Herbert West (Jeffrey Combs) es un estudiante de medicina que junto al afamado Doctor
Hans Gruber (Al Berry), se encuentra realizando una serie de experimentos
relacionados con la regeneración de tejidos. Sin embargo, tras un grave
incidente, West termina siendo transferido a la escuela de medicina de la
Universidad Miskatonik. Una vez instalado en el lugar, el estudiante no
descansarĆ” hasta lograr su cometido: revivir a los muertos. Para conseguirlo,
involucrarƔ a Dan Cain (Bruce Abbott), su compaƱero de cuarto, quien pronto se
darĆ” cuenta del grave error que ha cometido al aceptar la inusual propuesta de
West.
A
principios de la dƩcada de los ochenta, la dupla conformada por Stuart Gordon y
Brian Yuzna tuvo una visión. Ambos deseaban concretar un proyecto audiovisual
relacionado con la obra del escritor H. P. Lovecraft, a quien ellos admiraban
profundamente. Lamentablemente, no contaban con el dinero necesario para llevar
a cabo dicha tarea, por lo que durante un largo tiempo se dedicaron a recaudar dinero
de diversas maneras con tal de conseguir su cometido. Eventualmente, cuando
consiguieron el dinero suficiente como para plasmar su idea, Gordon reclutó al
guionista Dennis Paoli para que adaptara una serie de historias del escritor
norteamericano, las que se encontraban convenientemente en dominio pĆŗblico, con
la intención de crear una serie de televisión que llevarĆa por tĆtulo, āHerbert
West: Re-animatorā. Sin embargo, debido a una serie de problemas relacionados
con el formato del proyecto, Yuzna propuso reutilizar el material escrito por
Paoli y convertirlo en un largometraje. Con esto en mente, Yuzna contrató al
guionista William Norris, quien junto a Gordon y Paoli, desarrollarĆan el guion
de una cinta de aproximadamente dos horas y media de duración, el cual
posteriormente serĆa rodado entre el dĆa de Acción de Gracias y la Navidad del
aƱo 1983.
Lamentablemente,
la dupla de realizadores se vio enfrentada a una serie de problemas económicos,
que los obligó a reducir el metraje de la cinta a tan solo 86 minutos de
duración, todo esto con la ayuda del editor Lee Percy. BÔsicamente, la historia
de "Re-animatorā (1985) podrĆa ser vista como una curiosa actualización del mito de
Frankenstein, que presenta algunos elementos propios del grand guignol y de la
comedia slapstick. Aun cuando gran parte de los acontecimientos que retrata el
film suceden a causa de la obsesión de Herbert West, el verdadero protagonista
es el tambiƩn estudiante de medicina Dan Cain, quien estƔ decidido a hacer algo
importante con su vida. A simple vista, la vida de Cain es prƔcticamente
perfecta; no solo es un estudiante destacado, sino que ademƔs mantiene una
relación estable con la atractiva Megan Halsey (Barbara Crampton), quien es la
hija de Dean Halsey (Robert Sampson), el decano de la Universidad Miskatonik. Su
Ćŗnico problema parece ser la incapacidad para costear los gastos de la casa en
la cual reside, razón por la cual se ve obligado a buscar a alguien que lo
ayude en dicha tarea. Es asĆ como conoce a Herbert West, quien se encargarĆ” de
poner su vida de cabeza.
Una vez
que West se instala en la casa de Cain, rƔpidamente arma su laboratorio en el
sótano con el fin de retomar sus peligrosos experimentos lo antes posible,
siendo su primer sujeto de prueba el gato de su nuevo compaƱero. El
procedimiento resulta ser bastante simple; una vez que ha conseguido el cadƔver
del animal, West le inyecta el suero que ha desarrollado junto al Doctor
Gruber, lo que eventualmente logra regresarlo a la vida, no sin algunos efectos
secundarios. Cuando Cain descubre lo que su compaƱero ha estado haciendo, pese
a sentir repulsión por lo poco ético del experimento, no puede evitar sentirse
fascinado por la idea de tener acceso a una fórmula que podrĆa permitirle extender
la vida de sus futuros pacientes. Lamentablemente para la dupla de improvisados
cientĆficos, el lascivo y ambicioso Doctor Carl Hill (David Gale), quien ejerce
como profesor de neuroanatomĆa de la Universidad Miskatonik, se entera de sus
planes y pone en funcionamiento un maquiavƩlico plan para apoderarse de la
fórmula de West, el cual tendrÔ nefastas consecuencias.
