En 1970, el escritor Kazuo Koike y el artista grĆ”fico Goseki Kojima, crearon el manga para adultos “Lone Wolf and Cub”, el cual adquiriĆ³ una inusitada popularidad en JapĆ³n, lo que provocĆ³ que rĆ”pidamente sus derechos fueran adquiridos para realizar una serie de televisiĆ³n. Luego de que el actor Tetsuya Watari (´Tokyo Drifter´, 1966) rechazarĆ” el rol protagĆ³nico de la serie por su delicado estado de salud, los encargados de la adaptaciĆ³n del manga contactaron al actor y productor Shintaro Katsu, famoso por personificar a Zatoichi, el espadachĆ­n ciego, en la exitosa serie de largometrajes realizados por los Estudios Daiei. Debido a los numerosos compromisos que tenĆ­a Katsu en aquel entonces, este rechazĆ³ el rol de Ogami, no sin antes expresar su interĆ©s por el material que se buscaba adaptar, cuyo potencial lo llevĆ³ a adquirir los derechos para realizar un largometraje bajo el amparo de su propia productora, Katsu Productions. Luego de asegurar la participaciĆ³n del mismĆ­simo Kazuo Koike como guionista, Katsu contratĆ³ a su hermano mayor Tomisaburo Wakayama como protagonista del film, luego de que Ć©l expresara su ferviente deseo de interpretar a Ogami. 

“Lone Wolf and Cub: Sword of Vengeance” (1972) es bĆ”sicamente una historia de orĆ­genes. Itto Ogami (Tomisaburo Wakayama) es el verdugo del Shogunato, lo que significa que es el encargado de asistir a quienes han sido condenados a cometer el ritual de Seppuku. Contrario a lo que se podrĆ­a pensar, su puesto le otorga un gran prestigio a Ć©l y a su familia, lo que le ha generado un gran nĆŗmero de enemigos. Entre ellos se encuentra Retsudo Yagyu (Tokio Oti), el lĆ­der del clan Yagyu, quien se las arregla para implantar pruebas que seƱalan a Ogami como traidor, sentenciĆ”ndolo a cometer Seppuku. En un acto que va en contra de sus propias convicciones, Ogami se niega a ejecutar su sentencia, y huye en bĆŗsqueda de su familia, solo para encontrar que su esposa y sus sirvientes han sido masacrados. El Ćŗnico sobreviviente es su hijo Daigoro (Akihiro Tomikawa), a quien protegerĆ” en un curioso coche de madera mientras ambos emprenden la huida por los caminos rurales de JapĆ³n. Convertido en un asesino a sueldo dispuesto a matar a quien sea por quinientas piezas de oro, siempre y cuando la persona que lo contrata pueda darle una explicaciĆ³n satisfactoria de porquĆ© requiere sus servicios, Ogami no descansarĆ” hasta vengarse de Yagyu y todos sus secuaces.


La estructura del film es marcadamente episĆ³dica y carece de una cronologĆ­a clara, decisiĆ³n que responde probablemente al deseo de respetar el formato del manga, y que varios aƱos mĆ”s tarde servirĆ­a de inspiraciĆ³n para directores como Quentin Tarantino, quien ha expresado abiertamente en varias ocasiones su predilecciĆ³n por este tipo de producciones. Por ejemplo, luego de una escena que introduce a Ogami y a Daigoro como “espadachĆ­n e hijo de alquiler”, la cinta salta sin previo aviso a un flashback que establece como el protagonista pierde su posiciĆ³n en el Shogunato. El hecho de que la pelĆ­cula intercale de manera abrupta flashbacks con escenas ambientadas en el “presente” de los protagonistas, dificulta la comprensiĆ³n de la trama central cuya lĆ­nea temporal jamĆ”s es del todo delineada. Eventualmente, la cinta se centra en una historia que no tiene relaciĆ³n con la venganza de Ogami, sino que tiene repasa su primera misiĆ³n como asesino a sueldo, en la cual tras ser contratado para matar a cuatro hombres, se ve involucrado en un incidente con unos bandidos que tienen bajo su control una pequeƱa villa.

MĆ”s allĆ” de la estructura narrativa, el mayor guiƱo al manga es la forma en como son escenificadas las secuencias de acciĆ³n. En una determinada escena, el villano Retsudo Yagyu oficia de relator de un duelo entre Ogami y varios miembros del clan Yagyu, haciendo hincapiĆ© en una tĆ©cnica de esgrima que domina el protagonista, la cual curiosamente funciona mejor cuando el ejecutor tiene la mitad del cuerpo cubierto por agua. En general, las escenas de acciĆ³n son rĆ”pidas, brutales y visualmente atractivas. Basta un golpe de espada por parte de Ogami, para que sus rivales comiencen a desangrarse de manera violenta y casi caricaturesca. AĆŗn mĆ”s rimbombante resulta ser el clĆ­max del film, durante el cual el protagonista utiliza el coche de su hijo para luchar contra un grupo de bandidos, el cual en su interior esconde una serie de armas tan increĆ­bles como las situaciones en las que se ve involucrada la dupla protagĆ³nica. 


El hecho que el protagonista no sea demasiado expresivo ni verbal ni corporalmente hablando, convierte a Itto Ogami en un personaje mĆ”s bien unidimensional que es interpretado correctamente por Tomisaburo Wakayama. Sin embargo, el mayor mĆ©rito del actor es lograr que pese a su contextura fĆ­sica algo gruesa, resulte creĆ­ble la idea que Ć©l es capaz de enfrentar hordas de guerreros y criminales sin mayores dificultades. El resto del elenco realiza una labor que va desde lo correcto hasta lo definitivamente mediocre, con la sola excepciĆ³n de Tomoko Mayama, quien personifica a una prostituta que se cruza en el camino de Ogami. Pese a que aparece escasos minutos en pantalla, la actriz hace todo lo posible por imprimirle algo de realismo a su accidentado personaje. En cuanto al aspecto tĆ©cnico de la producciĆ³n, mientras que por un lado se destaca el trabajo de fotografĆ­a Chishi Makiura, la banda sonora del compositor Hideaki Sakurai sin ser nada especial, cumple con realzar el tono fatalista que domina a la historia.

Mientras que la primera mitad de “Sword of Vengeance” es un interesante ejercicio de acciĆ³n desbordada y violencia estilizada, la segunda mitad del film contiene los momentos mĆ”s sĆ³rdidos de la historia. Entre ellos, se encuentra la violaciĆ³n y el posterior asesinato de una prostituta a plena luz del dĆ­a, secuencia que resulta tan innecesaria como otra en la que el protagonista es forzado a tener sexo en pĆŗblico. La cinta ademĆ”s contiene una de escena de amamantamiento, acto que sin bien no tiene nada de malo, es utilizado por el director meramente con el fin de explotar el morbo del espectador. MĆ”s allĆ” de sus errores y aciertos, con “Sword of Vengeance” el director Kenji Misumi establecerĆ­a el tono frenĆ©tico y colorido que caracterizarĆ­a la saga de “Lone Wolf and Cub”, y al mismo tiempo postularĆ­a la idea de que sin Daigoro, Ogami serĆ­a otro mĆ”s de los muchos superhombres aparentemente invencibles que abundan en este tipo de filmes. Es el niƱo quien provoca que Ogami sea vulnerable, y en igual medida es la principal fuente de su fortaleza, ya que ninguno de los dos podrĆ­a llevar a cabo su particular travesĆ­a sin el otro.

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