“The Quatermass Experiment” fue una serie de ciencia ficción de seis partes escrita por Nigel Kneale, la cual fue emitida con gran éxito por la cadena de televisión BBC en 1953, y cuyo protagonista era el Profesor Quatermass (Reginald Tate) quien debía investigar el caso de unos astronautas que tras aterrizar de emergencia en la Tierra, comienzan a exhibir un extraño que hace suponer que han tenido contacto con alguna fuente de vida extraterrestre. Entre los espectadores que seguían la serie se encontraba el productor de la compañía Hammer Films Anthony Hinds, quien de inmediato se mostró interesado en adquirir los derechos para realizar una adaptación cinematográfica de la historia. Gracias a la buena relación existente entre ambas compañías, la Hammer terminó adquiriendo los derechos por una cifra de 500 libras esterlinas, tras lo cual le asignó la escritura del guion al norteamericano Richard Landau, quien ya había trabajo en seis largometrajes de la compañía incluyendo “Spaceways” (1953), una de sus primeras incursiones en el género de la ciencia ficción. Entre los cambios más importantes realizados por Landau, se encuentra el hecho de haber reducido la acción de casi tres horas a 82 minutos, eliminando en el proceso dos subtramas, una que involucraba un triángulo amoroso entre Victor Carroon, su esposa y Gordon Briscoe, y otra que exploraba los intentos por parte de un periodista de descifrar el misterio tras el experimento conducido por Quatermass. Al mismo tiempo, consciente de que el film sería co-financiado por la productora norteamericana de Robert L. Lippert, Landau se propuso otorgarle una dimensión transatlántica al guion: el Grupo Británico de Cohetes de Quatermass pasó a ser el Grupo Británico/Americano de Cohetes y uno de los colaboradores del protagonista, Gordon Briscoe, fue reescrito como un cirujano de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos.

Mientras Landau le daba los toques finales al guion, los ejecutivos de la Hammer contactaron al director Val Guest, a quien le entregaron el guion de la serie original antes de que partiera con su esposa, la actriz Yolande Donlan, de vacaciones a Tánger. A Guest no le llamaba particularmente la atención el género de la ciencia ficción, y en un inicio no se mostró interesado en participar en el proyecto. Según declararía el director en una entrevista que le otorgó a Tom Weaver, “En Tánger, puse el guion al costado de mi cama, y se quedó ahí durante una semana. Yolande me dijo un día, ´ ¿Qué eso que está ahí?´ y le dije que era una cosa de ciencia ficción que Tony Hinds quería que hiciera. Ella me preguntó, ´Bueno, léelo. ¿Desde cuando eres tan etéreo?´ No pude contestarla, así que dije, ´Bueno, lo leeré´ Lo llevé a la playa conmigo, y me atrapó por completo. Llamé a Tony Hinds, y le dije que lo haría. Así fue como me involucré en Quatermass. Si Yolande no me hubiese empujado, jamás la habría hecho.” En la misma entrevista Guest aseguró que fue él y no Landau, el responsable del guion del film, y que la única contribución que había hecho el escritor norteamericano fue americanizar algunos de los diálogos. Independiente de aquella polémica, una vez terminado el guion el productor Robert Lippert sugirió al actor norteamericano Brian Donlevy para el rol de Quatermass, aun cuando la personalidad filosófica y concienzuda del personaje no calzaba con el perfil del actor. Val Guest vio esto como una oportunidad para modificar los atributos del protagonista, a quien convirtió en un hombre frío y determinado que no muestra mayor interés por el destino de las personas involucradas en su misión espacial, pero que sería capaz de cualquier cosa en nombre de la ciencia.

En “The Quartermass Xperiment” (1955), un cohete cae en medio de un pequeño pueblo británico ubicado en las afuera de Londres causando una gran conmoción en la población. Al lugar eventualmente llega el Profesor Bernard Quatermass (Brian Donlevy), quien fue el responsable de haber enviado el cohete al espacio. De los tres tripulantes que viajaban al interior de la nave, solo encuentran a Victor Carroon (Richard Wordsworth), quien está apenas consciente. Tras llevar al sobreviviente al lugar de trabajo del Doctor Gordon Briscoe (David King-Wood) para realizarle diversos estudios, Quatermass se propone investigar qué fue lo que realmente sucedió durante la travesía espacial. Mientras Quatermass y compañía buscan pistas e inspeccionan un video del viaje, Judith (Margia Dean), la consternada esposa de Carroon, sospecha que los hombres a cargo no están haciendo lo suficiente por ayudar a su amado esposo, por lo que este termina siendo trasladado a un hospital público. Cuando Carroon comienza a ponerse más violento y a experimentar algunas mutaciones físicas, lo que provoca que escape del hospital, Quatermass con la ayuda del Inspector Lomax (Jack Warner) intentarán desesperadamente contener la situación antes de que sea demasiado tarde. 


