Jacques Tati: El Rey de la comedia francesa.

Jacques Tati, cuyo verdadero nombre era Jacques Tatischeff, nació el 9 de Octubre de 1907 en Le Pecq, Francia. Debido a que provenía de una familia de aristócratas rusos, Jacques gozó de una vida llena de privilegios y tuvo acceso a una buena educación en su país de origen. Durante su adolescencia demostró un gran interés por el deporte, lo que lo llevó a inscribirse en numerosos clubes deportivos con el fin de probar suerte en disciplinas como el tenis, la equitación y el boxeo. En 1928, tras completar el Servicio Militar, Tati se unió al equipo de rugby semi-profesional Racing Club de France. Fue en los camerinos del club donde Tati comenzaría a dar rienda suelta a su veta artística, burlándose de los movimientos y las reglas de los deportes que practicaba, lo que provocó que sus compañeros intentaran convencerlo de llevar su peculiar acto a un escenario. Fue así como decidió dejar el rugby y su pasantía en la prestigiosa empresa de marcos de pinturas Cadres Van Hoof, para desarrollar una rutina de pantomima que titularía “Impressions Sportives”, la cual presentaría entre los años 1931 y 1934 en el marco de un show para artistas aficionados organizado por el antropólogo e historiador Alfred Sauvy. De forma paralela a sus presentaciones en diversos teatros y auditorios de la ciudad de Paris a principios de la década del treinta, Tati participó en los cortometrajes “Oscar, champion de tennis” (1932), “On demande une brute” (1934), “Gai dimanche” (1935), y “Soigne ton gauche” (1936).

Debido al estallido de la Segunda Guerra Mundial, en Septiembre de 1939 Tati fue convocado de regreso al ejército, participando en la Batalla de Sedán en Mayo de 1940. A su regreso del conflicto bélico, Tati comenzó a perseguir una carrera como actor, lo que lo llevó a trabajar como artista de cabaret antes de participar con roles menores en dos filmes del director Claude Autant-Lara; “Sylvie et le Fantôme” (1945) y “Le Diable au corps” (1946). Sería durante este periodo que Tati conocería a la joven bailarina austriaca Herta Schiel, con quien tendría una hija llamada Helga Marie-Jeanne Schiel. Debido a la presión ejercida por su hermana Nathalie, Tati se rehusó a reconocer a la niña y se separó de Schiel, lo que provocó que sus compañeros de trabajo lo exiliaran de París por un tiempo. Su vida sentimental mejoraría cuando en el año 1944, tras un breve noviazgo contrajo matrimonio con Micheline Winter, con quien tendría dos hijos, Sophie Catherine y Pierre-François Tatischeff. Ambos terminarían trabajando en la industria cinematográfica francesa durante la década del setenta, siguiendo los pasos de su padre. Algunos años más tarde, luego de fundar junto a Fred Orain la productora Cady-Films, Tati escribió, dirigió y protagonizó el cortometraje cómico “L´Ecole des facteurs” (1947), el cual pretendía funcionar como homenaje a las cintas mudas realizadas en Norteamérica durante la década del veinte, en especial aquellas protagonizadas por Charlie Chaplin y Buster Keaton. Impulsado por el éxito del cortometraje, el cual fue merecedor del premio Max Linder al mejor film cómico de 1947, Tati reutilizaría al protagonista de “L´Ecole des facteurs”, François el cartero, para desarrollar el guion de lo que se convertiría en su primer largometraje, “Jour de fête” (1949).

