durante una cena organizada por los protagonistas en la cual están reunidos todos los sospechosos, y la cual está marcada por un evidente tono cómico.


Aun cuando al dupla protagónica realiza un estupendo trabajo interpretativo, mostrándose como una pareja que siempre tiene un comentario inteligente en la punta de la lengua, al mismo tiempo que no temen demostrar que disfrutan cada minuto de sus vidas, es Powell quien domina por completo el relato gracias a su voz profunda, su encanto natural, su habilidad como actor cómico, y sus movimientos sutilmente inestables que en cierta medida reflejan el constante estado etílico de Nick, lo que le valió que fuera nominado a un Oscar por su participación en este film. En cuanto al aspecto técnico de la producción, James Wong Howe realiza un correcto trabajo de fotografía, mientras que la banda sonora William Axt resulta ser bastante discreta y olvidable. Afortunadamente para Van Dyke y la dupla de guionistas, quienes también recibieron una nominación al Oscar por su labor, la cinta fue una de las últimas en ser estrenada antes de la imposición del Código Hays, cuya aplicación hubiese censurado gran parte del guion, obligando a los responsables a replantear por completo la historia.

“The Thin Man” obtuvo un buen recibimiento por parte del público y la crítica al momento de su estreno, lo que no solo catapultó las carreras de Powell y Loy, sino que además generó que se filmaran cinco secuelas del film entre 1936 y 1947, las cuales gozaron del mismo éxito que la cinta original. La película de Van Dyke evidentemente no es acerca de una serie de asesinatos y su solución, sino que busca retratar el estilo personal de una pareja que vive la vida como si se tratara de una obra de arte. Para un público que estaba viviendo las consecuencias de la Gran Depresión, “The Thin Man” se convirtió en un verdadero instrumento de escapismo, ya que presentaba a gente atractiva acostumbrada a moverse en escenarios de gran riqueza, la cual ocupa su tiempo hablando cosas sin mayor importancia sin preocuparse del resto del mundo, y que incluso ve la resolución de un asesinato como un fuente de mera diversión.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

| Designed by Colorlib