Al momento de dirigir el film, Guest se preocupó de imprimirle algo más de realismo a una historia completamente fantástica, otorgándole un estilo documental y un marcado sentido de urgencia a determinadas escenas. Influenciado por la cinta “Panic in the Streets” (1950) del director Elia Kazan, Guest utilizó el entonces inusual recurso de la cámara en mano, lo que sorprendió a varios integrantes del equipo técnico de la producción, e incitó a los actores a recitar sus líneas de diálogo de manera rápida provocando incluso que superpusieran sus diálogos cuando hablaban entre sí. La escena inicial del aterrizaje forzoso del cohete es un buen ejemplo del estilo narrativo utilizado por Guest, quien escoge enfocarse en los preparativos que los servicios de emergencia deben realizar antes de abrir el cohete para rescatar a sus tripulantes más que en el accidente en sí. El director facilita que la tensión de la situación resulte palpable coreografiando la secuencia de manera tal que el espectador se centre en la gran cantidad de movimiento que existe alrededor del lugar del accidente, y en las acaloradas discusiones que sostienen Quatermass y compañía antes de revelar lo que se esconde dentro del cohete.

Teniendo en consideración que la trama básica del film tiene relación con el astronauta Victor Carroon y su regreso a la Tierra tras ser poseído por una bacteria alienígena que causa que su cuerpo se convierta en un híbrido entre una planta y un animal, es posible trazar algunos paralelos con la cinta de Don Siegel, “Invasion of the Body Snatchers” (1956). Mientras que la película de Siegel funcionaba como una inteligente metáfora política, la producción de Guest opta por deambular sin mayores aspavientos en los terreros del género del horror y el cine de monstruos. La agonizante y gradual transformación de Carroon es graficada mediante los vividos efectos de maquillaje de Philip Leakey, mientras que sus rasgos cadavéricos y su mirada lastimera hablan del inconmensurable sufrimiento que experimenta el infortunado astronauta. En el campo del horror, probablemente una de las secuencias más efectivas es aquella en la que el ahora mutante se encuentra con una pequeña niña que está jugando con una muñeca en el campo, la cual funciona como una suerte de homenaje a la infame secuencia del ahogo presente en la versión de “Frankenstein” (1931) del director James Whale. Por su parte, la secuencia en la que el parásito alienígena drena la vida de una serie de animales pertenecientes al zoológico Chessington, también resulta ser sumamente efectiva a la hora de explicar el peligro que supone la transformación de Carroon.


La actuación de Brian Donlevy resulta ser algo controversial. Mientras que los fanáticos del Quatermass original no aceptan que Guest lo haya convertido en un personaje autoritario con el que cuesta empatizar, es innegable que el actor pese a sus limitaciones interpretativas realiza un buen trabajo encarnado a esta versión heroica y decidida del personaje. Tan interesante como su interpretación resulta ser el hecho que en aquel entonces, Donlevy solía asistir completamente borracho al set de filmación. Cuando llevaban una semana de rodaje, Guest se percató que el café que constantemente estaba bebiendo el actor estaba mezclado con brandy, por lo que de ese momento en adelante debió preocuparse de mantener sobrio a Donlevy hasta el término de las filmaciones. El resto de elenco realiza un estupendo trabajo, con la excepción de la actriz Margia Dean, quien solo consiguió un rol en el film debido a que era la novia de Spyro Skouras, el presidente en aquel entonces de los Estudios 20th Century Fox. Mientras que Jack Warner interpreta de manera espléndida al jocoso Inspector Lomax, cuya actitud se contrasta con la de Quatermass, David King-Wood también se destaca como el humanitario Dr. Briscoe, a quien francamente no puede importarle menos el experimento del protagonista si existen vidas en riesgo. Sin embargo, la mejor actuación del film es la de Richard Wordsworth como Victor Carroon, quien a diferencia de su contraparte en la serie de televisión original, no posee ninguna línea de diálogo por lo que se apoyó por completo en el manejo de su expresión corporal. El gran mérito de Wordsworth es que expresa con éxito el conflicto interno de su personaje, mientras lucha por contener al monstruo que sabe que se está apoderando tanto de su físico como de su mente.

Si bien la forma final del monstruo alienígena solo se revela durante el clímax de la cinta, principalmente por el escaso presupuesto con el que contaba la producción, el halo de misterio que envuelve el resultado de la transformación de Carroon permite que el espectador eche a correr su imaginación. Afortunadamente, el monstruo creado por Les Bowie responde a las expectativas de la audiencia, así como también la manera en la que realiza su presentación triunfal, en la cima de un modelo de la Abadía de Westminster. Por otro lado, la banda sonora que compone James Bernard en el que sería su primer trabajo para la Hammer, establece el tono desolador que domina al relato desde su inicio en adelante. Pese a todas sus virtudes, el film no está exento de problemas. La gran mayoría de los personajes son unidimensionales y casi ninguno posee un arco dramático, con la excepción de Carroon y su esposa. Así mismo, pese a su interesante historia, durante la segunda mitad la película presenta algunos problemas de ritmo narrativo. La realización de “The Quatermass Xperiment” significó todo un riesgo en su momento no solo porque debía satisfacer las expectativas de quienes habían visto la serie original, sino porque además fue catalogada como una cinta para mayores de dieciséis años (calificación X, he ahí el título de la película). Gracias al gran trabajo de Val Guest el film resultó ser todo un éxito, lo que revitalizó el interés por la ciencia ficción entre los estudios cinematográficos británicos, le otorgó a la Hammer el impulso financiero necesario para tomar una nueva dirección artística, y comprobó que existía un gran mercado para el cine de terror para adultos, algo que la Casa del Martillo aprovecharía en los años venideros con excelentes resultados.

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