“Jour de fête” relata la historia de un inepto cartero rural que interrumpe sus actividades laborales para asistir a una feria ambulante que se ha instalado en el pueblo. Influenciado por la ingesta generosa de vino y por un documental acerca de la rapidez del Servicio Postal Norteamericano, François hace todo lo posible por disminuir sus tiempos de entrega a bordo de su bicicleta. Debido a la desconfianza que le provocaba el film a los distribuidores francés, “Jour de fête” fue inicialmente estrenado en Londres antes de obtener un contrato de distribución en Francia, donde se convirtió en todo un éxito comercial, recibiendo incluso el Gran Premio del Cine Francés. Curiosamente, la cinta estaba pensada para ser el primer largometraje francés en ser filmado a color, pero lamentablemente el sistema procesador de color (Thompson Color) utilizado resultó ser ineficiente (recién en el año 1995 y tras un exhaustivo trabajo de restauración pudo ser estrenada la versión a color). Afortunadamente, Tati también había rodado una versión en blanco y negro, que fue la que finalmente terminó siendo distribuida a nivel mundial. La película que recibiría el premio al mejor guion original en el Festival de Venecia, a diferencia de los trabajos posteriores del director, presentaba varias escenas con diálogos y además retrataba de manera afectuosa y divertida la vida de la Francia rural. 

“Jour de fête” (1949)

Durante su carrera, Jacques Tati se encargaría de demostrar su resistencia a seguir los convencionalismos de la industria cinematográfica, rehusándose de manera casi religiosa a contratar actores profesionales. Él prefería entrenar a aspirantes a actores, al igual que el también director Robert Bresson, con quien compartía una filosofía artística similar. En “Jour de fête”, Tati desarrollaría un estilo cinematográfico que adoptaría hasta el final de su carrera, y que iría refinando durante el transcurso de la misma. Básicamente, los filmes del director son comedias físicas donde la trama está en segundo plano, en un estilo muy similar al exhibido en las comedias mudas estrenadas durante la década del veinte. Al mismo tiempo, en gran parte de su obra existen múltiples comparaciones entre el mundo de los adultos y el mundo infantil, se deslizan críticas bien intencionadas a la burguesía, y se suele graficar el implacable avance de la tecnología. Otra de las características del trabajo de Tati, es su inclinación por la utilización de piezas musicales y determinados sonidos ambientales como los verdaderos diálogos de sus historias, en las que los personajes que participan en las mismas rara vez intercambian palabras.   

La segunda película de Tati, “Les Vacances de Monsieur Hulot”, fue estrenada en 1953 y sirvió de introducción para el personaje de Monsieur Hulot, una suerte de alter ego del director que protagonizó cuatro de sus seis largometrajes. El film seguía las aventuras de Hulot en un balneario durante las vacaciones de Agosto, escenario que el director aprovechaba para satirizar diversos elementos de las clases sociales y políticas de Francia. Varios años antes, Tati se había enamorado de la costa francesa durante su estadía en Port Charlotte en compañía de un matrimonio amigo, por lo que prometió que algún día realizaría una película en aquellos parajes. “Les Vacances de Monsieur Hulot” sería alabada por la crítica y le valdría una nominación al Oscar al mejor guion original, que Tati compartió con Henri Marquet. En relación a esta película, André Bazin, fundador de la influyente revista Cahiers du cinema, en 1957 escribió un ensayo titulado “Quince Años de Cine Francés” en el cual exponía lo siguiente: “Tati fácilmente podría haber hecho mucho dinero realizando secuelas que presentaran a su personaje cómico del pequeño cartero rural. Él prefirió esperar cuatro años, y, después de reflexionar bastante, revisó por completo su fórmula. El resultado en esta ocasión fue una extraordinaria obra maestra de la que uno podría decir, creo, que es la innovación más radical en el cine cómico desde los Hermanos Marx: me refiero desde luego, a Les Vacances de M. Hulot.”