Como al
mismo Stuart Gordon le gusta seƱalar, āRe-animatorā cambia con Ć©xito la
identidad del villano una vez finalizada la primera mitad del film. Si bien en
un principio el gran villano del relato es Herbert West, quien en sus esfuerzos
por revivir a los muertos, no se detiene a pensar en las consecuencias de sus
actos, cuando el Doctor Hill entra en escena y roba el trabajo de West, se
transforma en un monstruo mucho mƔs peligroso que el joven estudiante de
medicina. Y es que el buen doctor no solo sueƱa con obtener el Premio Nobel gracias
al suero que ahora tiene entre sus manos, sino que ademĆ”s ansĆa quedarse con
Megan, con quien ha estado obsesionado durante mucho tiempo. Es precisamente su
sórdida obsesión con la joven, lo que da pie a una de las escenas mÔs
controversiales y recordadas de la pelĆcula; una vez que es decapitado por
West, quien posteriormente decide inyectarle el suero para continuar con sus experimentos,
el cuerpo reanimado del Doctor Hill no encuentra nada mejor posicionar su
cabeza entre las piernas de Megan, quien se encuentra amarrada a una mesa de
autopsias completamente inconsciente, para practicarle sexo oral.
En
cuanto a las actuaciones, la verdad es que el elenco realiza un trabajo
bastante irregular. Mientras que David Gale se luce como el malvado Doctor
Hill, Bruce Abbott y Barbara Crampton no resultan ser demasiado convincentes en
sus respectivos papeles. Jeffrey Combs por su parte, si bien es evidente que no
posee una gran habilidad actoral, de todas formas logró obtener cierta fama
dentro del circuito del cine de terror, gracias a su histriónica interpretación
del neurótico y extravagante Herbert West. Afortunadamente, las falencias
presentes en el aspecto interpretativo son compensadas por el apartado tƩcnico
de la producción. Mientras que por un lado resulta destacable la efectiva banda
sonora del compositor Richard Band, la cual funciona como una suerte de
homenaje al trabajo realizado por Bernard Herrmann en el film āPsycho"
(1960), del director Alfred Hitchcock, el trabajo de Carl Buechler, quien
estuvo a cargo del trabajo de maquillaje y los efectos especiales de la
pelĆcula, se convierte en la verdadera estrella de la misma. Y es que el trabajo
de Buechler ha soportado de buena manera el paso del tiempo, aun cuando la
mayorĆa de los efectos especiales fueron llevados a cabo con la mera
utilización de lÔtex y gelatina. En gran medida, gracias a que dichos efectos
logran despertar tanto la repulsión como la fascinación del espectador, la
cinta de Gordon hoy en dĆa es considerada como una obra de culto.
Debido
a lo controversial del contenido de āRe-animatorā, el film no fue bien recibido
al momento de su estreno. SegĆŗn el productor Brian Yuzna, cuando la cinta fue
proyectada por primera vez en un teatro que era propiedad de los estudios
Paramount, gran parte de las personas que asistió a verla no pararon de
gritarle a la pantalla, tras lo cual se retiraron indignados del lugar. Aunque
es evidente que la cinta de Stuart Gordon no es para todos los gustos, y que
presenta numerosas falencias interpretativas, argumentales y tƩcnicas, es
innegable que se trata de una pelĆcula que tiene un encanto especial, el cual
no solo estƔ dado por el ritmo narrativo frenƩtico que el director le imprime
al relato, sino que tambiƩn por lo grotesco de sus imƔgenes, y por la
particular combinación de gore, horror y humor negro que presenta la historia.
En definitiva, āRe-animatorā bien podrĆa ser considerada como una peculiar y
entretenida fƔbula moralizante acerca de los peligros de la ciencia sin
respaldo Ʃtico, que ostenta la capacidad de seguir impactando al espectador,
aun cuando han pasado mƔs de treinta aƱos desde su criticado estreno.
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