En “Danger: Diabolik” (1968), Diabolik (John Phillip Law) es un atractivo y educado ladrĆ³n que no estĆ” contento con todas las cosas buenas que le da la vida, menos aun cuando sabe que existen montaƱas de dinero que puede robar en las narices de estirados oficiales de gobierno, y joyas valiosas que puede extraer de las bĆ³vedas de los multimillonarios. Este esquivo canalla siempre encuentra diversas maneras de vivir al lĆ­mite, ya sea escalando muros, saboteando una rueda de prensa con gas de la risa, o sacando una confesiĆ³n de un capo criminal mientras cae junto a Ć©l de un aviĆ³n. ¿Imposible? No, diabĆ³lico… Diabolik para ser exactos.
A principios de los sesenta, las hermanas Angela y Luciana Giussani crearon un cĆ³mic de bolsillo titulado “Diabolik”, luego de identificar como potenciales lectores a las personas que a diario se movilizaban en el sistema de trenes de la ciudad de MilĆ”n. Tras notar que el thriller de misterio, conocido en Italia como giallo, parecĆ­a ser el gĆ©nero preferido por los viajeros, las hermanas Giussani decidieron incluir en su creaciĆ³n un puƱado de sus elementos mĆ”s caracterĆ­sticos, como por ejemplo temĆ”ticas abiertamente adultas, violencia estilizada, y criminales de accionar sĆ³rdido. De la misma forma, el protagonista no estaba llamado a ser un superhĆ©roe, sino que serĆ­a un anti-hĆ©roe con el que el lector pudiese identificarse independientemente de sus cuestionables acciones. El primer nĆŗmero de “Diabolik” fue publicado en 1962, y en menos de dos aƱos originĆ³ el nacimiento de un subgĆ©nero llamado fumetti neri (cĆ³mic negro), tĆ©rmino que respondĆ­a no solo al hecho de que estos cĆ³mics eran impresos en blanco y negro, sino que ademĆ”s porque relataban crĆ³nicas del bajo mundo. El productor Tonino Cervi, jefe de producciĆ³n de la compaƱƭa Italy Film, fue la primera persona interesada en realizar una adaptaciĆ³n cinematogrĆ”fica de la obra de las hermanas Giussani, en gran medida impulsado por el Ć©xito que estaba teniendo el film francĆ©s “Fantomas” (1964), del director Andre Hunebelle.
Eventualmente, los derechos de una potencial adaptaciĆ³n cinematogrĆ”fica fueron adquiridos por el productor Dino De Laurentiis, quien sumĆ³ a Seth Holt, responsable de los tĆ­tulos de la Hammer Films “Scream of Fear” (1961) y “The Nanny” (1965), como director del proyecto, y al actor Jean Sorel como protagonista. TambiĆ©n fue contratado George Raft, como encargado de interpretar al enemigo de Diabolik. Lamentablemente para De Laurentiis, luego de reemplazar a Raft por Gilbert Roland, debido a que el primero tuvo una serie de problemas de salud durante el rodaje, tuvo que enfrentar un problema aĆŗn mayor. DespuĆ©s de ver el material filmado por Holt, el productor decidiĆ³ suspender la producciĆ³n declarando que lo que habĆ­a visto “tenĆ­a un nivel tan bajo, tanto desde un punto de vista artĆ­stico como comercial, que resultaba evidente que si se continuaba por ese camino todo iba a terminar en desastre.” Cuando De Laurentiis reiniciĆ³ el proceso de producciĆ³n, puso el proyecto en las manos del director Mario Bava, quien era sumamente respetado en Italia ya que durante su carrera habĆ­a demostrado en varias oportunidades ser un realizador prolĆ­fico y capaz. A su vez, el nuevo guion serĆ­a desarrollado por Dino Maiuri, en compaƱƭa de Brian Degas y Tudor Gates, quienes en aquel entonces se encontraban escribiendo el guion de otro film del productor que estaba ligado al mundo del cĆ³mic, el cual llevaba por tĆ­tulo “Barbarella” (1968).  
A diferencia de Dino De Laurentiis, quien querĆ­a que Diabolik fuese representado como un ladrĆ³n caballeroso, Bava y el equipo de guionistas ansiaban conservar la amoralidad del personaje presente en los cĆ³mics. En gran medida, Diabolik podrĆ­a ser considerado como una nueva clase de terrorista, que constantemente estĆ” maquinando una nueva forma de burlarse de las autoridades, para asĆ­ desestabilizar al gobierno de turno, que no tiene mĆ”s remedio que despedir a avergonzados oficiales y burĆ³cratas que han sido incapaces de atrapar al criminal. La actitud rebelde del protagonista, le impide someterse a los designios de un gobierno que cree ser capaz de controlar por completo a la ciudadanĆ­a a travĆ©s del miedo. Por ejemplo, cuando los polĆ­ticos restablecen la pena de muerte y ofrecen una gigantesca recompensa por su captura, el criminal responde dinamitando los centros financieros del gobierno, provocando caos e inestabilidad econĆ³mica. Al mismo tiempo, Diabolik es un hombre frio y calculador que no tiene ningĆŗn aprecio por la vida humana, llegando incluso a poner su propia vida en riesgo si la situaciĆ³n lo amerita. De hecho durante el transcurso del film, el experimentado ladrĆ³n no duda en asesinar a quien sea que se cruce en su camino, sin importar si se trata de otros criminales, policĆ­as o gente inocente. Por la Ćŗnica persona que parece tener afecto es por su compaƱera, la sensual Eva Kant (Marisa Mell), quien exhibe una evidente devociĆ³n por el genio criminal. 