Monsieur Hulot es un personaje inofensivo, silencioso, noble y bastante común, que de manera inconsciente suele detonar una serie de desastres a su paso, tras lo cual usualmente sale caminando como si nada, pese a estar plenamente consciente del caos que ha generado. Su indiscutible torpeza dista bastante de la personalidad del director, quien era conocido por ser un genio creativo con una tendencia obsesiva por el perfeccionismo. Pese a su supuesta rebeldía a la hora de seleccionar el elenco de sus cintas, Tati planeaba y ensayaba cada escena con rigurosa meticulosidad, para que encajaran de manera precisa con su visión. Varios años después de estrenar “Les Vacances de Monsieur Hulot”, Tati escribiría el guion de un cortometraje protagonizado por él mismo titulado “Cour du soir” (1967), en el cual intenta ilustrar a un grupo de estudiantes de actuación que la comedia depende tanto de la capacidad de observación, como de la técnica con la cual es ejecutada. Tras el éxito de “Les Vacances de Monsieur Hulot”, Tati experimentaría una serie de problemas para llevar a cabo su siguiente proyecto. Luego de sufrir un accidente automovilístico en 1955 que le provocó graves lesiones en su mano izquierda, al año siguiente tras una fuerte disputa con Fred Orain, Tati se fue de Cady-Films para formar su propia productora, Spectra Films.

“Les Vacances de Monsieur Hulot” (1953)

“Mon Oncle” (1958)

El tercer largometraje de Tati, “Mon Oncle” (1958), fue la primera cinta del director en ser estrenada a color. La trama se centra nuevamente en la figura de Monsieur Hulot, quien en esta ocasión lleva a cabo una quijotesca lucha contra la obsesión de la sociedad francesa post guerra con la modernidad y el estilo de vida norteamericano, lo cual está entrelazado con la relación que el hombre mantiene con Gérard, su sobrino de nueve años. “Mon Oncle” no solo se volvería un suceso comercial a nivel internacional, sino que además obtendría el Oscar a la Mejor Película Extranjera y el Premio del Jurado del Festival de Cannes. Después del éxito de su cinta más reciente, Jacques Tati se cansó de la figura de Monsieur Hulot. Con el renombre internacional también llegó una creciente insatisfacción ligada a lo limitado de los escenarios en los que podía interactuar su personaje más reconocido. Por este motivo, el director comenzó lentamente a idear una nueva especie de película, con la cual pudiese representar a “todo el mundo”. Le tomaría nueve años y gran parte de su dinero completar “Playtime” (1967), quien por muchos entendidos es considerada como su obra maestra. 

En su momento, “Playtime” se convirtió en la película más costosa de la historia del cine francés. Esto no resulta extraño considerando que el director construyó en las afueras de París una mini ciudad de acero y vidrio conocida como Tativille, la cual consumió gran parte del presupuesto del film. La historia se centra en la figura de Hulot y un grupo de turistas norteamericanos que se pierden en los modernos suburbios de París, donde solo la naturaleza humana y algunos pequeños rastros de la vieja ciudad de París emergen para otorgarle algo de vida a la ahora estéril metrópolis. El proyecto estuvo a punto de cancelarse en numerosas ocasiones debido a diversos problemas durante la producción y por el excesivo perfeccionismo de Tati, que extendió el proceso de rodaje por varios meses. Esto llevó al director a hablar con gente como el productor Darryl F. Zanuck y el Primer Ministro Georges Pompidou, con el objetivo de obtener el financiamiento necesario para completar el film. Lamentablemente para él, se endeudó con el menos indulgente de los acreedores, la Oficina Recolectora de Impuestos. Pese a que al momento de su estreno “Playtime” contó con el beneplácito de la crítica, la película fue un completo fracaso comercial que llevó a Tati a la bancarrota. 

