Gilles de Montmorency-Laval, mƔs conocido como el
Barón de Rais, fue uno de los lĆderes del ejĆ©rcito francĆ©s durante la Guerra de
los Cien años, en la que el pueblo galo se enfrentó a los britÔnicos. Pese a
que batalló junto a Juana de Arco, quien luego fue capturada y quemada en la
hoguera por los ingleses, el Barón no es recordado como un héroe de guerra,
sino que como un asesino serial y un pedófilo, el cual se cree que torturó,
asesinó, y abusó sexualmente de al menos un centenar de niños. Intrigado por la
historia del infame Barón de Rais, el director y guionista español Agustà Villaronga
se lanzó a la tarea de desarrollar un proyecto basado en ciertos aspectos de la
vida del criminal francƩs. Debido a que contaba con un presupuesto de solo
300.000 dólares, Villaronga optó por trasladar el relato a la España post
Segunda Guerra Mundial, y convirtió al Barón en un ex-doctor nazi llamado
Klaus (Günter Meisner), quien supuestamente durante el conflicto bélico en el que participó,
realizó una serie de experimentos con niños, que posteriormente derivaron en
actos de tortura y abuso que quedaron en total impunidad.
En “Tras el cristal” (1987), con el fin de que el espectador entienda de mejor
forma las motivaciones de los protagonistas, Villaronga primero ahonda en
algunos aspectos de la vida de Klaus luego del tƩrmino de la Segunda Guerra
Mundial. Luego de huir de la Alemania nazi, Klaus decide esconderse en EspaƱa,
donde por un tiempo no puede evitar seguir torturando y abusando de pequeƱos
niños inocentes. En el marco de su perversión y no contento con cometer actos
violentos, el perturbado doctor ademÔs procuró documentar a través de
fotografĆas, cada una de las etapas del proceso de tortura al que sometĆa a sus
vĆctimas. Dominado por el sentimiento de culpa y una fuerte depresión, despuĆ©s
de secuestrar y asesinar a un niƱo, Klaus decide saltar desde una ventana con
la intención de suicidarse. Sin embargo, lo único que logra es quedar
paralĆtico del cuello para abajo, lo que lo obliga a pasar sus dĆas conectado a
un pulmón artificial. Lo que él no sabe, es que su último episodio de violencia
fue observado de cerca por un muchacho que se escondĆa entre las sombras, el
cual ademĆ”s robó la carpeta que contenĆa todas las fotos que Klaus habĆa sacado
durante años, y el diario personal del pedófilo, en el cual relataba con lujo
de detalle todos sus escalofriantes encuentros con menores de edad.
Debido a la extrema dependencia del ahora
paralĆtico Klaus, su esposa Griselda (Marisa Paredes) comienza a buscar a
alguien que pueda cuidarlo mientras ella se ocupa de Rena (GisĆØle EchevarrĆa),
la pequeƱa hija de ambos. Es asĆ como conoce a Ćngelo (David Sust), un joven que asegura ser
enfermero sin serlo, motivado únicamente por el interés que le produce la
figura del buen doctor. Aún pese a la desconfianza que le provoca el extraño
muchacho, Griselda decide contratarlo y le cede una habitación en su casa, para
que asĆ pueda cuidar permanentemente a su marido. Mientras que Ćngelo
desarrolla una relación distante con Griselda, no tarda demasiado en establecer
una relación de amistad con la pequeña Rena, al mismo tiempo que pone en marcha
una serie de perturbadores juegos sexuales con el ahora desprotegido Klaus. Eventualmente,
el joven revela que su sueño es seguir la senda del ahora postrado pedófilo,
para asĆ continuar con su reinado del terror. Para lograr aquello no solo
tendrƔ que deshacerse de Griselda, sino que ademƔs deberƔ sacar a flote las
pasiones mƔs oscuras de su mentor involuntario, desatando de esta forma el caos
entre los familiares del criminal nazi.
En lo que puede ser considerado como una cruel
ironĆa del destino, con la llegada del perturbado joven a la casa de Klaus, se
produce un peculiar cambio de roles donde el ex-oficial nazi se convierte en la
vĆctima indefensa de un joven, cuyas perversiones lo llevan a abusar fĆsica y
psicológicamente de él. Lo que es aún peor para el pedófilo, es que su estado
de salud lo obliga a ver impotente como el muchacho aterroriza a su esposa, y
se convierte en una retorcida figura paterna para Rena. Como si se tratara de
un extraƱo catalizador, entre mĆ”s tiempo pasan juntos vĆctima y victimario, mĆ”s
rĆ”pida es la metamorfosis de Ćngelo, quien gradualmente se convierte en el
monstruo que alguna vez fue su mentor. De pronto, la que alguna vez fue una
casa tranquila, pasa a ser un verdadero campo de concentración cuyos habitantes
son tratados como conejillos de indias por el joven, y donde el terror y la
paranoia es pan de cada dĆa.
En gran medida, la turbulenta y enfermiza trama de
“Tras el Cristal” funciona gracias al estupendo trabajo del elenco
participante. Mientras que Günter Meisner realiza una magnĆfica labor
interpretando al despreciable criminal nazi, Marisa Paredes interpreta de forma
impecable a una mujer que descubre con horror los crĆmenes cometidos por su marido
en el pasado, y la cual que debe soportar los vejƔmenes a los que es sometida
por un sujeto que estĆ” completamente loco. Sin embargo, quien realmente se
destaca por sobre el resto es Davis Sust, cuya escalofriante interpretación de Ćngelo,
un joven cuyas pulsiones lo llevan a cometer una serie de atrocidades difĆciles
de digerir, es uno de los puntos mƔs altos del film. En cuanto al aspecto
tĆ©cnico de la cinta, resulta destacable el trabajo de fotografĆa de Jaume
Peracaula, cuya inclinación por una paleta de colores dominada por tonos grises
y azules, es en gran medida responsable de la atmósfera claustrofóbica y
enfermiza que domina al relato. Por otro lado, la efectiva banda sonora del
compositor Javier Navarrete acompaƱa de manera perfecta a las perturbadoras
imÔgenes proyectadas por el director Agustà Villaronga, exacerbando el impacto visual
de las mismas.
Al igual que otras producciones cinematogrƔficas
que a travƩs de los aƱos han decidido explorar temas escabrosos,
controversiales, o abiertamente demonĆacos, “Tras el Cristal” presenta una
serie de anƩcdotas de carƔcter esotƩrico y sobrenatural, como por ejemplo
aquella que tiene relación con la ceguera transitoria que experimentó David
Sust durante el proceso de rodaje. Por otro lado, el director en una ocasión
mencionó que jamÔs pudieron filmar en una de las habitaciones de la casa
utilizada en la producción, debido a que siempre ocurrĆan problemas que no
respondĆan a ninguna explicación lógica. Por Ćŗltimo, Villaronga tambiĆ©n
comentarĆa que al interior de la misma casa, se encontraron una serie de hongos
alucinógenos los cuales generalmente estÔn relacionados con la prÔctica de
aquelarres. MĆ”s allĆ” de estos datos curiosos, es necesario mencionar que “Tras
el Cristal” se caracteriza por ser una pelĆcula de terror psicológico
increĆblemente perturbadora y efectiva, la cual contiene una serie de escenas
que al espectador le resultarĆ” difĆcil digerir. Y es que bĆ”sicamente Villaronga
retrata la infecciosa naturaleza de la crueldad humana de la manera mƔs cruda
posible, lo que termina convirtiendo a esta pelĆcula en una experiencia potente
e inolvidable.
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