“Danger: Diabolik” ha sido ampliamente criticada por beber demasiado de la fĆ³rmula utilizada en los films de James Bond, acusaciĆ³n que toma mĆ”s fuerza cuando el espectador se percata de la participaciĆ³n del actor Adolfo Celi, recordado por su rol de Emilio Largo en la cinta “Thunderball” (1965), quien en esta oportunidad interpreta al jefe de una banda criminal que acepta colaborar con el Inspector Ginko (Michel Piccoli) para atrapar a Diabolik. Sin embargo, tambiĆ©n se podrĆ­a argumentar que la pelĆ­cula de Bava terminĆ³ sirviendo de influencia para la posterior modernizaciĆ³n de la franquicia de Bond en la dĆ©cada del setenta. Por ejemplo, en “Diamonds are Forever” (1971), los criminales de turno utilizan un cadĆ”ver para contrabandear una serie de diamantes, idea que parece haber sido sacada directamente de uno de los segmentos de “Danger: Diabolik”, ya que ninguna de las novelas de Ian Fleming relataba una situaciĆ³n similar. Al mismo tiempo, durante la dĆ©cada del setenta, los films de Bond comenzaron a darle una mayor importancia a los increĆ­bles gadgets utilizados por el espĆ­a britĆ”nico, y a desarrollar un sentido de diversiĆ³n que estaba ligado a situaciones mĆ”s cercanas al gĆ©nero de la ciencia ficciĆ³n que al thriller de espionaje, que es precisamente lo que sucede en la pelĆ­cula de Bava. 


John Phillip Law, quien estudiĆ³ a fondo los cĆ³mics de las hermanas Giussani como parte de su preparaciĆ³n para el papel, demostrĆ³ ser la elecciĆ³n perfecta para interpretar a Diabolik tanto por su dinamismo y su atractivo fĆ­sico, como por su habilidad para utilizar sus ojos y sus cejas de manera expresiva, que a menudo es la Ćŗnica parte de su cara que no se encuentra inmovilizada por una mĆ”scara. Marissa Mell por su parte, interpreta de buena manera a la aparentemente frĆ”gil Eva Kant, exudando sensualidad en prĆ”cticamente todas las escenas en las cuales aparece, al mismo tiempo que exhibe una quĆ­mica innegable con su coprotagonista, con quien tambiĆ©n mantuvo una relaciĆ³n sentimental fuera de la pantalla. Incluso mĆ”s importante que las interpretaciones de la dupla protagĆ³nica, resulta ser el aspecto tĆ©cnico de la producciĆ³n. Pese a contar con un presupuesto de tres millones de dĆ³lares, Mario Bava, quien estaba acostumbrado a diseƱar efectos visuales con bastante menos dinero, solo utilizĆ³ 400.000 dĆ³lares para la fabricaciĆ³n de diversos efectos especiales y un sinnĆŗmero de sets visualmente atractivos, coloridos, y claramente inspirados por el arte pop. Cada uno de los elementos presentes en el film, desde los artefactos utilizados por Diabolik hasta su moderna guarida, son un testamento grĆ”fico de la preocupaciĆ³n de Bava por el aspecto estĆ©tico de sus obras, que en esta oportunidad se encuentra complementado por la jazzĆ­stica banda sonora del compositor Ennio Morricone.
“Danger: Diabolik” puede ser considerada como una anomalĆ­a dentro de la filmografĆ­a de Mario Bava, ya que se tratĆ³ de una cinta de alto presupuesto, que terminĆ³ siendo uno de sus mayores fracasos de taquilla. Si bien funcionĆ³ de buena manera entre el pĆŗblico italiano, a nivel internacional no obtuvo los resultados esperados por De Laurentiis. Esto probablemente ocurriĆ³ debido a que cuando los distribuidores internacionales mostraron interĆ©s en el film, optaron por cortar 17 minutos de metraje para publicitarla como una cinta Serie B, lo que fragmentĆ³ aĆŗn mĆ”s su estructura episĆ³dica. PasarĆ­an tres dĆ©cadas antes de que la pelĆ­cula obtuviera el reconocimiento que merecĆ­a fuera de Italia, convirtiĆ©ndose en un film de culto gracias al pequeƱo pastiche/tributo realizado por los Beastie Boys en el video de la canciĆ³n “Body Movin”, que presenta algunos fragmentos sacados de la pelĆ­cula para relatar una alocada historia acerca del robo de una receta de fondue.

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