En 1969 Jacques Tati conformó una nueva productora llamada CEPEC, con la finalidad de capitalizar sus futuros proyectos en el cine y la televisión. Sin embargo, como consecuencia de sus dificultades financieras, Tati perdió gran parte de la libertad creativa de la que gozó en sus trabajos previos. Tras “Playtime”, el director trabajaría en otros dos largometrajes. El primero sería “Trafic” (1971), un proyecto para la televisión financiado por productores holandeses, que finalmente terminó siendo estrenado en cines, en el cual Monsieur Hulot volvía a ser el centro de la atención en el marco de sátira acerca de la fascinación de la sociedad por los automóviles. En la cinta, Hulot es un diseñador de automóviles que emprende un viaje hacia una exhibición a bordo de un vehículo recreacional repleto de modernos artefactos. El segundo largometraje sería “Parade” (1974), un telefilme de escaso presupuesto realizado para la televisión sueca sobre el mundo del circo, el cual incluía números artísticos del mismo Tati y otros artistas circenses. En 1978, el director comenzó el rodaje de un documental corto acerca del equipo de fútbol francés SC Bastia, y su participación en el partido final de la Copa UEFA de 1978 titulado “Forza Bastia” (2002). Sin embargo, el director no pudo completar su rodaje. El documental finalmente sería editado por su hija Sophie Tatischeff a principios del 2000, siendo estrenado el 2002, un año después del fallecimiento de la cineasta a causa del cáncer al pulmón que la aquejaba.

“Playtime” (1967)

Antes de su fallecimiento a causa de un embolismo pulmonar el 5 de Noviembre de 1982, Tati dejó otros dos proyectos inclusos. Poco antes de su muerte, el director se encontraba desarrollando una historia en colaboración con el dúo musical Sparks, acerca de una ciudad futurista en la cual la actividad diaria estaba centrada en torno a la televisión, la publicidad, y el enamoramiento de la sociedad moderna con los formatos visuales. En el guion original, un envejecido Monsieur Hulot era seleccionado para ser asesinado accidentalmente en vivo durante la emisión de un programa de televisión, por una dupla de productores de norteamericanos que viajaban a Francia para enseñarles a los ejecutivos de una modesta estación televisiva cómo funcionaba el medio. El otro proyecto fue escrito por Tati a fines de la década del cincuenta, y estuvo archivado durante años en el Centro Nacional de Cine e Imágenes Animadas bajó el nombre de “Film Tati Nº 4”. El guion en cuestión contaba la agridulce historia de un talentoso mago, quien es conocido solo como ´El Ilusionista´, quien durante la realización de una gira por diversos teatros de Europa de Este, toma bajo su tutela a una joven muchacha que vive en la más profunda pobreza. El relato semi-autobiográfico que Tati escribió en 1956, fue utilizado por el director Sylvian Chomet como base del film animado “The Illusionist” (2010), cuyo protagonista es una versión caricaturizada del mismo Tati. El estreno de la cinta no estaría exento de polémica, ya que la familia de la hija no reconocida de Tati, Helga Marie-Jeanne Schiel, acusó al director Sylvian Chomet de revivir la dolorosa historia familiar, y de no admitir que la verdadera inspiración del guion era la vergüenza experimentada por Tati tras no reconocer a su hija mayor. 

Jacques Tati, quien obtendría un Premio César honorífico por su contribución al cine francés en 1977, fue a todas luces un artista revolucionario. Como realizador, Tati nunca escondió su fascinación por temas como la clase ociosa, la modernización, el mundo infantil y el entretenimiento de las masas, entre otros, los cuales retrataba a través de composiciones que pese a su diseño casi matemático, tenían la capacidad de verse espontáneas y vibrantes. Aun cuando sus largometrajes suelen atraer a teóricos del cine que buscan explicar cada una de las decisiones artísticas del director, para poder disfrutar por completo sus obras es necesario entregarse a la diversión contenida en su propuesta audiovisual, que constantemente se burlaba de quienes se tomaban la vida con demasiada seriedad, como por ejemplo los iracundos jóvenes socialistas de “Les Vacances de Monsieur Hulot”, los americanos en extremo precisos de “Playtime”, o casi todos los personajes presentes en su filmografía con la excepción de Hulot y su pequeño sobrino en “Mon Oncle”.